En Yucatán hay más de 2,500 cenotes registrados oficialmente
Observando detenidamente pequeños fragmentos de hueso 
Varios cenotes mayas se encuentran repletos de huesos y cráneos pertenecientes a aquellos que fueron sacrificados
Cráneo de un adulto todavía en el fondo de un cenote antes de ser recogido por los arqueólogos
Cráneo que muestra señales de cortes con herramientas filosas
Un cráneo humano hallado a 60 metros de profundidad
Restos de la mandíbula de niño que fue expuesta al fuegoEl mundo submarino de los cenotes en la región maya no sólo guarda enormes tesoros naturales y una milenaria historia, también es santuario de restos óseos, ligados a antiguas prácticas rituales de sacrificio. Estos objetos contienen información fundamental para acercarnos más a los ritos que se mantenían en alrededor de estos majestuosos ojos de agua.
Un grupo de arqueólogos e investigadores pertenecientes a la Universidad Autónoma de Yucatán, encabezados por el destacado arqueólogo Guillermo de Anda, concluyeron un ambicioso proyecto, realizado entre 2003 y 2006,y publicado a fines de 2009, que tenía por objeto examinar cada uno de los esqueletos hallados al interior del “Cenote Sagrado” de Chichen Itzá. El objetivo era conocer de dónde provenían y a quién pertenecían dichos restos. Los estudios confirmaron que la popular hipótesis sobre los sacrificios de jóvenes vírgenes como ofrendas en el cenote es falsa. Además, permitió descifrar el perfil biográfico (género, edad, estado de salud) de los restos humanos encontrados.
El término cenote se utiliza para nombrar cualquier espacio subterráneo con agua, bajo la condición de que cuente con una apertura al exterior, sin importar el tamaño de esta. Estos “ojos de agua” llegan a alcanzar grandes profundidades. En la región del sureste mexicano se pueden ubicar miles de cenotes. Tan sólo en Yucatán se calcula que hay más de 3,000 cenotes, un conteo oficial realizado hace algunos años arrojó el dato de 2,555 cenotes registrados en el estado, sin embargo se calcula que podrían haber muchos más.
Uno de los elementos más distintivos de la zona arqueológica de Chichen Itzá, es precisamente la presencia de cenotes, entre los cuales destaca el “Cenote Sagrado” o “Cenote de los Sacrificios”, el cual mide aproximadamente 60 metros de diámetro y poco más de 13 metros de profundidad. El “Cenote Sagrado” es considerado el más importante debido a la cantidad y diversidad de usos rituales que cumplió para los mayas. Por esta razón, profundizar en su estudio es algo esencial para enriquecer nuestro conocimiento sobre esta, una de las culturas prehispánicas más vistosas e influyentes en nuestra historia nacional.
El estudio que realizaron bajo el título de “Análisis osteatofonómico de restos óseos sumergidos en cenotes. Una visión desde el Cenote Sagrado de Chichén Itzá” obtuvo una mención honorífica del premio “Javier Romero Molina”, que otorgó el INAH en reconocimiento a su calidad y relevancia. Este proyecto consistió en analizar los restos óseos encontrados al interior del cenote. Los especialistas armaron los esqueletos de 127 individuos, a partir de restos dispersos, de los cuales el 79% pertenecen a niños, y los demás a adultos, dominando los de sexo masculino con un 64%. Estos resultados forenses contradicen la posibilidad de que en los sacrificios rituales que se realizaban en el cenote, se ofrendaban principalmente mujeres vírgenes.
El éxito con el que concluyó este proyecto, cuya importancia atrajo incluso el apoyo de organizaciones internacionales como la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega y ProMare, organismo estadounidense dedicado a proyectos de arqueología subacuatica, permitió el respaldo institucional para que este grupo de expertos se dedicará a preparar un segundo estudio titulado “El culto al cenote en el centro de Yucatán”. Durante el 2007 se llevó a cabo la primera temporada de campo de este nuevo proyecto, mientras que la segunda esta prevista para comenzar el próximo mes de marzo. Este estudio contempla un universo de análisis de al menos 500 cenotes localizados en tierras yucatecas.
El grupo de investigadores que encabeza el arqueólogo Guillermo de Anda se ha propuesto descifrar los misterios ocultos en las profundidades de los cenotes yucatecos. Esta es una labor que sin duda permitirá acercarnos a rincones desconocidos de una de las culturas más esplendorosas de nuestro pasado, la cultura maya.
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Arqueología subacuática de la UADY
Javier Barros del Villar
Un grupo de arqueólogos e investigadores pertenecientes a la Universidad Autónoma de Yucatán, encabezados por el destacado arqueólogo Guillermo de Anda, concluyeron un ambicioso proyecto, realizado entre 2003 y 2006,y publicado a fines de 2009, que tenía por objeto examinar cada uno de los esqueletos hallados al interior del “Cenote Sagrado” de Chichen Itzá. El objetivo era conocer de dónde provenían y a quién pertenecían dichos restos. Los estudios confirmaron que la popular hipótesis sobre los sacrificios de jóvenes vírgenes como ofrendas en el cenote es falsa. Además, permitió descifrar el perfil biográfico (género, edad, estado de salud) de los restos humanos encontrados.
El término cenote se utiliza para nombrar cualquier espacio subterráneo con agua, bajo la condición de que cuente con una apertura al exterior, sin importar el tamaño de esta. Estos “ojos de agua” llegan a alcanzar grandes profundidades. En la región del sureste mexicano se pueden ubicar miles de cenotes. Tan sólo en Yucatán se calcula que hay más de 3,000 cenotes, un conteo oficial realizado hace algunos años arrojó el dato de 2,555 cenotes registrados en el estado, sin embargo se calcula que podrían haber muchos más.
Uno de los elementos más distintivos de la zona arqueológica de Chichen Itzá, es precisamente la presencia de cenotes, entre los cuales destaca el “Cenote Sagrado” o “Cenote de los Sacrificios”, el cual mide aproximadamente 60 metros de diámetro y poco más de 13 metros de profundidad. El “Cenote Sagrado” es considerado el más importante debido a la cantidad y diversidad de usos rituales que cumplió para los mayas. Por esta razón, profundizar en su estudio es algo esencial para enriquecer nuestro conocimiento sobre esta, una de las culturas prehispánicas más vistosas e influyentes en nuestra historia nacional.
El estudio que realizaron bajo el título de “Análisis osteatofonómico de restos óseos sumergidos en cenotes. Una visión desde el Cenote Sagrado de Chichén Itzá” obtuvo una mención honorífica del premio “Javier Romero Molina”, que otorgó el INAH en reconocimiento a su calidad y relevancia. Este proyecto consistió en analizar los restos óseos encontrados al interior del cenote. Los especialistas armaron los esqueletos de 127 individuos, a partir de restos dispersos, de los cuales el 79% pertenecen a niños, y los demás a adultos, dominando los de sexo masculino con un 64%. Estos resultados forenses contradicen la posibilidad de que en los sacrificios rituales que se realizaban en el cenote, se ofrendaban principalmente mujeres vírgenes.
El éxito con el que concluyó este proyecto, cuya importancia atrajo incluso el apoyo de organizaciones internacionales como la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega y ProMare, organismo estadounidense dedicado a proyectos de arqueología subacuatica, permitió el respaldo institucional para que este grupo de expertos se dedicará a preparar un segundo estudio titulado “El culto al cenote en el centro de Yucatán”. Durante el 2007 se llevó a cabo la primera temporada de campo de este nuevo proyecto, mientras que la segunda esta prevista para comenzar el próximo mes de marzo. Este estudio contempla un universo de análisis de al menos 500 cenotes localizados en tierras yucatecas.
El grupo de investigadores que encabeza el arqueólogo Guillermo de Anda se ha propuesto descifrar los misterios ocultos en las profundidades de los cenotes yucatecos. Esta es una labor que sin duda permitirá acercarnos a rincones desconocidos de una de las culturas más esplendorosas de nuestro pasado, la cultura maya.
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Arqueología subacuática de la UADY
Javier Barros del Villar
es un tema y emprendimiento apacionante el querer develar el misterio que ocultan estos increibles y magestuosos pozos de agua que forman parte estructural de la cultura maya y su pensamiento relacionado a la existencia del inframundo. el articulo es verdaderamente interesante para todas aquellas personas que se sienten movilizados por conocer mas de esta cultura. karin de argentina
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