Arqueología subacuática
La arqueología estudia las culturas humanas a través del análisis de sus restos históricos para explicar el origen y el desarrollo de las civilizaciones. La arqueología subacuática es una subdisciplina de la arqueología que se dedica al estudio de los yacimientos, los objetos, los restos humanos y los paisajes que se encuentran bajo el agua.
La arqueología subacuática debe encuadrarse en el ámbito de la arqueología marina, que estudia las relaciones entre los seres humanos y los ríos, lagos y océanos, y es complementaria de la arqueología náutica, que estudia la construcción y el uso de las naves.
Los yacimientos arqueológicos subacuáticos son una valiosa fuente de información histórica, puesto que, gracias a la falta de oxígeno, suelen conservar material que ha desaparecido en los yacimientos situados en tierra firme.
Técnicas
La prospección, la excavación y la preservación de los yacimientos son fases importantes del proceso de investigación arqueológica subacuática.
En la arqueología subacuática se aplican diversas ciencias arqueológicas:
- el estudio de la historia y los escritos relacionados con acontecimientos históricos;
- física, ciencias de la información y química;
- antropología cultural, que estudia las distintas culturas y su variación y examina el impacto de los intercambios entre ellas;
- dendrocronología, que sirve para datar la madera;
- la arqueobotánica y la arqueozoología, que sirven para comprender la materia vegetal y animal (por ejemplo, para la identificación de muestras de polen, semillas o esqueletos de animales);
- análisis de concreciones mediante rayos X para analizar su interior o poder ver inscripciones;
- geología, que proporciona información sobre los movimientos del suelo que han transformado un yacimiento o bien sobre los cambios en el nivel del mar, la erosión o la deposición del material sedimentario.
Cualificaciones
Los yacimientos arqueológicos son muy frágiles y sensibles a las intrusiones. Incluso las intervenciones que abren los yacimientos con fines de investigación provocan daños en la información arqueológica que contienen, puesto que los alteran. Por lo tanto, es importante registrar con precisión toda la información que contiene el yacimiento.
Es por ello que en el Anexo de la Convención de 2001 figuran las Normas relativas a las actividades dirigidas al patrimonio cultural subacuático, por las cuales se establece que en los yacimientos sumergidos sólo pueden intervenir personas cualificadas que cuenten con la adecuada formación.
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