En el interior del casco se han adherido restos de fauna subacuática. «Nos hemos centrado en el hierro, que es lo que se oxida y degrada con más rapidez al sacarlo del medio en el que ha estado miles de años, porque es un contraste y un 'shock' para las piezas», explica María José García.
El siguiente en la lista será el bronce y la cerámica del yacimiento arqueológico del Puig de la Nau, también en Benicarló. «Hay una barbaridad de cerámica funeraria y en su interior la historia de cada individuo; es apasionante y muy bella», concluye.
Los expertoos sitúan en la zona de les Roques de la Barbada un embarcadero utilizado desde la época ibérica que tuvo gran importancia en los períodos ibero-romano y alto imperial. Según las indicaciones del arqueólogo Ferran Arasa, el conjunto puede datarse desde el siglo III hasta el VI y, por el considerable volumen de hallazgos, se cree que en el lugar debió de existir un tráfico comercial significativo que podría haberlo convertido incluso en el desembarcadero más importante del extremo norte del litoral de la Comunitat Valenciana.
Fuente: http://www.lasprovincias.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario