Los habitantes primitivos del golfo San Matías, que vivieron en este lugar hace seis mil años en una etapa previa a la aparición de los primeros colonizadores, fueron variando e incorporando diversas artes de pesca a medida que la geografía del lugar fue modificándose.
Esta aseveración surge de la exhaustiva investigación que está desarrollando desde hace tiempo el equipo de trabajo liderado por el arqueólogo Cristian Dubois, que es investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y miembro de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de Buenos Aires.
Los hallazgos que evidencian este descubrimiento, además, forman parte de la muestra arqueológica "Pescadores y marisqueadores en la costa rionegrina: una historia de más de 6.000 Años" que desde unos días se exhibe en uno de los salones del museo local, y que se irá enriqueciendo con distintos elementos que surjan de la investigación de estos profesionales.
"Nosotros diferenciamos dos escenarios a través del tiempo, que contribuyeron a los cambios en las artes de pesca utilizadas por esas poblaciones, un paisaje inicial en el que el agua llegaba mucho más adentro de la costa que ahora (ya que en algunos lugares el retroceso que luego tuvo el mar fue de 2 km y de 600 m en otros) en el que si bien había más agua existían muchos más canales, arroyos y cárcavas que facilitaban el acceso al espacio costero" manifestó Dubois.
"Debido a esto la forma de pesca era siempre desde la costa, no se utilizaban embarcaciones sino redes con las que se capturaban las piezas, y nosotros reconocemos esas zonas de pesca porque son sitios altos ubicados entre zonas bajas en los que encontramos pesas de redes y gran cantidad de "otolitos", que son una suerte de pequeñas piedras que los peces tienen en sus oídos, ya que a través del tiempo es lo que se preserva" explicó el arqueólogo.
"El material orgánico del que podían estar compuestas las redes, que imaginamos que podían ser de cuero, tejidas en fibra o realizadas con tripas de animales se desintegró, pero los otolitos, principalmente los de las corvinas que abundaban en ese momento en la zona, tanto como los guijarros de playa que ellos utilizaban como pesas perduraron, ayudándonos a componer las piezas de ese pasado" apuntó Dubois.
Las inmediaciones del lugar en el que actualmente está ubicada una estación expendedora de GNC, en el acceso a la ciudad, y las cercanías del camino que lleva a la planta de Alpat son algunos de esos viejos sitios de pesca que pudieron detectarse.
"A medida que pasaron los siglos la costa comenzó a cambiar, se volvió más recta, sin tantos canales de acceso, y pese a que el mar descendió en este segundo escenario que estudiamos, se tornó más dificultoso el acceso al agua, por eso las redes dejaron paso a otro sistema de captura, y estos pobladores comenzaron a usar líneas similares a las se que utilizan en nuestro tiempo, compuestas por una fibra o material similar que se tensa y se carga de anzuelos, aseguradas con pesas más pequeñas que las que usaban para las redes" expresó el profesional.
"En esta etapa se pesca menos en volumen, ya que se apunta a la calidad de las piezas, por eso los ´otolitos´ que hallamos son muchos más grandes, de corvinas de enormes dimensiones, pero también se nota un cambio en las dietas, ya que aunque antes se registraba consumo de otras especies como pingüinos, lobos marinos y guanacos más allá de los peces y mariscos, en esta instancia son ´mixtas´ por completo" explicó el arqueólogo, que supone que este cambio se debe "al crecimiento poblacional de estos grupos que ejerció cierta presión sobre el recurso pesquero".
Esta aseveración surge de la exhaustiva investigación que está desarrollando desde hace tiempo el equipo de trabajo liderado por el arqueólogo Cristian Dubois, que es investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y miembro de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de Buenos Aires.
Los hallazgos que evidencian este descubrimiento, además, forman parte de la muestra arqueológica "Pescadores y marisqueadores en la costa rionegrina: una historia de más de 6.000 Años" que desde unos días se exhibe en uno de los salones del museo local, y que se irá enriqueciendo con distintos elementos que surjan de la investigación de estos profesionales.
"Nosotros diferenciamos dos escenarios a través del tiempo, que contribuyeron a los cambios en las artes de pesca utilizadas por esas poblaciones, un paisaje inicial en el que el agua llegaba mucho más adentro de la costa que ahora (ya que en algunos lugares el retroceso que luego tuvo el mar fue de 2 km y de 600 m en otros) en el que si bien había más agua existían muchos más canales, arroyos y cárcavas que facilitaban el acceso al espacio costero" manifestó Dubois.
"Debido a esto la forma de pesca era siempre desde la costa, no se utilizaban embarcaciones sino redes con las que se capturaban las piezas, y nosotros reconocemos esas zonas de pesca porque son sitios altos ubicados entre zonas bajas en los que encontramos pesas de redes y gran cantidad de "otolitos", que son una suerte de pequeñas piedras que los peces tienen en sus oídos, ya que a través del tiempo es lo que se preserva" explicó el arqueólogo.
"El material orgánico del que podían estar compuestas las redes, que imaginamos que podían ser de cuero, tejidas en fibra o realizadas con tripas de animales se desintegró, pero los otolitos, principalmente los de las corvinas que abundaban en ese momento en la zona, tanto como los guijarros de playa que ellos utilizaban como pesas perduraron, ayudándonos a componer las piezas de ese pasado" apuntó Dubois.
Las inmediaciones del lugar en el que actualmente está ubicada una estación expendedora de GNC, en el acceso a la ciudad, y las cercanías del camino que lleva a la planta de Alpat son algunos de esos viejos sitios de pesca que pudieron detectarse.
"A medida que pasaron los siglos la costa comenzó a cambiar, se volvió más recta, sin tantos canales de acceso, y pese a que el mar descendió en este segundo escenario que estudiamos, se tornó más dificultoso el acceso al agua, por eso las redes dejaron paso a otro sistema de captura, y estos pobladores comenzaron a usar líneas similares a las se que utilizan en nuestro tiempo, compuestas por una fibra o material similar que se tensa y se carga de anzuelos, aseguradas con pesas más pequeñas que las que usaban para las redes" expresó el profesional.
"En esta etapa se pesca menos en volumen, ya que se apunta a la calidad de las piezas, por eso los ´otolitos´ que hallamos son muchos más grandes, de corvinas de enormes dimensiones, pero también se nota un cambio en las dietas, ya que aunque antes se registraba consumo de otras especies como pingüinos, lobos marinos y guanacos más allá de los peces y mariscos, en esta instancia son ´mixtas´ por completo" explicó el arqueólogo, que supone que este cambio se debe "al crecimiento poblacional de estos grupos que ejerció cierta presión sobre el recurso pesquero".
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