Situado en las orillas del río Çarşamba, en la llanura de Konya, en la Anatolía central. Se encuentra a unos 60 km de Konya, esta abierto al público todo el año aunque es mejor visitarlo a partir de Julio. Çatal Höyük es un tell o utilizando la palabra turca es un Höyük que se podría traducir por montaña con un ligero matiz, no se trata de una montaña natural sino de una acumulación de restos, escombros y derrumbes debidos a la acción humana, así que nos encontramos en un montículo artificial.
Hace nueve mil años, en el poblado de Çatalhöyük, las casas no tenían ni puertas ni ventanas, y entre las casas no existían calles. La gente iba de un lado a otro a través de los tejados, y entraban y salían por el techo, por el mismo agujero que dejaba escapar el humo y el hollín de la cocina. Cada casa albergaba bajo el suelo un linaje de muertos. A veces, en verano, el hedor alcanzaba los pisos altos, pero hombres y mujeres saludaban aquella podredumbre con humilde respeto. Eran sus muertos, no debían abandonarlos. Por lo demás, sabemos poca cosa de su vida. Disponían de útiles líticos finamente pulidos, y habían domesticado cereales y ovejas. Cazaban cerdos y caballos salvajes y sabían servirse de las plantas silvestres. Ignoramos en qué creían, pero se han encontrado grandes toros pintados en los muros y corpulentas diosas de piedra entronizadas, supuestamente restos de un viejo culto a la fertilidad.
Los arqueólogos andan despistados. ¿Reinaba un patriarcado o un matriarcado en aquella sociedad de ocho mil almas? Análisis de restos de hollín en las costillas indican que hombres y mujeres permanecían el mismo tiempo dentro de sus casas, y un estudio exhaustivo de los dientes revela que sus dietas no diferían mucho. Entre aquellas paredes, encima de los muertos, los ojos eran negros y brillantes como esquirlas de obsidiana, las manos se habían vuelto sabias sobre la húmeda arcilla de las vasijas hechas para guardar semillas. En las noches de calor, muchos salían a dormir al tejado, dejándose mecer del dulce espanto que causan desde siempre la oscuridad y las estrellas. Mujeres y hombres con los mismos ojos, las mismas manos, el mismo placer al hundirlas en la harina, la misma espera ansiosa de la lluvia en la estación propicia…
El yacimiento neolítico de Çatal hüyük fue descubierto en los últimos años de la década de los 50 del siglo pasado, y excavado por James Mellaart entre 1961 y 1965. El lugar fue famoso rápidamente debido a su gran extensión y a la densa ocupación del asentamiento, como las pinturas espectaculares de los muros y las piezas encontradas en el interior se sus viviendas.
Los primeros trabajos pusieron del manifiesto que sus descubridores se encontraban ante un asentamiento excepcional, se hallaron frente a una serie de estructuras decoradas con frescos y elementos plásticos trabajados en arcilla y modelados formando altorrelieves.
En sus estructuras se encontraron numerosos objetos cotidianos, como cuchillos realizados en piedra, estatuillas femeninas, una de ellas sedente sobre un trono de animales que se identificó como una diosa-madre. Se trabajaron los objetos en materiales tales como la obsidiana, el sílex, arcilla, y hueso.
Una de las características que más les llamó la atención a los descubridores del yacimiento fue el acceso a las viviendas, no existía puerta exterior, sino claros rastros de acceso por el tejado mediante escaleras de mano, mientras que, sus muertos, fueron enterrados bajo el suelo de sus viviendas. Este yacimiento es uno de los mayores asentamientos neolíticos del Próximo Oriente, con una superficie de 13 hectáreas. Desde 1993 un equipo internacional de arqueólogos, bajo la dirección de Ian Hodder, ha estado realizando nuevas excavaciones.
Después realizar una prospección de superficie se comenzó a trabajar en las áreas Norte y Sur en 1995. En 1996 y 1997, la cima del montículo se excavó por un equipo de la Universidad de Tesalónica. En 1997, ese abrió catas por un equipo de la Universidad de Berkeley. Las excavaciones en el área Norte, entre 1995 y 1998, revelaron dos edificios: el edificio 1 construido sobre los cimientos del conocido el edificio 5, y junto a las estructuras neolíticas y calcolíticas se han encontrado vestigios romanos y bizantinos.
Durante el Holoceno, entre los dos montículos que forman el yacimiento discurrió un río, al menos ocasionalmente. El asentamiento estaba ocupado durante el Neolítico y el Calcolítico. La falta de ocupación en la Edad de bronce y los contrastes de ocupacionales durante la edad de Hierro, donde hay evidencias de habitación en otros lugares de la región, implican que el abandono o despoblamiento en estas dos etapas, debe haberse producido por causas locales.
El tell de tierra alcanzaba los 20 m de altura antes que sus faldas fueran cubiertas por el aluvión. Se localizaron al principio las arcillas aluviales que habían empezado a formar Çarsamaba Çay y qué, probablemente, fueron la causa de una tierra rica para la agricultura. Los procesos de salinización, constituyeron un problema a largo plazo en el área, y se deberán estudiar para ver la incidencia en el desarrollo y abandono del asentamiento. El lugar fue de nuevo habitado en la etapa helenística, en la etapa romana y bizantina, cuyos vestigios se han encontrado en las últimas campañas.
Fue fundado aproximadamente en el 7000 a.C., creció rápidamente, y no tardó en transformase en un poblado rico y próspero. El asentamiento se extiende por dos colinas. Se compone de 15 metros de depósitos neolíticos, agrupados en 14 niveles arqueológicos. Una figura muestra la reconstrucción del yacimientos, cuya población se estima entre de 5.000 y 6.000 personas.
• Sus casas estaban construidas tan juntas que debían entrar en cada casa mediante un agujero en la azotea.
• El acceso a los interiores de las se realizaba por una escala de madera situada en un lado de las azoteas, que eran planas.
• Las casas fueron construidas de adobe y tenían varias habitaciones
• El cuarto principal contuvo bancos y plataformas para sentarse y dormir.
• La esperanza de vida era corta; un promedio de 34 años para los hombres, 29 para las mujeres.
Los hallazgos hablan de la existencia de una agricultura avanzada. Los restos calcinados de los asentamientos atestiguan que los cultivos básicos eran el trigo, la cebada y los guisantes. Aunque también aparecen restos de lentejas y algarrobo.
La cría de ganado era básica para la economía de los habitantes del poblado, aparecieron gran número de huesos de bovinos y muchos cuernos de bóvidos, auténticos o reproducidos en arcilla, usados como ornamentos en algunos edificios, influyendo en la vida religiosa y social de la comunidad.
En el nivel VI se encontraron restos de lana que demuestra la domesticación de ovejas.
La mayoría de las materias primas debieron ser importadas y la aldea se convirtió en el centro de un complejo que negociaba, repartiendo en una amplia gama de artículos – madera, obsidiana, pedernal, cobre. Las puntas de flecha producidas sus artesanos, dagas del pedernal y obsidiana, piedra, arcilla cocida al horno y figuritas de piedra talladas, textiles, recipientes de madera y cerámica se transformaron en productos manufacturados con los que comerciar. Baratijas tales como cabezas y colgantes de cobre fundido o plomo también fueron producidas y exportadas. Muchas características de Çatal Hüyük son desconcertantes. Sin embargo, aunque no sabemos mucho del desarrollo político y social de la aldea neolítica, esta aldea es básica para el desarrollo y los comienzos de la futura revolución urbana.
En la acumulación de depósitos que se sitúan en la zona oriental se encuentra la parte principal del yacimiento que excavó Mellaart en 1963-1965 y donde se han continuado las recientes excavaciones, es este lugar se encuentran los principales hallazgos datados durante el Neolítico de la zona, aunque en la zona más alta del yacimiento se han hallado restos helenísticos y bizantinos.
Durante el Neolítico el ecosistema de la llanura de Konya era muy diferente al actual. El asentamiento estaba atravesado por río Çarsamba que fluía desde el Tauro a través de la llanura de Konya, el río inundó grandes zonas cercanas a la aldea configurando un rico espacio y los primeros habitantes de la zona se aprovecharon de los recursos que les proporcionaba este ecosistema:
Leña, cañas, hierbas, peces y aves acuáticas, en la zona de la llanura seca, existían ricos rebaños de animales salvajes como caballos ovicápridos o ciervos junto al jabalí salvaje. En montañas, se abrían bosques de roble que proporcionaron madera para la construcción a los habitantes de Çatal Hüyük.
Çatal Hüyük, en su zona oriental forma una acumulación de restos que se pueden datar como pertenecientes a una aldea neolítica con estructuras de habitación realizadas en adobe. Los seres que habitaron esta aldea neolítica no pensaron o no construyeron sus casas para siempre, o quizás les encantaba redecorar su vida, como dice el anuncio, por lo cual, unos cien años después de construir sus primeras casas de dedicaron a demolerlas y construir nuevas viviendas, de esta forma se fue configurando esta montaña artificial en la llanura de Konya, hasta alcanzar el nivel que tiene hoy, bueno restando los siglos de erosión.
Las casas datadas en la etapa neolítica se construyeron muy juntas, sin embargo existían un pequeño espacio entre alguna de ellas destinado a ser el depósito de basuras comunales y de medianía entre los edificios. En estos espacios intermedios se arrojaron los huesos de los animales, los desperdicios y los restos de piezas cerámicas inútiles.
Algunas de estas medianías muestran restos de haber sido utilizadas como corrales para guardar animales domésticos como cabras u ovejas. La proximidad de las viviendas obligaron a los habitantes a realizar otras tareas en los límites del poblado. De esta forma trabajos como la construcción de adobes o el aventado del grano se realizaron en los bordes del asentamiento.
Los materiales básicos de los edificios fueron el adobe y la madera. Los muros fueron construidos con adobe secado al sol y cubiertos con un mortero a base de cal y arcilla. Los tejados eran planos y se sustentaban en postes de madera interiores, y los suelos eran de arcilla pisada. En la actualidad se piensa que actividades cotidianas tales como la preparación de la comida se realizaron en el tejado.
Los interiores de casas de Çatal Hüyük siguen el mismo módulo habitacional con rasgos similares para situaciones similares. La mayoría de las casas se levantaron sobre plataformas debajo de las cuales se realizaban los enterramientos. Los hornos se colocaron, en su mayoría, contra la pared sur, las escaleras de mano en la esquina del sudeste del cuarto principal, al igual que los contenedores de almacenamiento, las áreas para moler y preparar la comida, que se encontraban en la habitación mayor.
El interior de estas viviendas debió ser oscuro llenos del humo de los hornos interiores dado que no se han encontrado evidencias de ventanas. la única evidencia de evacuación de humos serían los huecos dispuestos para las escaleras de mano.
Las paredes interiores de las casas estaban cubiertas con yeso. La aplicación de estas capas de yeso se realizaba en dos fases:
• Una capa gruesa y espesa de yeso
• Una capa más ligera al agua
Es posible que dada la presencia de humo se aplicara una nueva capa ligera una o dos veces al año. En algunos edificios se ha encontrado mas de 120 capas de yeso. Esta paredes fueron decoradas con colores en algunas ocasiones, el rojo y el negro fueron los más comunes.
Los colores se aplicaron en capas finas que reproducían diseños geométricos o escenas en las que se representaron animales y personas.
Junto a las pinturas se realizaron apliques plásticos a modo de bajorrelieves, se modelaron figuras de animales salvajes, especialmente felinos como el leopardo y representaciones de toros, en genera, bucráneos. Se modelaron los toros sobre sus mandíbulas y cornamentas.
En las casas de esta etapa estaban compartimentadas en diferentes áreas cada una con una actividad específica bien definida. Se pueden identificar por el uso de plataformas, por la decoración de las paredes, separadas por pilares interiores o bordes bajos en el suelo, por ejemplo, un borde ligeramente levantado rodeó a menudo los hogares y los hornos, separando las áreas más sucias del cuarto de las zonas más limpias, impidiendo que se derramara el hollín, el carbón de leña o la ceniza en el resto de la habitación.
Los suelos se cubrieron con esteras que aislaban del suelo, mantenían limpia la estancia y, posiblemente, sirvieron como colchón. Otras áreas bien definidas incluyeron espacios para la preparación de comida con las cubetas molederas. Los muertos fueron enterrados bajo los edificios, la mayoría bajo el suelo de la habitación principal, existen enterramientos de bebes, niños y adultos, algunos de ello fueron enterrados en contendores de cestería y muchos de los cuerpos estuvieron decorados con ocre.
Cuando se procedió a nivelar el suelo de la capilla 10 de las excavaciones de Mellaart, se encontraron tres nuevos edificios, entre los edificios 6 y 17 se hallaron varios enterramientos: tres adultos, tres neonatos y tres bebes, el mayor de ellos de ocho meses.
Tres enterramientos se encontraron en cestos, otros se había depositado contra la pared oriental del edificio. La conservación de los restos encontrados en los cestos es mala, dado que soportaron en mayor medida la presión de los depósitos superiores.
Uno de los bebes, que se corresponde con el enterramiento nº 464 fue enterrado con una serie de piezas a modo de ajuar funerario: dos pulseras y dos ajorcas atadas al cuerpo.
Entre los tres adultos encontrados, el esqueleto 4394, presentaba un cráneo cuya orientación era hacia el sur y con el torso ligeramente levantado quedando el resto del cuerpo mas bajo, en la región abdominal del esqueleto aparecieron los resto de alguna clase de material orgánico, posiblemente una estera que le debió cubrir el cuerpo. Probablemente era el esqueleto de un varón joven.
El segundo adulto se encontró en el cuadrante norte-oriental del edificio, el esqueleto estaba bajo una gran pieza de madera quemada de 70 cm., de largo por 20 cm., de ancho. El esqueleto tenia la cabeza orientada hacia el oeste. El brazo izquierdo se extendía por el lado izquierdo del cuerpo con la mano izquierda en el lado izquierdo encima del sacrum. Las piernas presentaban una posición que sugería estar en cuclillas, aunque estaba en posición horizontal, con las piernas bajo la pelvis.
Dos enterramientos infantiles en las cestos cortaron los suelos de la pared oriental y un entierro adulto cortó la parte superior de la plataforma del sur.
En la última fase el horno se había trasladó a a la esquina de SO, la plataforma del sur y área del hogar permanecían sin cambios. En el espacio asociado a la capilla 10 de Mellaart, que denominó la antecámara, al intentar una nueva nivelación se encontraron varios hallazgos entre ellos unas garras de oso. En este espacio se encontraron agujeros de poste, restos de contenedores, un espacio sucio, cubierto de cenizas que hacen pensar en la existencia de un hogar confirmado por el hallazgo de una serie de hornos, se encontró, también, los restos de un nicho en la pared oriental.
En la campaña de 1995 cuando se realizaron limpiezas para poner al descubierto unas posibles estructuras de habitación bajo una serie de montones de tierra en las excavaciones en la zona norte se encontró una edificación. La estructura hallada se denominó edificio 1, pero bajo este edifico se encontró otro anterior datado en el Neolítico, se hallaron los restos de paredes, suelos y estructuras interiores como el pavimento levantado, contenedores, nichos y hornos del edificio, que fue denominado como edificio 5. Se hallaron los restos que habían sido demolidos por los habitantes que construyeron el superior. La excavación de este edificio tuvo lugar en 1998.
La casa estaba dividida en cinco habitaciones, un cuarto principal con cuatro cuartos mas pequeños, dos en el lado oeste y otros dos en el lado este. El edificio no tenía ninguna puerta en la planta baja, pero se encontró en cambio una vía para una escalera de mano que llevaba al tejado. Debajo la escalera de mano se encontraba el horno principal del cuarto, adosado a la pared del sur. El suelo de yeso alrededor de la habitación estaba levantado, posiblemente algunas zonas fueron cubiertas con esterillas de caña tejidas que aislaron y mantenían limpio el entorno. Se han conservado los restos de los agujeros para los postes que sujetaron el tejado estos postes de madera estaban alejados cuando la casa fue demolida en la fase posterior, dejando cicatrices en la pared enyesada y agujeros en los suelos dónde se habían elevado.
Se encontraron dos puertas bajas que comunicaban la habitación principal con los dos cuartos orientales. De estos cuartos, el situado al norte presentaba un pilar de adobe y banco bajo corrido adosado a la pared, el cuarto del sur tenía dos cubetas poco profundas, probablemente para la preparación de comida. Una pared de yeso delgada apoyada en un pilar del adobe separó estos cuartos.
Los cuartos situados al oeste estaba unidos por una puerta baja con la habitación principal. El primero de estos cuartos contuvo seis contenedores de arcilla. Originalmente, habrían tenido tejados abovedados y agujeros pequeños y redondos en el frente. Se utilizaron para guardar granos, guisantes, lentejas y otros alimentos. Cuando fueron excavados, se pudo apreciar restos cestos tejidos de caña.
Otra puerta baja unió el cuarto de los contenedores con el que estaba situado mas al norte que apareció vacío y. aparentemente, sin usar. El análisis químico puede decirnos para que fuera utilizado este cuarto.
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