El arquitecto Cristian Murray, integrante del Programa de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, ofreció, junto a sus compañeros de tareas, una charla abierta al público con respecto a la última campaña de investigación sobre la corbeta inglesa Swift. | |
Por Mario Dos Santos Lopes - Corresponsal en Pto. Deseado En 1770, la Swift emprendió un viaje de reconocimiento geográfico con destino a Puerto Egmont, la base británica en las Islas Malvinas. Documentos históricos revelan que vientos fuertes empujaron a la nave hacia la costa, donde chocó contra una roca y se hundió. La mayoría de los noventa y un tripulantes logró llegar a tierra firme, pero murieron el cocinero -su cuerpo apareció flotando al día siguiente- y dos infantes de marina, Robert Rusker (21) y John Ballard (23). Uno de ellos fue enterrado con honores militares en marzo de 2007 en el cementerio británico de la Chacarita. Griselda Bueno La Directora del museo municipal Mario Brozoski, se refirió a la charla realizada el pasado 13 de marzo, al resaltar que “la fecha era muy especial porque se cumplían los doscientos cuarenta años del hundimiento de la corbeta en nuestra localidad”. En esta charla se realizó una pequeña reseña de cómo resultó la campaña, cuáles son los trabajos realizados y además hicieron una reseña de años anteriores. También hubo una pequeña muestra del equipamiento que utilizan los integrantes del equipo que dirige la doctora Dolores Elkin para trabajar bajo el agua, los tanques, el oxígeno, los reguladores, el chaleco flotador, los canastos con los que recuperan las piezas que son subidas a la superficie. La farmacia del buque La funcionaria coincidió con los especialistas en las dificultades presentadas por el clima adverso del mes de febrero al decir que “ los primeros días fueron muy ventosos, y eso impidió que pudieran posicionar el pontón y una vez ubicado hubo días de lluvias muy intensas”. Estos problemas llevaron al equipo científico a cambiar de lugar, a un sector más cercano a la popa, a la zona donde ya habían excavado en anteriores campañas. En esta oportunidad trabajaron sobre un “baúl o cajón con divisiones que ellos lo denominan como un botiquín ya que encontraron frascos, pequeñas botellas con contenidos que pueden ser de medicamentos de la época”. “La pauta que puede llegar a ser un botiquín fue un pequeño porrón de cerámica que contenía mercurio que en ese momento se usaba para el tratamiento de la sífilis”, revelaron. Esto llevó al equipo de arqueología submarina a tomar muestras para mandar a analizar y confirmar que efectivamente eso formaba parte del botiquín del médico de a bordo. Conservando la historia En un complicado pero intenso mes de trabajo, también rescataron “algunos vidrios, unos pedazos de pequeñas pizarras con algunas marcas, un porrón con pequeñas cerámicas, así que, a pesar de las dificultades, fue una campaña bastante exitosa”. La Directora del museo destacó que hay tres personas que están trabajando en el laboratorio bajo la dirección del doctor Alberto Orsetti, a fin de seguir con las tareas de conservación de las piezas extraídas del lecho de la ría, para su posterior exhibición en ese centro cultural, visitado por turistas y estudiosos de todo el mundo. Fuente: http://www.prensalibreonline.com.ar/ |
jueves, 22 de abril de 2010
240 años después La corbeta Swift sigue sorprendiendo
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