martes, 29 de diciembre de 2009

Aprende a usar un Astrolabio



Casi todo el mundo ha visto alguna vez un Astrolabio y probablemente a la mayoría de nosotros nos ha parecido un artilugio raro y complicado que para aprender su manejo se necesitarían arduas sesiones de estudio y amplios y sesudos conocimientos astronómicos. Pero nada más lejos de la realidad.

El Astrolabio resulta ser un aparato de un uso bastante sencillo y con el que se pueden realizar multitud de funciones además de situar los astros. Tanto es así que durante siglos, para cualquier persona culta y con posibles, era imprescindible tener un Astrolabio. Incluso hay quien lo considera, salvando las distancias, el primer “ordenador personal” de la historia.



Con un Astrolabio, además de su uso más habitual que es el de determinar la posición de las estrellas lo que te permite saber en que parte del mundo te encuentras, también se podía hacer muchas otras tareas. Servía para darte la hora exacta de día o de noche, se podían medir alturas de objetos a distancia (como por ejemplo una torre, un árbol o una casa), también la distancia que había entre dos puntos y resultaba imprescindible para solucionar una gran variedad de problemas de trigonometría simple, muy útiles para cualquier asunto relacionado con medidas. En total, dependiendo del modelo, podían realizar unas 350-400 funciones diferentes. Incluso se conoce uno que llegaba hasta las 1.000 utilidades.



Para usarlo te basta con saber identificar algunas constelaciones principales y ya está. Pero mejor que yo, lo podéis ver explicado en este fantástico vídeo de TED. Son poco más de 9 minutos que resultan muy entretenidos e instructivos.

Del vídeo hay otra cosa que me gustaría destacar, y es la reflexión que plantea al final. Creo que merecería la pena que nos paráramos a pensar en ello.

(Es en inglés con subtítulos. El idioma se escoge en “view subtitles” )

Más en:

Astrolabio Virtual en Java.

Hazte tu propio Astrolabio (Actualizado. Visto en comentario Menéame)

El Batallón Sagrado de Tebas. La Fuerza del Amor

Por Iñaki

Céfiro y Jacinto. Vaso ático encontrado en Tarquinia.

El Batallón Sagrado de Tebas era un cuerpo de élite del ejercito griego que existió por el siglo IVa.C. Estaba formado por los mejores y más valientes hombres escogidos de entre las tropas tebanas y eran sometidos a duros entrenamientos para que dieran la talla.

Bueno, hasta aquí todo es más o menos normal. Las unidades de élite son tan antiguas como la guerra y todos los ejércitos tienen alguna. Lo que hace a esta unidad tan especial es que el Batallón Sagrado lo formaban 300 hombres, o mejor dicho, el batallón estaba compuesto por 150 parejas de amantes.

La homosexualidad en Grecia no sólo era tolerada sino que en ciertas circunstancias era bien vista y hasta otorgaba un cierto grado de estatus. Incluso en el ejército griego no eran raras las relaciones homosexuales entre compañeros. Hay numerosos casos conocidos y documentados de héroes militares que tenían pareja masculina como Terón, Harmodio , Aristogitón, el mismísimo Alejandro Magno y hasta héroes mitológicos como Aquiles.

Aquiles cuida las heridas de Patroclo

Fue el comandante tebano Górgidas quien llevó estas relaciones en el ejército un paso más allá creando el Batallón Sagrado de Tebas. Estaba compuesto exclusivamente por parejas de amantes ambos hombres. Las parejas la conformaban, normalmente, un veterano llamado Heniochoi (conductor) y otro componente más joven llamado Paraibatai (compañero).

El batallón Sagrado formó parte de la infantería griega durante más de 33 años e hizo también las veces de guardia personal demostrando en numerosas batallas y trifulcas un valor y un arrojo sin igual en otras unidades.

¿El secreto de esta fortaleza ? No hay lazos más fuertes entre dos personas que los del amor y el cariño y eso en un campo de batalla vale su peso en oro. Plutarco lo explica así:

Para hombres de la misma tribu o familia hay poco valor de uno por otro cuando el peligro presiona; pero un batallón cimentado por la amistad basada en el amor nunca se romperá y es invencible; ya que los amantes, avergonzados de no ser dignos ante la vista de sus amados y los amados ante la vista de sus amantes, deseosos se arrojan al peligro para el alivio de unos y otros.

El final del Batallón fue trágico. Durante la batalla de Queronea, en la que las ciudades-estado griegas se enfrentaron a Filipo II y a su hijo Alejandro Magno, toda la infantería griega cedió ante el empuje del ejército macedonio y salió en desbandada. Todos menos los 300 los 150 amantes que rodeados por las tropas de Alejandro decidieron resistir hasta el final encontrando allí su muerte. Así lo narra Plutarco:

Victorioso Filipo posó su mirada en los cadáveres y preguntó: quiénes son éstos casi trescientos muertos abrazados entre sí hundidos y acoplados en muerte y en amor.

Le respondieron: son los de Tebas el Batallón Sagrado de Pelópidas de amantes y de amados los viriles de Tebas de la estirpe de Layo.

Filipo respondió: Perezca el hombre que sospeche que estos hombres o sufrieron o hicieron algo inapropiadamente.

En Queronea se ordenó levantar un monumento en recuerdo de los caídos de Tebas .

Cerca del monumento, encontrado durante una excavación en 1924, se halló también una tumba comunal con 254 cuerpos colocados en siete filas. Lucharon juntos, murieron juntos y descansaron juntos.

Más en:

El Batallón Sagrado de Tebas (Wiki)

Pederastia militar en la antigua Grecia (Wiki)

Homosexualidad en los ejércitos de la antigua Grecia.

Homosexualidad en la antigua Grecia (Wiki)

Fuente : http://historiasconhistoria.es/

Peces de Tierra.....?

Peces de Tierra

La ciudad de Estambul, antes llamada Constantinopla.

Un viajero francés que visitó Constantinopla en el siglo XVI relata en su libro de viaje un hecho del que fue testigo y que le llenó de asombro. En mitad de la populosa ciudad, en el centro de uno de sus mejores barrios cerca de Santa Sofía, contempló incrédulo como unos muchachos abrían un agujero en el suelo en donde pescaban peces que parecían provenir de las mismas entrañas de la tierra. Los conocían como Peces de Tierra y al parecer, resultaban ser un plato delicioso.

Naturalmente este increíble prodigio tiene una sencilla explicación que nuestro asombrado francés ignoraba. Bajo la ciudad de Constantinopla se construyó en el año 532, en plena época Bizantina, unas enormes cisternas de agua que ocupan gran parte del subsuelo de la vieja ciudad.



El motivo de realizar semejante obra fue que Constantinopla no disponía de fuentes naturales de agua y dependían totalmente del suministro que le proporcionaba los acueductos que traían el agua desde varios kilómetros de distancia. Esto hacía la ciudad muy vulnerable a los asedios pues el enemigo tan solo tenía que cortar estos viaductos para rendir la ciudad si no querían morir de sed. Por ese motivo se construyeron varias descomunales cisternas siendo la más grande de todas La Cisterna de Yerebatan.

Se construyó empleando las columnas de los templos romanos de Anatolia y se utilizaron un total de 336 que forman una cavidad de 10.000 metros cuadrados, con ocho metros de altura y con capacidad para 30 millones de litros de agua.

Todas las columnas son iguales menos dos que tiene como base una cabeza de medusa.

Se utilizaron hasta el siglo XIV pero con la invasión Otomana caen en desuso y su rastro desaparece durante cientos de años siendo el único vestigio de su existencia estos agujeros en los sótanos de algunas viviendas y donde pescaban estos extraños peces adaptados a vivir en la más completa oscuridad.

Los “peces de tierra” nadando en la cisterna.

No fue hasta el siglo XIX que de nuevo un estudioso francés, indagó un poco más sobre esta pesca terrenal y redescubrió las cisternas. Finalmente, en 1987 y tras varias restauraciones, se abren al público y actualmente pueden ser visitadas.

Entrada actual a la cisterna.

Visto en el libro:

El Caballero de Alcántara de Jesús sanchez Adalid.

Más en:

La cisterna de Yerebatan (Wiki)

Más fotos. (Wikimedia)

Fuente: link

Los Maiale. Torpedos Humanos

El ingenio y valentía que fueron capaces de demostrar algunas personas durante la II Guerra Mundial no deja de sorprenderme. Este episodio es muy poco conocido, tal vez por ser sus protagonistas Italianos y por tanto vencidos, pero que por la inteligencia y audacia demostrada merece ser recordado.

Esta proeza la realizaron los componentes de un comando secreto de la marina Italiana lamado “Xa Mas” . Su misión consitía en sabotear buques de las fuerzas aliadas que estuvieran atracados en puertos. Para ello utilizaron tres sistemas:

Las lanchas cargadas de explosivos. En donde una persona que iba en la lancha, encaraba el objetivo y cuando estaba próximo al impacto se arrojaba al agua. El metodo es simple, aunque hacen falta bastantes redaños.

Otro metodo consistía en adherir al casco de los barcos minas explosivas. Aquí desarrollaron unas bombas que no explotaban hasta que el barco no se ponía en marcha y navegaba unas cuantas millas por lo que lograban crear las dudas sobre el motivo de la explosión y de este modo ellos podían seguir operando en el mismo puerto sin levantar sospechas. Pero el principal problema que se les planteaba eran las burbujas de aire que soltaban los todavía incipientes equipos de inmersión y que ponían al descubierto su posición. Aquí es donde interviene el ingenio y para ello desarrollaron un sistema de respiración. En vez de aire a presión usaban una pequeña bombona de oxígeno puro que no produce tantas burbujas y además el oxigeno respirado y convertido en monóxido de carbono era purificado através de un filtro de cal creando así un sistema de respiración cerrado. Su autonomía duraba hasta que el filtro de cal se saturaba. Hoy se sabe que el oxígeno puro afecta al sistema nervioso y puede provocar episodios epilépticos pero ninguno de ellos sufrió nada de esto, seguramente porque el oxígeno no era 100% puro. Sólo tuvieron algunos problemas ocasionados por la profundidad y es que sólo podían bajar hasta 15 mtrs. de profundidad y se conoce que en ocasiones llegaron a mas de 30.

Pero el invento más espectacular fueron “los Maiale” (Cerdos en Italiano) Eran unos torpedos modificados para poder llevar en él a dos personas sumergidas. De este modo, dos “locos” montados sobre 300 kg de explosivos, podían hacerlo maniobrar para sortear todas las defensas(minas, obstáculos) que flanqueaban los puertos y que para cualquier submarino normal le resultaría imposible. Una vez en puerto enfilaban el torpedo contra el barco elegido y ellos regresaban buceando y utilizando, claro, su particular sistema de respiración para no ser descubiertos. Los “Maiale” eran “lanzados” desde submarinos o desde un petrolero modificado(El Olterra) que usaban los Xa Mas para sus sabotajes.

De este modo consiguieron hundir numerosos barcos por puertos de todo el mundo como en el de Alejandría, Malta o Gibraltar. Concretamente Gibraltar fue uno de los puertos donde más actuaron. y es que un Italiano casado con una española, consiguió montar en su casa junto al mar, en Algeciras, un centro de operaciones de los Xa Mas que se llamó “Villa Carmela” y desde allí se realizaron incursiones en las que hundieron cientos de miles de toneladas en navíos de todo tipo, mercantes y de guerra. Fue también en Gibraltar, en 1942, donde fue interceptado una incursión de los Xa Mas y de los tres “maiale” que salieron sólo uno logró su objetivo y murieron tres de los buceadores.

Sin duda alguna, los hombres que formaron los Xa Mas, dieron muestras de un arrojo increible. Seguramente, si los protagonistas de esto hubieran sido alguno der los vencedores, todo el mundo habría oído hablar de ellos alguna vez. Y es que, reconozcámoslo, valientes y cobardes los hay en todos los bandos.

Más:

Página de la “Regia Marina Italiana”

http://www.regiamarina.net/

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS



Próximo Oriente. 1500 años antes de nuestra era. Unos avances revolucionarios parecían destinados a cambiar el mundo. Dos nuevas tecnologías estaban a punto, listas para revolucionar la cultura, la economía y la industria. Por un lado, en Asia Menor, los artesanos hititas habían descubierto la forma de obtener y trabajar un nuevo material: el hierro. Este metal, mucho más duro y flexible que el bronce, iba a permitir herramientas y armas de una calidad nunca vista. Un poco más al sur, en la franja siriopalestina, los cananeos empezaban a experimentar con una nueva forma de escritura: el alfabeto, un método sencillo y práctico que supondría un avance en la transmisión cultural, en el almacenamiento e intercambio de información, impresionante.


Teniendo en cuenta que aquellos pueblos que antes dominaran estas nuevas tecnologías iban a gozar de una gran ventaja, tanto económica como militar, sobre sus rivales, parecía solo cuestión de tiempo que ambos avances se extendieran por toda el área. Pero el tiempo pasó y no pasó nada. Transcurrieron años, luego décadas y finalmente siglos, y las herramientas seguían siendo de bronce. En los templos y en los palacios los escribas continuaban usando los jeroglíficos y la escritura cuneiforme, mientras que las letras fenicias eran desconocidas. ¿Qué había sucedido?


Lo que pasó fue la inercia. Aquella era una tierra antigua. Hace 35 siglos había ciudades en Oriente Próximo que ya tenían más de 35 siglos a sus espaldas. Cuando una profesión, clase social o institución lleva tanto tiempo haciendo las cosas a su manera suele ser bastante complicado convencer a sus integrantes de que existe una nueva forma de hacerlas.



El bronce era un material sobre el que existía una gran demanda y que requería una gran especialización. Los artesanos que lo trabajaban vivían en las ciudades bajo la protección del Palacio y gozaban de un nivel social bastante elevado. Además, las materias primas necesarias, cobre y estaño, eran escasas. Chipre era el principal exportador de cobre, aunque también existían minas en Anatolia, los montes Zagros y la península del Sinaí, mientras que el estaño procedía en su mayor parte del país de Elam. Esta situación hacía necesaria la existencia de una extensa red comercial y, en un mundo donde el medio de transporte era el burro y los territorios entre ciudades estaban habitados por nómadas especialistas en saquear caravanas, una red comercial segura necesitaba contar con el apoyo del estado para mantenerse en funcionamiento.


El caso del hierro era muy distinto. Una vez conocida la técnica, su fabricación era más sencilla que la del bronce por lo que no era necesaria una gran inversión para formar forjadores. Además, aunque los yacimientos de hierro eran más pequeños que los de cobre, eran mucho más abundantes y estaban repartidos por toda la zona. La fabricación de útiles de hierro podía ser desarrollada a escala local, sin el apoyo del palacio y sin la necesidad de ricos comerciantes que financiaran las caravanas. Las ventajas del hierro frente al bronce, aun sin tener en cuenta su mayor resistencia, parecían evidentes. El problema era que para un reducido porcentaje de la población estas ventajas eran más bien inconvenientes. Un buen número de comerciantes, funcionarios y artesanos estaban destinados a desaparecer si el hierro sustituía al bronce. Puesto que estas minorías gozaban del favor del Palacio, cuando no formaban parte del mismo, el bronce continuó siendo el material empleado pese a las desventajas que presentaba con respecto al hierro.


En esa misma época, en torno a la mitad del segundo milenio, el alfabeto ya era conocido por los comerciantes cananeos. Era un método mucho más sencillo y práctico para escribir una lengua que el cuneiforme o los jeroglíficos. Gracias al alfabeto, la capacidad de leer y escribir dejaba de ser una profesión altamente especializada para convertirse en una habilidad que cualquier persona podía aprender. Es cierto que, incluso tras la expansión de la escritura alfabética, la gente analfabeta seguía siendo la mayoría mientras que la enseñanza de la letras se reservaba para las clases sociales con recursos, los comerciantes y el clero. Pero aún con estas reservas el alfabeto suponía un gran avance con respecto a la situación anterior.


Los jeroglíficos y la escritura cuneiforme estaban reservados para aquellos que habían estudiado la profesión de escriba, que constituían una élite social en si mismos. Ni siquiera entre las clases más altas era común leer. En las estelas donde se recogían los logros de los reyes, el saber leer era una hazaña que se situaba al lado de las victorias militares. Y muy pocos reyes tenían esa habilidad listada en su estela.


Los escribas y sus escuelas dependían directamente del Palacio o del Templo. La función del escriba era estar ahí cuando fuera necesario redactar un tratado, un código legal, una estela o un contrato, y llevar a cabo su trabajo con fidelidad y exactitud. Su profesión era la mejor considerada y el acceso a la misma estaba reservado a las élites. Eran tan escasos que constituían un artículo de lujo: en las cartas que los reyes se mandaban unos a otros solicitando oro o princesas casaderas, los escribas eran un bien muy demandado, aunque siempre como préstamo. La principal preocupación de un rey cuando mandaba sus escribas a un país extranjero era que éstos no volvieran nunca.



Escritura cuneiforme.


Los escribas eran guardianes de la cultura y la historia. Ellos eran los que se encargaban de fijar en piedra los hechos más importantes de un determinado reinado y solo ellos estaban capacitados para leer estas crónicas a los demás. Las tablillas de arcilla almacenadas en las bibliotecas reales, con sus textos litúrgicos, sus archivos comerciales, sus cartas entre soberanos, etc., eran administradas directamente por los escribas. Es difícil hoy en día hacernos una idea del poder que tenían los escribas. Y todo ese poder desaparecería de la noche a la mañana si el alfabeto se popularizaba.


Y el alfabeto no se popularizó. Muchos siglos después de su descubrimiento, los escribas seguían manteniendo su monopolio y la lengua acadia escrita en cuneiforme continuaba siendo la lengua franca. Los restos que tenemos de escritura alfabética en ese periodo se limitan a la franja siriopalestina y son, sobre todo, marcas de propiedad sobre objetos y un tipo de expresión literaria completamente nuevo: los graffiti. Los graffiti eran algo impensable con los sistemas de escritura anteriores. Grabar en una roca “¡Sargón mamón!” en cuneiforme o “Sinuhé estuvo aquí” en jeroglífico no tenía mucho sentido, además de ser algo demasiado difícil de hacer para que tuviera gracia.


Los textos oficiales, religiosos, comerciales o las composiciones literarias siguieron siendo monopolio de los escribas durante muchos siglos. Eso de las letras era demasiado peligroso. Nada bueno podía salir de un sistema que permitía a cualquier indocumentado hacer copias de las aventuras de Gilgamesh o, ¡peor aún!, hacer sus propias versiones. ¿Quién iba a garantizar la pureza de los textos si cualquiera podía escribirlos? El alfabeto pondría a los escribas a la altura de simples músicos o actores. La élite de las élites al nivel de vulgares artistas. Era intolerable.





LOS PUEBLOS DEL MAR

Por supuesto, la mayoría de historiadores coincidirán en que establecer un paralelismo entre una situación actual y otra de hace milenios es completamente descabellado. Absurdo. Pero, si algún lector piensa, como yo mismo, que el ser humano ha sido básicamente el mismo a lo largo de toda su historia, con los mismos problemas, las mismas inquietudes y los mismos desafíos a los que enfrentarse, es posible que llegue a la siguiente conclusión: finalmente el hierro desbancó al bronce y los poderosos escribas sucumbieron ante la popularización del alfabeto, así que no hay problema. Quizá la historia nos enseñe cómo vencer la inercia social y abrir las puertas de par en par a las nuevas tecnologías...


"Batalla del Delta". Egipto contra los Pueblos del Mar.




En efecto, el hierro y el alfabeto se impusieron finalmente, pero la forma en que esto sucedió es de complicada aplicación en la actualidad. Durante el siglo XII las sociedades de Oriente Próximo vivían inmersas en una grave crisis. El endeudamiento de las clases bajas y el enriquecimiento desmesurado de los palacios habían conducido al despoblamiento de las ciudades. Cuando alguien no podía hacer frente a sus deudas, la única salida que le quedaba era entregar a sus hijos, a su mujer o a si mismo al acreedor como esclavos. O bien, abandonar la ciudad, unirse a los clanes nómadas y dedicarse al saqueo y el pillaje. Esto llevó a una crisis demográfica y económica sin precedentes. Y, precisamente, en este momento de debilidad, aparecieron los invasores.


Poco sabemos de ellos, aparte del nombre de algunos de los pueblos que los formaban. Sus contemporáneos los llamaban simplemente “Pueblos del Mar”, pues por mar llegaron. Nadie sabe de donde salieron. Quizá fueran egeos, o a lo mejor eran grupos de piratas formados por la gente que había abandonado las ciudades huyendo de las deudas. No lo sabemos y hay pocas esperanzas de que lo sepamos algún día. Lo que sí sabemos es que los Pueblos del Mar arrasaron con todo lo que encontraron a su paso. Las ciudades, con sus palacios, fueron reducidas a cenizas. Los reinos cayeron y la antigua clase gobernante, con sus funcionarios y su modelo económico, desapareció por completo. Los grandes imperios se tambalearon y algunos, como el poderoso Imperio Hitita, fueron borrados del mapa por completo. Egipto consiguió aguantar aunque perdió todas sus posesiones en Asia y nunca volvió a recuperarlas. Los faraones vieron como su reino era reducido a su núcleo tradicional en el valle del Nilo y para el resto del mundo dejaron de ser una potencia a tener en cuenta para convertirse otra vez en “ese reino aislado de gente rara y dioses extraños con el que no conviene relacionarse”.


Con el paso del tiempo, sobre las cenizas de las antiguas ciudades se levantaron otras nuevas. Nuevos palacios, nuevas administraciones y nuevos funcionarios surgieron en una sociedad distinta. Y esta sociedad, sin nada que la atara a su pasado, no tuvo ningún reparo en adoptar el hierro y el alfabeto. Desde el nuevo mundo que nació del desastre, las nuevas tecnologías se extendieron a a aquellas zonas que, alejadas del mar, se habían visto menos afectadas por los Pueblos del Mar, como Asiria o Babilonia. El hierro sustituyó al bronce y la lengua escrita aramea (alfabética) reemplazó al acadio escrito en cuneiforme como lengua universal. Cuanto más a salvo de las invasiones y más aislado estaba un reino, más complicado le resultó aceptar los avances. Por ejemplo, Egipto siguió usando el bronce y los jeroglíficos hasta un milenio después del ataque de los Pueblos del Mar.


La historia nos enseña que si queremos que determinadas clases sociales sean conscientes del cambio que supone una tecnología revolucionaria y lo acepten sin reservas solo es necesario que una confederación de pueblos alienígenas aparezca de repente, arrase la mayor parte de la Tierra, destruya los gobiernos y acabe con los antiguos modelos culturales. Es posible que de las cenizas surja una nueva sociedad que comprenda las consecuencias de un avance como una red de intercambio de información libre y mundial. No hay que perder la esperanza.


EPÍLOGO: CARTAS DESDE UGARIT

Si hay un testimonio que refleja lo que supuso la llegada de los Pueblos del Mar son las cartas de los soberanos de la ciudad de Ugarit en las que piden ayuda a sus vecinos. Resulta estremecedor comprobar como unas cartas escritas hace miles de años pueden reflejar un sentimiento de desesperación semejante. En las últimas de estas cartas, el rey de Ugarit pide ayuda hasta a sus tradicionales enemigos: los egipcios. En la última afirma que sus barcos han sido hundidos, sus tropas salieron a defender el Imperio Hitita y nunca regresaron, las ciudades vecinas han sido destruidas y el enemigo se encuentra ante sus puertas. Las cartas hacen pensar en un soldado rodeado de enemigos, pidiendo ayuda por radio sin saber que al otro lado ya no queda nadie escuchando. Poco después de mandar su última carta, Ugarit fue reducida a cenizas y desapareció para siempre.

A pesar de que en Ugarit se conocía el alfabeto desde cuatro siglos antes, las cartas estaban escritas en cuneiforme.

Fotogrametría de bajo coste para estudios arqueológicos de la arquitectura. Aplicación a la muralla este de la fortaleza de la mota. Alcalá la Real .





Pérez García, Jose L. (1); Mozas Calvache, Antonio T. (1); Barba Colmenero, Vicente (2); Fernández Ordóñez, Alberto (2)

(1)Dpto. Ingeniería Cartográfica, Geodésica y Fotogrametría. Grupo de Investigación “Sistemas Fotogramétricos y Topométricos” Universidad de Jaén. Jaén (España).
(2)ARQ13, Estudio de Arqueología S.L. http://www.arq13.net/

Resumen

La aplicación de técnicas fotogramétricas de bajo coste como herramienta base para la realización de estudios sobre el patrimonio presenta en la actualidad un importante interés. Entre otras aportaciones, la fotogrametría genera importantes mejoras en el desarrollo de técnicas de lectura de paramentos (disciplina de la arqueología de la arquitectura). Hasta la fecha, se han desarrollado numerosos trabajos de aplicación de estas técnicas fotogramétricas que realizan un análisis desde un punto de vista técnico aislado. En el presente trabajo se presenta un nuevo punto de vista más global, que analiza el aspecto fotogramétrico integrado dentro del contexto de trabajo arqueológico. De esta forma, el producto fotogramétrico se constituye como la base documental fundamental para esta disciplina arqueológica, siendo sus necesidades las que marquen la metodología de desarrollo. Para el análisis del método, se presentan los resultados de su aplicación a la muralla este de la Fortaleza de la Mota de Alcalá la Real (Jaén).


INTRODUCCION Y ANTECEDENTES

En este documento se presenta la metodología seguida y los resultados obtenidos con la aplicación de técnicas fotogramétricas de bajo coste (cámara convencional y modelos proyectivos sobre planos) en el levantamiento y modelización de edificios históricos. Así mismo, se muestra la utilidad de este tipo de productos en estudios arqueológicos de del patrimonio, en los que la incorporación de una base fotográfica documental con carácter métrico supone una importante mejora con respecto a los planos y dibujos tradicionalmente utilizados.

A nivel introductorio se presentará la disciplina de la arqueología de la arquitectura, justificando la incorporación en estos estudios de documentación fotogramétrica de paramentos. Estos productos fotogramétricos facilitan los trabajos de interpretación paramental en gabinete, permitiendo el acceso a gran cantidad de información a partir de los modelos tridimensionales generados, lo que supone una gran ventaja a la hora de abordar este tipo de trabajos. Para este propósito, se analizará la utilización de técnicas fotogramétricas como base para la obtención de numerosos productos cartográficos que serán utilizados en estos estudios arqueológicos del patrimonio.

1.1. Arqueología de la Arquitectura.

En los últimos años, se está desarrollando la disciplina que ha venido a llamarse Arqueología de la Arquitectura. Se trata de una corriente de la arqueología que se fundamenta en los estudios y las herramientas para analizar los edificios históricos, fundamentalmente como trabajos y estudios previos a una rehabilitación o restauración. Esta corriente se inicia en Italia en la década de los años 80 con estudios como los trabajos de Carandini (1991), que desarrollan el concepto de pluriestratificación, superando la metodología Harris, entendida como un sistema de excavación extensiva y documentación mediante la identificación y caracterización de las diferentes unidades estratigrá/ ficas y de sus relaciones. De esta forma nace la llamada arqueología del monumento, entendiendo a los edificios como documentos históricos de carácter arqueológico. En este sentido, cabe destacar más recientemente en Italia, los trabajos de Brogiolo (1996).

En nuestro país, no será hasta la década de los 90 cuando se empiecen a realizar estudios que analizan los edificios desde el punto de vista de la arqueología y de la lectura estratigráfica. En la actualidad, esta corriente se encuentra muy desarrollada y existen múltiples grupos de investigación que han centrado su trayectoria en ampliar la arqueología de la arquitectura, entre los que destacan los grupos de investigadores como los dirigidos por el Dr. Luis Caballero en el CSIC (Caballero y Fernández, 1997), el Dr. Agustín Azkarate en la Universidad del País Vasco (UPV, 2002-2005) con los estudios de la catedral de Vitoria (Azkarate, 2001); y en el ámbito andaluz, por el Dr. Miguel Ángel Tabales de la Universidad de Sevilla (Tabales, 1998).

Como paso previo para un análisis de un edificio histórico, se hace necesario un análisis completo del mismo, para lo cual hay que crear unas herramientas metodológicas que impliquen un acercamiento total al bien cultural que se pretende estudiar. Cada edificio requerirá de unas pautas determinadas a seguir, que sin duda pasan por conjugar unos supuestos metodológicos donde en la mayor parte de los casos se requieren la coordinación de equipos interdisciplinares (arquitectos, ingenieros, biólogos, restauradores, arqueólogos, historiadores de arte, documentalistas…). En el caso que nos ocupa, el análisis de los lienzos de la muralla este de la Fortaleza de La Mota, el equipo ha estado formado por arqueólogos, ingenieros en topografía, ingenieros en geodesia y cartografía, arquitectos y documentalistas.

La normalización de estos estudios en edificios históricos, ha pasado a tener una regularización formal y normativa. En la legislación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, como paso previo a la rehabilitación, construcción o restauración de un edificio catalogado, se requiere un estudio pormenorizado y se ha establecido un protocolo de actuación reglado como parte de todos los estudios previos al otorgamiento de licencias de obra. De esta forma, se establece en dicho protocolo el método a intervenir y los parámetros de documentación necesarios para un correcto sistema de análisis.

Una de las primeras cuestiones que hay que abordar en el análisis de edificios históricos, es la documentación gráfica imprescindible para el estudio completo. De esta forma, los alzados de paramentos, las plantas de lecturas, los dibujos a escala de detalles, así como la topografía del lugar; forman la primera escala de acercamiento al inmueble. Dentro de esta documentación destacan los estudios fotogramétricos. Estos estudios están jugando un papel primordial en el análisis de los edificios, ya que suponen una herramienta indispensable a la hora del análisis visual y estratigráfico de cada elemento. Con el avance de estas técnicas en edificios complejos, se están obteniendo lecturas estratigráficas completas de inmuebles a escala real. Por tanto, estas técnicas suponen un acercamiento esencial a la hora de comenzar con el primer análisis del bien inmueble.


1.2. Utilización de técnicas fotogramétricas como base documental.

Las técnicas de documentación utilizadas dentro de la arqueología de la arquitectura se apoyan cada vez más en disciplinas técnicas como la ingeniería topográfica, cartográfica y fotogramétrica que generan representaciones fidedignas del terreno para dichos estudios. La utilización de nuevas tecnologías e instrumentación fotogramétrica y topográfica está impulsando la participación de estas disciplinas como base de apoyo documental para los estudios arqueológicos previamente citados. Ejemplo de este impulso tecnológico son las cámaras fotográficas digitales de alta resolución o instrumental topográfico con medida directa sobre el objeto. Los productos obtenidos con estas técnicas pueden ser utilizados en la realización de diferentes trabajos previos a la restauración o documentación del patrimonio histórico, tales como la realización de estudios estratigráficos de los paramentos, el análisis del estado de la edificación, así como para el diseño del proyecto de rehabilitación o restauración más adecuado. Otra ventaja añadida de estas técnicas es su bajo coste debido a la utilización de instrumentos más económicos (cámaras fotográficas convencionales, estación total con medida a sólido), la reducción del apoyo en campo o la utilización de modelos más sencillos que en los casos de fotogrametría estéreo convencional o láser escáner 3D. Desde que aparece la necesidad de representar la realidad mediante un documento gráfico, muchas y diferentes han sido las metodologías e instrumentos utilizados. Algunas de ellas permitían simplemente obtener una representación grafica de la misma, sin tener en cuanta el carácter métrico de ésta. En este grupo podríamos incluir la realización de dibujos artísticos, toma de fotografías o captura de escenas mediante video. Estos documentos, aun cuando pueden representar de una manera muy realista la escena, tienen el inconveniente del carácter no métrico de los mismos, por lo que en la mayoría de los casos no se pueden utilizar para extraer la información necesaria (medida de distancias, superficies, etc.). En un segundo grupo se encuentran las diferentes técnicas de dibujo técnico a escala, ya sea utilizando instrumental topográfico como el dibujo sobre papel milimetrado apoyado con medidas reales sobre el objeto. Estos documentos, aun cuando permiten la extracción de información métrica del objeto tienen el inconveniente por un lado, de la subjetividad y experiencia del operador (dos operadores diferentes obtendrán representaciones diferentes de la misma realidad), y por otro, la necesidad de edición de los datos obtenidos en campo. Por ello, es necesaria la obtención de otro tipo de documentos que posean, en la medida de lo posible, un carácter métrico y un grado coherente de objetividad en la representación de la realidad (Mozas y Pérez, 2008).

Las técnicas fotogramétricas permiten dotar de un carácter métrico a las diferentes tomas fotográficas que se puedan realizar sobre el objeto. Para ello se utilizan procedimientos de rectificación, ortorectificación y obtención de proyecciones de diferente índole (Hanke y Grussenmeyer, 2002). Dentro de estas técnicas destaca por su reducido coste la rectificación de fotografías mediante una transformación proyectiva. Este proceso de rectificación consiste en la corrección de la fotografía realizada, o parte de ella, de la distorsión provocada por la perspectiva cónica fotográfica.La rectificación permite pasar de un plano existente en la realidad, al correspondiente plano proyectado por el proceso fotográfico y viceversa, relacionando las coordenadas espaciales pertenecientes al plano existente con sus coordenadas fotográficas correspondientes. Entre las ventajas de la utilización de esta técnica destaca, además de su coste, su posible aplicación sin conocimiento previo de la geometría interna de la cámara (focal, formato, etc.) lo que permite trabajar con cámaras convencionales de enfoque, y entre sus inconvenientes, las restricciones en profundidad en cuanto a la necesidad de que el objeto sea lo más plano posible y la necesidad de un cierto espacio de trabajo para la obtención de las tomas fotográficas.
Cada vez son más los trabajos publicados tanto a nivel nacional (Sánchez et al., 2007; Mozas y Pérez, 2008), como internacional (Mata et al. 2004, Cardenal et al. 2005) realizados en España, que utilizan estas técnicas fotogramétricas para obtener productos con un enfoque de carácter profesional, investigador o puramente promocional o turístico.
En este documento se presenta una propuesta metodológica multidisciplinar que engloba la definición y planificación de los trabajos topográficos y fotogramétricos, pasando por la obtención de los productos fotogramétricos necesarios y el análisis estratigráfico final de los paramentos. Dentro de este enfoque multidisciplinar, destaca la continua labor de coordinación y planificación de los trabajos de todos los profesionales participantes. Esta descripción metodológica vendrá acompañada de los resultados de su aplicación a un caso real, en concreto a la muralla este de la fortaleza de la Mota en Alcalá la Real (Jaén).

2. APLICACIÓN A LA MURALLA ESTE DE LA FORTALEZA DE LA MOTA. ALCALÁ LA REAL (JAÉN).
2.1. La fortaleza de la Mota.

La fortaleza de La Mota (Figura 1) se emplaza sobre un elevado cerro amesetado con un sistema complejo de murallas y estructuras defensivas que confieren a Alcalá la Real como uno de los más importantes bastiones militares de la Alta Andalucía durante la Edad Media. Los orígenes de Alcalá la Real son confusos, muchos autores apuntan a una fortaleza primitiva de época Emiral (siglo VIII-IX), aunque no existen suficientes datos arqueológicos como para poder afirmarlo.


Figura 1. Localización de la fortaleza de la Mota en Alcála la Real (Jaén)

En la actualidad, sobre la meseta, se han localizado restos arqueológicos de varios aljibes, lienzos de muros y pavimentos, así como algunas estructuras que actualmente se pueden contemplar en el interior de la Abadía.
En época islámica se desarrolla la trama urbana hasta ocupar toda la meseta. Durante los siglos XIII y XIV, Alcalá fue sucesivamente conquistada por tropas musulmanes y castellanas. La toma definitiva de la fortaleza fue en el año 1341 por Alfonso XI. Quedaba de esta forma configurada la frontera nazarí con Alcalá la Real a la cabeza del reino cristiano. Así pues, la vida de la población estuvo durante varios siglos supeditada al carácter fronterizo de su fortaleza, dedicando buena parte de sus actividades a la defensa de la frontera y al mantenimiento de su gran recinto amurallado.



Figura 2. Fortaleza de la Mota: Lienzos de la muralla estudiados.

Durante la dominación cristina la configuración de la fortaleza cambió considerablemente ya que se ampliaron las estructuras defensivas. Después de la definitiva toma de Granada y la expulsión de los musulmanes de la península en 1492, Alcalá la Real iniciará una etapa de tranquilidad que permitió que la población empezara a expandirse más allá del recinto amurallado, creándose los números arrabales circundantes a la Mota.
Durante el siglo XVIII se produce el abandono definitivo del cerro de la Mota hasta que en el siglo XIX es de nuevo ocupada por las tropas francesas durante la guerra de la independencia, incendiándola a su retirada el ejército napoleónico el 15 de septiembre de 1812.
En este entorno se afronta un estudio completo de los paramentos de las murallas de la zona este del recinto, previo a su futura restauración (Figura 2). La longitud total de las murallas objeto de estudio supera los 350 metros. Dentro de este proyecto se consideró conveniente la aplicación de métodos y técnicas fotogramétricas con varios objetivos:

  • Obtener una representación fidedigna de la situación de los lienzos de muralla.

  • Documentar dichos lienzos como situación previa a la restauración.

  • Facilitar la lectura estratigráfica de los distintos lienzos aprovechando las características métricas propias del producto fotogramétrico.

  • Minimizar el trabajo de campo dándole mayor peso al trabajo de gabinete. Con estas premisas, se aborda en el siguiente apartado la descripción de la metodología y los resultados de su aplicación a la construcción analizada.

3. METODOLOGÍA Y RESULTADOS
3.1. Esquema general.

El análisis del método propuesto se realiza en función del orden lógico de planteamiento de las diversas fases y procedimientos. Inicialmente se realiza una fase de estudio, planificación y coordinación de los distintos profesionales y disciplinas que intervienen, para pasar a un gran bloque destinado a la obtención de la documentación fotogramétrica re-querida, a cuya finalización sigue una fase de digitalización, obtención de perfiles y secciones, para concluir con otro gran bloque en el que se plantea la realización de las lecturas estratigráficas y los análisis estructurales a partir de los productos previamente generados. El esquema básico de la metodología se presenta en la Figura 3.



Figura 3. Esquema básico de la metodología planteada

3.2. Fase previa o de planificación.

Un proyecto de esta envergadura conlleva una fase inicial de planificación de todos los trabajos y tareas del mismo. En esta fase, se establecen los procedimientos a realizar por cada grupo de profesionales coordinando todas las etapas del trabajo. Es el momento de establecer las necesidades de cada grupo, los productos que unos demandan de los otros y programar la duración de cada proceso, teniendo en cuenta aquellas fases que pueden resultar críticas para el proyecto en su conjunto. La coordinación entre este equipo multidisciplinar se realizará a lo largo de todo el proyecto, aunque resulta conveniente establecer inicialmente todos los aspectos fundamentales del mismo para que cada equipo pueda trabajar de forma autónoma, sin que esto conlleve un desarrollo caótico. Conviene, por tanto, realizar una detallada planificación y programación de las tareas, establecer los principales objetivos y describir detalladamente los productos finales de cada fase, ya que los resultados de unos pueden ser el punto de partida para otros.


3.3. Trabajos topográficos y fotogramétricos.

Los trabajos topográficos y fotogramétricos suponen la primera parte del proyecto. En esta fase se pretende obtener un modelo tridimensional del objeto de estudio, de forma que no sea necesario tenerlo ínsito para los estudios de otras disciplinas. Este proceso facilita el trabajo en gabinete de los otros profesionales, la documentación del objeto y la conservación del mismo.

  • Fase de planificación.

La fase de topografía y fotogrametría comienza con la planificación de los trabajos, tanto en campo como en gabinete. El aspecto topográfico de este tipo de proyectos supone una base fundamental para el estudio fotogramétrico.

Debe tenerse en cuenta que este tipo de estudios se realiza sobre edificios o murallas que habitualmente tienen una compleja geometría, por lo que la topografía no debe limitarse a la toma de datos o puntos de control para orientar y proyectar las tomas fotográficas, sino que debe formar un armazón que abarque todo el espacio objeto de estudio. Debido a esto, resulta conveniente en esta fase inicial, planificar correctamente una red de apoyo topográfico que permita la obtención de suficientes puntos para:

-La definición de la estructura básica de lienzos, paredes, bóvedas, etc.

-Toma de los puntos de control necesarios para orientar y proyectar las fotografías.

-La definición de un sistema de referencia común y estable para los trabajos presentes y futuros sobre el inmueble. Esta fase de planificación deberá tener en cuenta el número y situación de las tomas fotográficas, teniendo en cuenta numerosos aspectos como:

-Formato y resolución de cámara.

-Objetivo de la cámara y sus distorsiones.

-Ubicación y orientación de los lienzos para analizar el horario más adecuado para la realización de las tomas fotográficas.

-Presencia de obstáculos y zonas ocultas para la correcta planificación de la posición y orientación de los disparos para asegurar una completa cobertura del objeto. Todas estas variables serán analizadas individualmente y en conjunto con anterioridad al comienzo de los trabajos de campo.

  • Toma de datos.

Una vez planificados todos los trabajos se realizará la materialización, observación, cálculo y compensación de una o varias redes topográficas de apoyo. La elección del tipo de red dependerá del proyecto y de la precisión requerida tanto para la rectificación fotográfica como para el ensamblaje del modelo fotogramétrico completo. En la Figura 4 se pueden observar las diversas redes topográficas implementadas y las bases que las componen y que han sido utilizadas en las diversas fases de este proyecto.



Figura 4. Bases correspondientes a las redes topográficas implementadas

Dentro de los trabajos fotográficos de campo se incluye la toma, verificación y obtención de las fotografías necesarias para cubrir todo el objeto. Resulta evidente que esta fase es decisiva dentro del proyecto, ya que se debe garantizar que todos los lienzos sean cubiertos completamente, evitando en lo posible los diversos obstáculos que pudieran existir. En la Figura 5 se pueden observar las diferentes fotografías correspondientes a uno de los lienzos donde finalmente se han eliminado los árboles existentes.




Figura 5. Fotografías utilizadas y mosaico obtenido. Eliminación de obstáculos (arbolado).





Figura 6. Cartografía correspondiente a un tramo completo de muralla

Sin embargo, también hay que tener en cuenta que se ha de minimizar el número de fotografías a utilizar, ya que éstas incrementarán el número de puntos de apoyo necesarios. Una técnica interesante que se debe de tener en cuenta en este tipo de trabajos es la de utilizar las zonas comunes o de solape para situar los puntos de control topográfico y minimizar de esta manera el número de éstos, ya que se aprovecha el mismo punto para orientar y proyectar las fotografías que lo contienen. Así, también se consigue garantizar la precisión geométrica dentro de la zona abarcada por estos puntos. La elección de la situación de estos puntos tendrá en cuenta las siguientes cuestiones:

  • El número de puntos deberá ser el adecuado, un mínimo de 3 ó 4 según se quiera orientar o rectificar la imagen. Si se quiere obtener un valor de la calidad del proceso se necesitará un número mayor

  • Los puntos han de estar bien distribuidos por la superficie fotográfica, así como por el plano a definir, nunca alineados.

  • Los puntos serán localizables e identificables en todas las fotografías.

  • Estos puntos, junto con los que definirán la estructura, serán utilizados para definir el plano del paramento. Una vez revisadas todas las tomas según lo anteriormente expuesto, y seleccionadas las zonas donde colocar los puntos de apoyo, se procede a la toma topográfica de estos puntos. Para ello, se realiza una radiación topográfica mediante medida a sólido desde las bases de la red de apoyo previamente observada y calculada.

  • Obtención de lienzos rectificados.

La siguiente fase comprenderá la rectificación de las fotografías y la generación del mosaico correspondiente a cada uno de los lienzos estudiados. Para ello se sigue la metodología planteada en Mozas y Pérez (2008), consistente en los siguientes apartados: -Obtención del plano correspondiente al lienzo estudiado mediante el ajuste mínimo cuadrático de los puntos que lo definen.

- Obtención de las coordenadas proyectadas de los puntos de apoyo.

- Medida de los puntos de apoyo en los fotogramas.

- Rectificación proyectiva de cada una de las imágenes utilizadas.

- Obtención del mosaico de imágenes rectificadas. En la Figura 5 se pueden observar las imágenes originales de este proceso junto al mosaico final.

3.4. Obtención de productos.

Con esta fase finaliza el trabajo topográfico y fotogramétrico, alcanzándose una etapa de obtención de productos en la que se realizará la digitalización de los lienzos a partir de las fotografías a escala del objeto, se obtendrán alzados de los mismos, y numerosas secciones, cortes o modelos virtuales de zonas de especial interés (Figuras 6). Partiendo de todos los puntos disponibles capturados en la fase de definición de la estructura y en la obtención de puntos de apoyo fotogramétrico, se genera un modelo tridimensional del mismo que servirá de esqueleto base para la posterior inclusión de las texturas provenientes de los mosaicos fotográficos . En definitiva, se contará con un modelo tridimensional de la estructura con texturas reales de la misma.

3.5. Preparación de productos para estudios posteriores

Esta parte será afrontada conjuntamente por los ingenieros, arquitectos y arqueólogos, siendo este aspecto especialmente relevante en esta metodología. El estudio conjunto se debe a varias circunstancias importantes:

- Cada disciplina requiere de un producto cartográfico particular para su metodología de trabajo.

- Trabajos como la digitalización sobre las fotografías rectificadas deben ser realizados por expertos en el análisis de paramentos.

- El gran volumen de información disponible permite la definición de múltiples secciones o cortes, lo que implica a todos los profesionales en la definición de las mismas.
Por esta razón, se parte de los productos genéricos obtenidos, tales como el modelo tridimensional de la muralla o alzados de lienzos individuales correspondientes a tramos planos, para obtener o adaptar otros subproductos como secciones, perfiles, montajes de tramos de muralla (compuestos por varios lienzos planos), de manera que cada una de las disciplinas implicadas en este proyecto puedan desarrollar su análisis de la forma más cómoda y efectiva.

3.6. Estudio de paramentos.

La arqueología de la arquitectura está claramente vinculada con la arqueología urbana, y en los últimos años ha alcanzado un gran avance en lo referente a técnicas de análisis y en la aplicación de métodos específicos para el conocimiento profundo de edificios históricos. Los estudios paramentales son la base del desarrollo de esta disciplina, ya que la “lectura paramental” es la materia prima del conocimiento del inmueble. En las trazas, las huellas, los vanos, los motivos artísticos y decorativos, las tipologías, los materiales, etc., se encierran las claves para entender la evolución de un edificio, su configuración, cómo fue su origen y cómo se nos muestra. Los arqueólogos, al acercarse a una evidencia constructiva deben de descifrar el significado primario del hecho constructivo, para ello se utiliza un registro documental (sistema de registro arqueológico paramental).
Con el análisis de los paramentos se descifra de forma coherente cada parte del edificio, su configuración diacrónica y sincrónica. El análisis estructural consiste en la lectura estratigráfica de los alzados del edificio tanto de los distintos paramentos principales como de los paramentos secundarios, los adyacentes y los subyacentes que puedan documentarse bajo sedimentos estratigráficos. La interpretación de los hechos o evidencias paramentales requieren ante todo unos mínimos conocimientos de estratigrafía muraria, de conceptos y conocimientos arquitectónicos y principalmente de lógica.
El análisis estratigráfico constituye la fase fundamental del trabajo, ya que permite establecer una secuencia general de la evolución constructiva del lienzo de muralla de la fortaleza, restituyendo la configuración que tuvo a lo largo de su historia (Figura 8).



Figura 8. Lectura de paramentos correspondiente a un tramo completo de muralla

Se entiende por Unidad Estratigráfica Construida (UEC) la acción mínima identificable, o que se ha querido identificar, englobando tanto los estratos horizontales como los verticales. Estos últimos presentan sus propias características puesto que, generalmente, son compactos y tienen en sus lados bordes expuestos que no interrumpen una original continuidad al ser superficies originales del estrato. Su volumen difícilmente puede ser homogéneo dada la distribución diferenciada de sus componentes entre cimentaciones y alzado, núcleo y paramento, adorno, etc. En este sentido, se debe señalar que en este análisis se ha considerado como una sola unidad estratigráfica a cualquier acción guiada por una única voluntad constructiva.
Al mismo tiempo, se presta especial atención a las soluciones de continuidad o interfacies negativas (rupturas, cortes, demoliciones,...) puesto que se hallan repletas de información y tienen una validez por sí mismas, ya que mantienen relaciones estratigráficas propias que nada tienen que ver con las de los estratos que las delimitan. En este sentido, se confieren como unidades estratigráficas negativas que se han reconocido, numerado y documentado de manera idéntica a como lo se hizo con las positivas (UEC).

El estudio de todas las unidades estratigráficas y de sus relaciones permite la comprensión de la evolución constructiva del edificio. Por tanto, el siguiente paso a realizar es la elaboración de un diagrama estratigráfico (matrix Harris), a modo de representación simbólica de cada una de las acciones encuadradas en los diferentes momentos constructivos del edificio. Las relaciones sincrónicas se sitúan en escalones horizontales y las diacrónicas en vertical, de abajo hacia arriba, siendo éstas las más recientes en el tiempo.

4. CONCLUSIONES.

En este trabajo se ha presentado una metodología para la realización de estudios arqueológicos de la arquitectura basados en documentación de carácter métrico obtenida a partir de imágenes fotogramétricas. Esta metodología, que engloba varias disciplinas y profesionales, permite la obtención de un modelo tridimensional de edificios históricos que sirve de génesis a numerosos productos técnicos (planos, alzados, secciones, etc.) que se utilizan para la realización de estudios arqueológicos de paramentos, para documentación con base fotográfica del patrimonio y como base para proyectos arquitectónicos de restauración y rehabilitación. En este contexto, los productos fotogramétricos y cartográficos suponen una importante mejora para los trabajos arqueológicos y arquitectónicos posteriores, ya que minimizan el trabajo de campo al producir representaciones fidedignas del objeto estudiado.
Dentro de las técnicas fotogramétricas y teniendo en cuenta las precisiones requeridas para este tipo de trabajos, se ha optado por técnicas de bajo coste, que suponen una importante reducción del esfuerzo en todas las fases de lostrabajos (campo y gabinete). Éstas basan su rentabilidad en la combinación de instrumental más económico y de técnicas fotogramétricas, como la rectificación proyectiva sobre planos, que minimizan los trabajos de campo. Sin embargo, esta rectificación proyectiva presenta algunas restricciones que limita las características geométricas del objeto a estudiar. La más importante de estas limitaciones es la necesidad de que el objeto sea lo más plano posible, lo que hace de esta técnica sea conveniente en estudios de edificios históricos, donde abundan este tipo de paramentos planos.
El proyecto presentado como aplicación de esta metodología constituye un importante estudio combinado en el que se han completado más de 350 metros de lienzos de muralla en el recinto de La Mota en Alcalá la Real (Jaén). Este importante volumen de trabajo demuestra la viabilidad de la metodología presentada tanto para la realización de estudios de paramentos como para la documentación del patrimonio.

5. BIBLIOGRAFÍA

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Tabales, M. A. (1998). Arqueología en edificios históricos de Sevilla. Una propuesta de intervención. Departamento de Prehistoria y Arqueología, Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Sevilla, Sevilla.

La Flota de Castilla Invade Inglaterra.


Nao con el pendón de Castilla.

Al leer el título y desde una perspectiva actual, no se sabe que es más chocante. Si lo de “flota de Castilla“, región que en la actualidad tiene su costa más cercana a varios kilómetros de distancia o lo de “invadir Inglaterra“, algo que solamente ha ocurrido en nuestros sueños más heroicos.

Sin embargo, poniéndonos en el momento y la época adecuada, el asunto no sólo deja de sonar extraño sino que además resulta ser totalmente verídico.

Para poder situarnos tenemos que retroceder unos pocos años en la historia, exactamente unos setecientos, cuando la Corona de Castilla abarca aproximadamente la mitad de la península de la ibérica.

Corona de Castilla a principios del s.XV

Por aquel entonces Castilla no sólo tenía una flota, sino que además era una de las más poderosas del momento y además entre sus oficiales contaba con uno de los más intrépidos marinos, Fernando Sánchez de Tovar.

El suceso en cuestión ocurre en el siglo XIV dentro del marco de La Guerra de los Cien años. Cuando el rey castellano, Enrique de Trastamara, se alía con Carlos V de Francia para combatir al común enemigo inglés. Franceses y castellanos juntaron una potente armada formada por 50 galeras, más de 5.000 hombres preparados para el desembarco y colocando al frente de la misma a Sanchez de Tovar.

Ilustración de la galera del Adelantado Mayor de Castilla, puesto que ocupó Sánchez de Tovar. (Imagen: Todo a Babor)

Fueron varios meses de luchas y hostigamiento en la costa inglesa donde la flota saqueó la isla de Wight, (Dos veces. A la ida y a la vuelta) y los puertos del sur de Inglaterra de Rye, Rottingdean, Lewes, Folkestone, Plymouth, Portsmouth yHastings.


Después de este repaso y de hacer una pequeña pausa para saquear los lugares y pertrechar convenientemente de nuevo sus naves (Hicieron un “break” que dirían los ingleses :-D ) enfilaron la desembocadura del Támesis y pusieron sus proas rumbo a Londres. Quemaron varios poblados costeros que caían de camino y arrasaron la ciudad de Gravesend, muy muy cerquita de Londres.


Así de cerquita quedaron de Londres. (Ver en Google Maps)

Las crónicas de la época dan cuenta de lo inusual del hecho.

Ficieron gran guerra este año por la mar, e entraron por el río Artemisa [Támesis] fasta cerca de la cibdad de Londres, a do galeas de enemigos nunca entraron.

Pero finalmente la gran meta no se logró. No está muy claro el motivo de su vuelta estando tan cerca del objetivo. Posiblemente la razón fue que el rey Castellano tenía también sus más y sus menos con el rey de Portugal y precisó la presencia de la flota para asediar Lisboa.

Fernado Sánchez de Tovar murió en este asedio. Su cuerpo fue trasladado hasta Sevilla y enterrado en la catedral. En un epitafio, hoy desaparecido, se podía leer.

Aquí yace el bueno e honrado cavallero D. Ferrant Sanchez de Tobar, Almirante de Castilla que Dios perdone, e finó sobre Lisboa en el año de MCCCLXXXIV, e mandole fazer esta sepultura Juan de Tobar su viznieto, en el año de MCCCCXXXVI.

…Caballero que mojó la oreja al perro inglés

Hubiera añadido yo. ;-)

Más en:

Fernando Sánchez de Tovar. (Wiki)

Fernado Sánchez de Tovar. (Wiki inglés)

Canarias: Los restos óseos encontrados en la carretera pagador - Guía datan de los años 980 y 1030 D.C.


Publicado en Infonorte Digital

Algunos de los restos óseos encontrados con motivo de la construcción de la carretera Pagador - Guía, en la isla de Gran Canaria, datan de los años 980 y 1030 D.C. aproximadamente, de acuerdo con las pruebas de Carbono 14 efectuadas a los mismos.

El hallazgo de estos restos óseos adscritos a la época aborigen es único hasta el momento dentro del marco arqueológico insular según los expertos, que remitieron las muestras a un laboratorio de Miami para su datación.

Los restos analizados hasta ahora corresponden a los hallazgos efectuados en dos zonas del acantilado de San Felipe, en una grieta y en una cueva natural, utilizadas ambas como lugares de enterramiento. En la grieta fueron encontrados los restos óseos pertenecientes a cuatro individuos y en la cueva los correspondientes a dos adultos y un niño.

La Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, al frente de la cual se encuentra Juan Ramón Hernández, se ha tomado con extremo interés el seguimiento arqueológico de las obras de Duplicación de la Autopista GC-2 entre Santa María de Guía y el Pagador, para lo que ha contratado a los profesionales y servicios de la empresa Arqueocanaria a través de la UTE a la que le ha sido encomendada la obra.

Entre las medidas adoptadas para proteger al máximo el entorno de la obra se encuentra el seguimiento arqueológico en la fase de desmontes y movimiento de tierras, con especial incidencia en aquellas zonas donde se presumía una mayor potencialidad arqueológica. A través de los arqueólogos se ha ejercido una exhaustiva vigilancia de todos los movimientos con el doble objetivo de controlar que los elementos de interés histórico que se encuentran en el entorno inmediato de la obra no se vieran afectados ni directa ni indirectamente por los trabajos; y vigilar el posible hallazgo de restos de interés arqueológico para proceder a su conservación.

Se ha controlado de forma especial la afección que la obra podía ocasionar en las áreas de interés arqueológico ya conocidas como la zona de Los Roques, cueva bajo el Viaducto 7, yacimiento arqueológico de Morro del Verdugado y cuevas del barranco de Moya.

A través del exhaustivo seguimiento arqueológico llevado a cabo en esta obra se han descubierto elementos no conocidos hasta ahora como las cuevas al borde del camino de San Felipe, o una cueva de enterramiento situada en Barranco Hondo.

Morro de Verdugado

Antes del comienzo de la apertura del Túnel del Morro del Verdugado se realizó un estudio arqueológico de los restos localizados en la parte alta del mismo, así como en las zonas aledañas al nuevo túnel, con el objetivo de documentar e inventariar las unidades arqueológicas existentes.

Acantilado de San Felipe

En el mismo acantilado, y a través del seguimiento arqueológico de los desmontes, han sido localizadas numerosas cuevas de interés arqueológico, además de un tramo del Camino Histórico de San Felipe, y 4 cuevas labradas desconocidas hasta el momento dado que se encontraban sepultadas. Este hallazgo ha supuesto la modificación del proyecto de la obra condicionando la ampliación del viaducto nº 4 en un vano más en lugar del muro proyectado inicialmente.

Excavación arqueológica en una cueva sepulcral de Barranco Hondo

En febrero de 2008 se produjo el hallazgo de nuevos restos arqueológicos no catalogados en el ámbito del viaducto Nº 2. La ampliación de una antigua pista de acceso al fondo del barranco permitió descubrir restos humanos asociados a un enterramiento en cueva, entre los que se encuentran restos óseos de niños pendientes aún de datar.

Aunque el hallazgo se encuentra fuera del área de las obras de la nueva carretera, la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias ha asumido en este caso también el coste de la investigación, que se encuentra en estos momentos en curso.

Tras notificar el descubrimiento a la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria, como se ha hecho en todos los casos, se ha procedido a instalar en la zona un vallado a efectos de señalización y protección, para a continuación proceder a la excavación arqueológica completa de la cavidad, así como a la prospección arqueológica de las cuevas del entorno.

Hasta el momento han sido encontrados en el espacio de la cueva restos óseos de tres individuos adultos (una mujer y dos varones), así como de un neonato.

Encima de esta cavidad han sido localizadas otras dos de menor tamaño, una de ellas con lo que podría ser un muro de acondicionamiento característico de cuevas funerarias, y la otra con restos óseos humanos pertenecientes a dos neonatos.

La Declaración de Impacto del proyecto mencionaba la existencia de zonas con posibilidad de albergar restos

La Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de Duplicación de la Autopista GC- 2 en el tramo Santa María de Guía - El Pagador, contempla entre sus condicionantes la realización de una serie de actuaciones en materia de Patrimonio Histórico basadas en el informe emitido por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria de 7 de mayo de 2004, sobre el trazado de la carretera y su posible afección a elementos patrimoniales.

En el estudio de impacto arqueológico previo ya se mencionaba la existencia de numerosas cuevas y solapones con posibilidad de albergar restos arqueológicos.

Grandes infraestructuras pueden ser compatibles con la protección del patrimonio histórico

Las actuaciones que se están llevando a cabo en materia de Patrimonio Histórico en la nueva carretera Pagador - Guía, han puesto de manifiesto que es, además de posible, necesario compatibilizar la construcción de una infraestructura de gran envergadura como ésta con la protección y conservación del Patrimonio Histórico.

Según han señalado los técnicos encargados del seguimiento arqueológico de la obra, la forma como ha sido abordado este proyecto está permitiendo no sólo proteger lo que ya se conoce, sino descubrir nuevos elementos de interés histórico, tarea que a pesar de suponer a veces un problema de tipo económico, técnico o de plazos para las obras, la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias ha sabido asumir en toda su extensión.



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