El revulsivo que significa en ocasiones un hallazgo en materia de patrimonio cultural subacuático....ya que parece que en ciertos países no se ponen a trabajar ( invertir más € o $) hasta el momento de encontrar algo sustancial y que revuelva un poco las conciencias de esos políticos locales que muchas veces se les escapan conceptos tan básicos como : patrimonio cultural o protección de bienes culturales.
Nos alegra enormemente este hallazgo , su importancia para la arqueología subacuática internacional , pero más por la nacional , en este caso brasileña, ya que significa que las mentalidades parece ir cambiando.
ACTIN
Encuentran el naufragio más antiguo en la historia brasileña
Los restos de un navío del siglo XVI que al parecer pertenecía a una expedición comandada en 1526 por el navegante español Sebastián Caboto fueron descubiertos en una región próxima al litoral sur de Brasil.
El naufragio, de confirmarse tal hipótesis, es el más antiguo ya identificado en Brasil, informó hoy en su site la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Santa Catarina (Fapesc), que financia los trabajos de rescate.
Los restos están localizados bajo ocho metros de sedimentos marinos y fueron hallados en las proximidades de las playas del Sueño, Naufragados y Papagayos, turísticos balnearios en la región sur de la isla de Santa Catarina.
Esta isla, en donde hoy está ubicada la ciudad de Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina, era un punto de paso de las embarcaciones que navegaban por el Atlántico sur en la época de los grandes descubrimientos.
Los buzos y arqueólogos que trabajan en las excavaciones ya retiraron de un área de cerca de 30 metros de diámetro un cañón, piedras de lastro,restos de cerámicas, cables y un ancla.
Los aparatos detectores de metales indican que en el local puede encontrarse el casco de una embarcación.
La primera pieza en ser encontrada fue el ancla, que el buzo Gabriel Correa descubrió por casualidad en 2005.
Ese descubrimiento dio nacimiento al Proyecto Rescate Barra Sur,responsable por las búsquedas.
"Por el tamaño y el formato de la pieza creemos que esa ancla pertenece a un navío del siglo 16. Era el tipo de ancla utilizada por las embarcaciones de la época", explica Correa, que comanda el proyecto.
Los estudios documentales indican que puede tratarse de una de las naves que formaba parte de la expedición de Caboto y que naufragó en la región en la primera mitad del siglo XVI.
Caboto comandaba una expedición que había partido de España en 1526 (34 años después del descubrimiento de América y 26 años después del descubrimiento de Brasil) con la misión de viajar a Oriente, pero que desviósu curso atraído por las historias de una civilización en América que se decoraba con oro.
"La isla de Santa Catarina era un punto estratégico de abastecimiento para los navegantes que en los siglos XVI y XVII servían a los diversos reinos europeos que se dirigían rumbo al río de La Plata", asegura Nei Mund Filho, otro de los miembros del proyecto.
Según Mund Filho, muchos navegantes fueron sorprendidos en la bahía sur de la isla por la geografía accidentada del lecho marino y por vientos traicioneros, y por eso la región se convirtió en un cementerio de navíos.
Con autorización para explorar un área de 400 kilómetros en la región, el Proyecto Rescate Barra Sur ya localizó tres naufragios, el más reciente con 100 años.
Los trabajos, sin embargo, avanzan lentamente por las dificultades de la arqueología submarina, que exige equipos sofisticados para detectar los restos, trabajo con equipos manuales en las excavaciones y traslado de los hallazgos a la superficie.
El naufragio, de confirmarse tal hipótesis, es el más antiguo ya identificado en Brasil, informó hoy en su site la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Santa Catarina (Fapesc), que financia los trabajos de rescate.
Los restos están localizados bajo ocho metros de sedimentos marinos y fueron hallados en las proximidades de las playas del Sueño, Naufragados y Papagayos, turísticos balnearios en la región sur de la isla de Santa Catarina.
Esta isla, en donde hoy está ubicada la ciudad de Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina, era un punto de paso de las embarcaciones que navegaban por el Atlántico sur en la época de los grandes descubrimientos.
Los buzos y arqueólogos que trabajan en las excavaciones ya retiraron de un área de cerca de 30 metros de diámetro un cañón, piedras de lastro,restos de cerámicas, cables y un ancla.
Los aparatos detectores de metales indican que en el local puede encontrarse el casco de una embarcación.
La primera pieza en ser encontrada fue el ancla, que el buzo Gabriel Correa descubrió por casualidad en 2005.
Ese descubrimiento dio nacimiento al Proyecto Rescate Barra Sur,responsable por las búsquedas.
"Por el tamaño y el formato de la pieza creemos que esa ancla pertenece a un navío del siglo 16. Era el tipo de ancla utilizada por las embarcaciones de la época", explica Correa, que comanda el proyecto.
Los estudios documentales indican que puede tratarse de una de las naves que formaba parte de la expedición de Caboto y que naufragó en la región en la primera mitad del siglo XVI.
Caboto comandaba una expedición que había partido de España en 1526 (34 años después del descubrimiento de América y 26 años después del descubrimiento de Brasil) con la misión de viajar a Oriente, pero que desviósu curso atraído por las historias de una civilización en América que se decoraba con oro.
"La isla de Santa Catarina era un punto estratégico de abastecimiento para los navegantes que en los siglos XVI y XVII servían a los diversos reinos europeos que se dirigían rumbo al río de La Plata", asegura Nei Mund Filho, otro de los miembros del proyecto.
Según Mund Filho, muchos navegantes fueron sorprendidos en la bahía sur de la isla por la geografía accidentada del lecho marino y por vientos traicioneros, y por eso la región se convirtió en un cementerio de navíos.
Con autorización para explorar un área de 400 kilómetros en la región, el Proyecto Rescate Barra Sur ya localizó tres naufragios, el más reciente con 100 años.
Los trabajos, sin embargo, avanzan lentamente por las dificultades de la arqueología submarina, que exige equipos sofisticados para detectar los restos, trabajo con equipos manuales en las excavaciones y traslado de los hallazgos a la superficie.
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