El cáñamo, planta de uso ancestral originaria de Asia, tuvo y tiene diversos usos, que van desde su aplicación textil o alimenticia en las variedades denominadas “cáñamo industrial” hasta su utilización como sustancia medicinal o psicoactiva en las variedades llamadas marihuana.
Sin lugar a dudas es una planta útil. Con su fibra se hacen sogas, velas, ropa, redes, papel y otros objetos. Las semillas se comen, y son ricas en proteínas y aceites. Sus flores se fuman y también pueden ingerirse en forma lúdica o en carácter medicinal.
El cáñamo fue moneda de curso legal en la mayoría de las colonias americanas de los ingleses desde 1631 hasta principios del 1800; Incluso se llegaba a encarcelar a aquellas personas que se negaban a cultivar el cáñamo durante los periodos de escasez (Virginia entre 1763 y 1767). Los gobiernos del siglo XVIII, en España, dejaron orientaciones adecuadas para asegurar la protección del cáñamo producido en las Vegas de Granada y del Segura para la marina española.
En 1740 Rusia producía el 80% de la producción occidental de cáñamo acabados (cuerdas, redes, velas, ropa...) gracias a su mano de obra barata. El cannabis era el principal producto mercantil de Rusia, por delante de pieles, madera y hierro. Gran Bretaña era su principal comprador, ya que los productos fabricados a base de cáñamo eran imprescindibles en su armada naval.
En 1839 el doctor O'Shaugnessy, profesor británico en la Escuela Médica de Calcuta ya publicó el primer artículo (de unas cuarenta páginas) sobre propiedades analgésicas, antiespasmódicas y relajantes musculares del cannabis.
En 1850, en los Estados Unidos se contabilizaron 8.327 plantaciones de cáñamo cultivado para hacer telas, lonas e incluso las cuerdas utilizadas para embalar el algodón. La mayoría de estas plantaciones censadas se encontraban en el Sur o en los estados colindantes, principalmente por la posibilidad de imponer en estos lugares de esclavos como mano de obra barata para trabajar.
Una de las recetas médicas más utilizadas en los EE.UU. desde 1842 hasta 1930 se elaboraba con diversos extractos de marihuana (1). Durante todo este periodo no se contabilizó ni una sola muerte producida por el consumo de dichos medicamentos, ni mucho menos ocasionó trastornos mentales (como se aseguro posteriormente).
En 1860 la compañía "Ganjah Wallah Hasheesh Candy" elaboró un caramelo de hachís de azúcar de arce que sería una de las golosinas más populares de los EE.UU.
En 1883 se abrieron legalmente salones para fumar hachís en Nueva York, Boston, Filadelfia, Chicago, San Luis, Nueva Orleans, etc. En esta década el Boletín Oficial de la policía calculó que había 500 salones para fumar hachís en la ciudad de Nueva York.
Alrededor de 1886 marineros mejicanos y negros, que comerciaban con las islas Antillas tuvieron un primer contacto con la marihuana y propagaron su uso por todas las Antillas y Méjico. En estas islas se fumaba cannabis para aliviar el pesado trabajo de los campos de caña, soportar el calor, y para relajarse por las tardes sin que luego tuvieran la resaca de alcohol mañanera.
El cannabis continuó siendo el segundo medicamento más utilizado hasta 1901, siendo reemplazado entonces por la aspirina. Se producía principalmente en Estados Unidos, países asiáticos y mediterráneos musulmanes.
Todo iba bien entre la marihuana y la humanidad, hasta que el magnate de la prensa Randolph Hearst perdió 800.000 acres de terreno en México, arrebatados por Pancho Villa. Hearst debía gran parte de su fortuna a la producción de papel a través de la industria maderera y le interesaba
eliminar cualquier competencia con el papel de cáñamo mexicano, así que inició una cruzada mediática a través de sus periódicos en la que satanizaba el consumo del cannabis y lo presentaba ante la opinión pública como una droga socialmente devastadora. Hearst en sus artículos desarrollaba teorías racistas en las que explicaba como “los negros y mexicanos” se convertían en bestias asesinas bajo los efectos de la marihuana.
Hearst utiliza la palabra "mariijuana", (que empleaban los mexicanos para nombrar el cannabis o cáñamo), para que la gente no se diera cuenta que lo que quería prohibir era una planta altamente productiva y útil como el cannabis. Sus campañas sensacionalistas tuvieron un peso decisivo en la prohibición de la planta. A este argumento racista, se le añade el que se originó en torno a los salones de Los Angeles o Nuevo Orleans donde, además de fumar hachís se escuchaba jazz. Las mentes puritanas de la época empezaron a decir que los negros de estos lugares, cuando fumaban mariguana se convertían en "insolentes", llegando a mirar dos veces a una mujer blanca o atreviéndose a pisar la sombra de un blanco. Motivos que, aunque increíbles, son ciertos y llegaron a costarle la libertad a más de un negro (2).
Ademas de los motivos raciales para su prohibición, existieron principalmente motivos económicos, y cuando no, los estadounidenses fueron los que comandaron la cruzada. En 1917, George Schlichten inventó la máquina descortezadora, que iba a servir para recolectar de manera mucho más eficaz el cáñamo. La invención de la descortezadora suponía una fuerte amenaza para la industria del algodón, que estaba íntimamente ligada con los sectores políticos más influyentes, éstos, junto con los medios de comunicación involucrados con la industria maderera del papel, potenciaron la satanización del cáñamo e impulsaron su prohibición. Asimismo, el naylon y el plástico irrumpen en el mercado, dando lugar a una auténtica invasión de los tejidos sintéticos ligados a los intereses económicos de las grandes multinacionales, como es el caso de la química
DuPont. Finalmente, habiendo aterrorizado a la sociedad americana con los efectos violentos que tenía la marihuana, en diciembre de 1937 el Congreso de Estados Unidos aprobó su prohibición. Posteriormente logran imponer su idea en todo el mundo.
El furor anti cáñamo mundial duró hasta que Estados Unidos se dio cuenta de que necesitaba el cáñamo. El tallo se usa para hacer cuerdas y redes de paracaídas, dos productos indispensables en la Segunda Guerra Mundial. Fue así que en 1942 el Estado norteamericano cambió de opinión, al punto de que el departamento de agricultura produjo un film llamado Cáñamo para la victoria (Hemp for Victory) donde se pedía a los “campesinos patrióticos” que lo plantaran por favor.
Uso Medicinal
Toda la información contenida en este apartado, está exclusivamente destinada a la información para un uso adecuado del Cannabis. Dicha información, jamás podrá sustituir el asesoramiento, diagnóstico, indicación o consejo profesional de un médico cualificado. Le recordamos la importancia de consultar con su Médico.
La acción terapéutica del cannabis sativa es llevada a cabo por los cannabinoides. Reciben este nombre porque son compuestos que sólo se encuentran en esta planta. Tienen 21 átomos de carbono, son aceites (por lo tanto liposolubles) y fueron aislados por primera vez en laboratorio en 1970. Su concentración en la planta es distinta según la variedad botánica (sativa, indica o ruderalis), el sexo (macho o hembra), el tipo de cosecha (interior o exterior) o la parte de la misma (hojas, flores o tallo)
Son innumerables los usos medicinales que la humanidad le dio y le sigue dando a esta planta. Entre los más conocidos podemos citar:
Asma
La marihuana es un potente bronco dilatador tanto si es administrada mediante inhalación o ingesta oral de toda la planta, como en forma de THC sintético. Constituye una de las mayores referencias en los tratados antiguos que se hace de su uso médico (especialmente mexicanos y
musulmanes) y fue la primera indicación reconocida por las autoridades sanitarias americanas, en 1910. Alcanza un pico terapéutico menor que la "terapia convencional", pero sus efectos son más mantenidos y sobretodo, se evitan los desagradables efectos secundarios (taquicardia, excitación) de ésta. No sólo mejora de forma drástica un ataque de bronco espasmo (en su forma inhalada), sino que distancia las crisis en tratamientos continuados. Además es expectorante, por lo que también se estudia su uso en la bronquitis crónica y en el enfisema.
En un pequeño estudio clínico con delta-9-tetrahydrocannabinol, nabilona y cannabis, se observó un efecto beneficioso en cuanto a la espasticidad causada por esclerosis múltiple o lesiones de médula espinal, así como una mejoría del dolor, la parestesia, los temblores y la ataxia, y en la medicina popular hay referencias de mejoría del control de esfínteres. También hay algunas evidencias anecdóticas de beneficio de la marihuana en la espasticidad causada por lesiones cerebrales.
Dolor
Solo hay unos pocos estudios clínicos sobre cannabinoides para situaciones de dolor. En uno de ellos el THC por vía oral produjo beneficios para el dolor neoplásico a dosis de 15 y 20 mg., sin embargo algunos pacientes experimentaron efectos secundarios intolerantes. En un estudio a doble ciego y único, un paciente con Fiebre Familiar Mediterránea redujo notablemente su necesidad de opiáceos mientras era tratado con THC en comparación con el placebo. El cannabis ha sido utilizado con éxito en la medicina popular para multitud de situaciones dolorosas, como la migraña y otros tipos de dolores de cabeza, en enfermedades musculoesqueléticas, artritis, neuralgias, neuropatías, dismenorrea, colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn, entre otras.
En 1971, durante una investigación metodológica de los efectos sobre la salud en usuarios de marihuana, se observó que el cannabis reduce la presión intraocular. En los siguientes 12 años se llevaron a cabo un gran número de estudios con marihuana y distintos cannabinoides naturales
y sintéticos sobre los efectos en el organismo humano así como en pacientes de glaucoma, observándose que la marihuana desciende la presión intraocular en un rango de 25-30%, llegando ocasionalmente hasta un 50%. Algunos cannabinoides no psicoactivos, y en menor medida, algunos constituyentes no cannabinoides de la planta de cáñamo también decrecen la presión intraocular.
Epilepsia
El uso en la epilepsia es también otras de las indicaciones terapéuticas clásicas del cannabis, los experimentos con animales han evidenciado el efecto antiepiléptico de algunos cannabinoides, y la actividad anticonvulsionante de la fenitoína y del diacepam se ven potenciados con el THC. Según unos pocos casos recogidos a lo largo del siglo 20, mediante el uso de la marihuana, algunos epilépticos han sido capaces de controlar totalmente los síntomas. El cannabis puede ocasionalmente precipitar convulsiones.
Legalizacion
Es una forma directa de acabar con los intereses políticos y económicos que representa el narcotráfico y sus mafias organizadas. Se recuperaría una planta que posee cientos de propiedades curativas y un potencial industrial inacabable.
Que el consumo sea penalizado ayuda a proteger intereses de farmacéuticas internacionales y de grandes empresas textiles de productos sintéticos.
Mantener la prohibición es acatar las órdenes estadounidenses en materia de drogas y comulgar con su existencia puritana, religiosa y conservadora de esa sociedad, mientras que por otro lado, no poseen esa misma conciencia cuando tienen que invadir un país por dinero.
Legalizar la marihuana significaría un paso adelante en la lucha por las libertades individuales, por defender nuestro derecho fundamental de poder decidir por nosotros mismos, y si es necesario, de poder equivocarnos.
(1) Los medicamentos fabricados con extracto de cannabis fueron realizados por Eh Lilly, Parke- Davis, Tildens, Smith Brothers, Squibb y otras muchas compañías y boticarios europeos y americanos.
(2) Uno de ellos fue Louis Amstrong, el cual permanecio 10 dias en la prision por fumar cannabis
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Fuente: Hª. general de las drogas. Antonio Escohotado. UCM.
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