domingo, 28 de febrero de 2010

Rebuscando en la prensa, perlas....

¿Por qué España ha castigado con desidia y abandono su propia historia naval? Hasta ahora no hemos sido capaces de excavar ni un sólo galeón ni mucho menos poner en marcha un proyecto importante. No
Sinde y Chacón, el día que firmaron el convenio con la Armada /EFE
Sinde y Chacón, el día que firmaron el convenio con la Armada /EFE

¿Por qué España ha castigado con desidia y abandono su propia historia naval? Hasta ahora no hemos sido capaces de excavar ni un sólo galeón ni mucho menos poner en marcha un proyecto importante. No estamos a la altura de nuestros países vecinos, como Francia, Gran Bretaña o Suecia, todos ellos potencias navales con una arqueología seria y activa.

La Corona fundó la primera navegación global y los mares de todo el mundo están sembrados de naufragios españoles, hundidos mientras transportaban verdaderos tesoros que han alimentado el inconsciente colectivo y también la ambición de los piratas... desde hace 300 años hasta hoy, por más que hoy manejen robot submarinos.

El marco Europeo. Los países de nuestro entorno llevan décadas de ventaja, con investigaciones, intervenciones y también publicaciones. El Vasa y el Kronan en Suecia, el Mary Rose en Gran Bretaña, el Roskilde en Dinamarca ya bastan como ejemplos, a los que sumar las investigaciones del DRASSM francés, o los proyectos del Nan Hai 1 de china, los pecios de Pisa o la coca de Bremen. Hay más en marcha. Todos ellos son ejemplos de intervenciones con medios, excavación y museología. En comparación, España ha registrado una ausencia de proyectos, medios y coordinación entre administraciones que se resumen en los problemas para que los buques de la Armada participen con sus impresionantes medios en la política de protección e investigación del patrimonio subacuático. Todo está ahora en manos de la ministra de Cultura.

Incuria más errores. En España, al abandono de la Arqueología se suman algunos errores de bulto. Desde la condecoración a cazatesoros como Robert Marx -por servicios no científicos- hasta los permisos de excavación de La Galga a la misma empresa que los había expoliado, Sea Hunt. No es de extrañar que en esta línea llegasen a concederse media docena de permisos a Odyssey, entre notas diplomáticas y acuerdos verbales, durante los años previos al aún oscuro expolio de La Mercedes. La pregunta es ¿por qué?, ¿por ignorancia?
Autonomías. Sólo hay tres Autonomías con personal cualificado y centros de investigación, que son Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. De ellas sólo Cataluña tiene un barco específico (el Thetis, un pesquero tuneado) y es la única que puede comprobar expolios, anomalías y realizar campañas de investigación arqueológica. Las otras dos, sin buques propios, ¿cómo pueden realizar arqueología subacuática? De ahí que Martín Almagro los defina como centros administrativos.

Mapas arqueológicos. Las tres mencionadas Autonomías los tienen -también Ceuta- en distinta calidad y documentación. La intervención de buques de la Armada puede acabar con ese problema y realizar la carta arqueológica compatible que permita a cada Comunidad proteger los pecios a su cargo (Canarias, Baleares, todas las cantábricas... hay mucho patrimonio por descubrir).

Arqueología que no excava. Desde los 70 no se ha celebrado un congreso científico para debatir resultados. Salvo Cataluña, nadie realiza campañas regulares. En el litoral andaluz, el más rico del mundo, donde Odyssey detectó medio millar de yacimientos, ni se ha realizado campaña sistemática ni publicación alguna. Es decir, los cazatesoros conocen mejor la zona que nosotros. Además faltan publicaciones científicas sobre los pecios medievales musulmanes o la tecnología de los galeones (España aún no ha excavado ninguno), aparte de la importancia de batallas como Trafalgar, que harían muy popular cualquier proyecto ambicioso, con lo cual la arqueología cumpliría una de sus principales funciones: poner la historia a disposición de la sociedad.
La Universidad. Con decir que sólo hay un doctorado en Barcelona basta. El resto son estudios teóricos. Con solo imaginarse a arqueólogos que excavan, toda una nueva generación de profesionales estaría a punto en pocos años.

Las obras públicas. Documentar o rescatar pecios en obras públicas es una misión importante. El pecio de Mazarrón se encontró fortuitamente en la construcción de un puerto deportivo en Murcia. En Sevilla, una nave vikinga mientras se construía el metro. Pero existen centenares de obras (en la época de máxima remodelación del litoral) que no se controlan y por tanto no se hace cumplir de manera efectiva la Ley de Patrimonio de 1985. Como triste ejemplo, el pecio de Mazarrón que sólo ha merecido un pequeño artículo 16 años después de su descubrimiento.
Tecnología. En biología está el ejemplo para los arqueólogos españoles que siguen viendo con desconfianza la tecnología aplicada a sus trabajos, o incluso la posibilidad de utilizar tecnología militar de la Armada. No se han hecho estudios a cotas profundas, ni siquiera fotomosaicos que permiten estudiar las rutas comerciales.

Las competencias. En el respaldo del convenio para que la Armada participe en la defensa del patrimonio sumergido se ha visto el alud de leyes que apoya la puesta en marcha de una política estatal. Si no se realiza dejaremos lo mejor de nuestra historia en manos de expoliadores, porque el olvido ya ni siquiera es una opción visto el caso Odyssey.

Fuente: http://www.abc.es/hemeroteca/historico-23-11-2009/abc/

Más barcos fantasma.....

La flota fantasma de la recesión

Aunque evidentemente no es arqueología, ni historia del periodo que trata este blog, por el interés personal que tengo lo publico. Para mi, la evidencia que muestran las imágenes es brutal.

Ya he mencionado alguna vez que mi carrera profesional se desarrolla en una de las mayores compañias navieras del mundo. Desde el inicio de la crisis de las hipotecas sub-prime en los EE.UU., ha descendido mucho el comercio y por lo tanto la demanda de petróleo y el tráfico de contenedores y materias primas por vía marítima. Esto a su vez ha generado una sobrecapacidad de espacio en los buques de dichas navieras y a una bajada de los precios de los fletes brutal, que llego a su máximo a finales del 2008.

Con el fin de escapar de la espiral de la bajada de precios, las navieras empezaron a retirar mercantes de las rutas para reducir costes y espacio disponible, y así poder subir los precios para eliminar los costes operativos que no estaban cubriendo.

La pregunta que me hacia era ¿ y donde están amarrados los buques ? por que deben haber a patadas. De hecho un día me entretuve buscando con Google Earth por las cercanías de los astilleros de la empresa a ver si veía una fila de portacontenedores amarrados pero no hubo suerte.

Pues ya tenemos la respuesta : en Singapore. Sin carga, sin marineros, sin destino. Calculan que hay más de 500 buques amarrados.

singapore harbour

Imagen aerea

Creative Commons License photo credit: hradcanska

estrecho de Singapore

estrecho de Singapore

flying over the ghost ship yard

flying over the ghost ship yard

Imagen en Flickr a href=Imagen en a href=

No todos han escogido Singapore para amarrar sus barcos. Maersk Line ha escogido Loch Striven, en Escocia, para estacionar seis de sus portacontenedores.

Portacontenedores de Maersk line en Loch Striven

Portacontenedores de Maersk line en Loch Striven

Fuente : http://historiayarqueologiamaritima.es/

Crisis y barcos fantasma.

Revealed: The ghost fleet of the recession anchored just east of Singapore

By Simon Parry

*noticia ,de hace unos meses , donde había pocos barcos, ahora demasiados*


The biggest and most secretive gathering of ships in maritime history lies at anchor east of Singapore. Never before photographed, it is bigger than the U.S. and British navies combined but has no crew, no cargo and no destination - and is why your Christmas stocking may be on the light side this year

The 'ghost fleet' near Singapore

The 'ghost fleet' near Singapore. The world's ship owners and government economists would prefer you not to see this symbol of the depths of the plague still crippling the world's economies

The tropical waters that lap the jungle shores of southern Malaysia could not be described as a paradisical shimmering turquoise. They are more of a dark, soupy green. They also carry a suspicious smell. Not that this is of any concern to the lone Indian face that has just peeped anxiously down at me from the rusting deck of a towering container ship; he is more disturbed by the fact that I may be a pirate, which, right now, on top of everything else, is the last thing he needs.

His appearance, in a peaked cap and uniform, seems rather odd; an o fficer without a crew. But there is something slightly odder about the vast distance between my jolly boat and his lofty position, which I can't immediately put my finger on.

Then I have it - his 750ft-long merchant vessel is standing absurdly high in the water. The low waves don't even bother the lowest mark on its Plimsoll line. It's the same with all the ships parked here, and there are a lot of them. Close to 500. An armada of freighters with no cargo, no crew, and without a destination between them.

Simon Parry among the ships in southern Malaysia

Simon Parry among the ships in southern Malaysia

My ramshackle wooden fishing boat has floated perilously close to this giant sheet of steel. But the face is clearly more scared of me than I am of him. He shoos me away and scurries back into the vastness of his ship. His footsteps leave an echo behind them.

Navigating a precarious course around the hull of this Panama-registered hulk, I reach its bow and notice something else extraordinary. It is tied side by side to a container ship of almost the same size. The mighty sister ship sits empty, high in the water again, with apparently only the sailor and a few lengths of rope for company.

Nearby, as we meander in searing midday heat and dripping humidity between the hulls of the silent armada, a young European offi cer peers at us from the bridge of an oil tanker owned by the world's biggest container shipping line, Maersk. We circle and ask to go on board, but are waved away by two Indian crewmen who appear to be the only other people on the ship.

'They are telling us to go away,' the boat driver explains. 'No one is supposed to be here. They are very frightened of pirates.'

Here, on a sleepy stretch of shoreline at the far end of Asia, is surely the biggest and most secretive gathering of ships in maritime history. Their numbers are equivalent to the entire British and American navies combined; their tonnage is far greater. Container ships, bulk carriers, oil tankers - all should be steaming fully laden between China, Britain, Europe and the US, stocking camera shops, PC Worlds and Argos depots ahead of the retail pandemonium of 2009. But their water has been stolen.

They are a powerful and tangible representation of the hurricanes that have been wrought by the global economic crisis; an iron curtain drawn along the coastline of the southern edge of Malaysia's rural Johor state, 50 miles east of Singapore harbour.

Fisherman Ah Wat

'We don't understand why they are here. There are so many ships but no one seems to be on board,' said local fisherman Ah Wat

It is so far off the beaten track that nobody ever really comes close, which is why these ships are here. The world's ship owners and government economists would prefer you not to see this symbol of the depths of the plague still crippling the world's economies.

So they have been quietly retired to this equatorial backwater, to be maintained only by a handful of bored sailors. The skeleton crews are left alone to fend off the ever-present threats of piracy and collisions in the congested waters as the hulls gather rust and seaweed at what should be their busiest time of year.

Local fisherman Ah Wat, 42, who for more than 20 years has made a living fishing for prawns from his home in Sungai Rengit, says: 'Before, there was nothing out there - just sea. Then the big ships just suddenly came one day, and every day there are more of them.

'Some of them stay for a few weeks and then go away. But most of them just stay. You used to look Christmas from here straight over to Indonesia and see nothing but a few passing boats. Now you can no longer see the horizon.'

The size of the idle fleet becomes more palpable when the ships' lights are switched on after sunset. From the small fishing villages that dot the coastline, a seemingly endless blaze of light stretches from one end of the horizon to another. Standing in the darkness among the palm trees and bamboo huts, as calls to prayer ring out from mosques further inland, is a surreal and strangely disorientating experience. It makes you feel as if you are adrift on a dark sea, staring at a city of light.

Ah Wat says: 'We don't understand why they are here. There are so many ships but no one seems to be on board. When we sail past them in our fishing boats we never see anyone. They are like real ghost ships and some people are scared of them. They believe they may bring a curse with them and that there may be bad spirits on the ships.'

Two container ships tied together in Sungai Rengit, southern Malaysia

Two container ships tied together in southern Malaysia, waiting for the next charter

As daylight creeps across the waters, flags of convenience from destinations such as Panama and the Bahamas become visible. In reality, though, these vessels belong to some of the world's biggest Western shipping companies. And the sickness that has ravaged them began far away - in London, where the industry's heart beats, and where the plummeting profits and hugely reduced cargo prices are most keenly felt.

The Aframax-class oil tanker is the camel of the world's high seas. By definition, it is smaller than 132,000 tons deadweight and with a breadth above 106ft. It is used in the basins of the Black Sea, the North Sea, the Caribbean Sea, the China Sea and the Mediterranean - or anywhere where non-OPEC exporting countries have harbours and canals too small to accommodate very large crude carriers (VLCC) or ultra-large crude carriers (ULCCs). The term is based on the Average Freight Rate Assessment (AFRA) tanker rate system and is an industry standard.

A couple of years ago these ships would be steaming back and forth. Now 12 per cent are doing nothing

You may wish to know this because, if ever you had an irrational desire to charter one, now would be the time. This time last year, an Aframax tanker capable of carrying 80,000 tons of cargo would cost £31,000 a day ($50,000). Now it is about £3,400 ($5,500).

This is why the chilliest financial winds anywhere in the City of London are to be found blowing through its 400-plus shipping brokers.

Between them, they manage about half of the world's chartering business. The bonuses are long gone. The last to feel the tail of the economic whiplash, they - and their insurers and lawyers - await a wave of redundancies and business failures in the next six months. Commerce is contracting, fleets rust away - yet new ship-builds ordered years ago are still coming on stream.

World shipping is tracked by satellite service Vesseltracker

World shipping is tracked by satellite service Vesseltracker

Just 12 months ago these financiers and brokers were enjoying fat bonuses as they traded cargo space. But nobody wants the space any more, and those that still need to ship goods across the world are demanding vast reductions in price.

Do not tell these men and women about green shoots of recovery. As Briton Tim Huxley, one of Asia's leading ship brokers, says, if the world is really pulling itself out of recession, then all these idle ships should be back on the move.

South China Sea map

'This is the time of year when everyone is doing all the Christmas stu ff,' he points out.

'A couple of years ago those ships would have been steaming back and forth, going at full speed. But now you've got something like 12 per cent of the world's container ships doing nothing.'

Aframaxes are oil bearers. But the slump is industry-wide. The cost of sending a 40ft steel container of merchandise from China to the UK has fallen from £850 plus fuel charges last year to £180 this year. The cost of chartering an entire bulk freighter suitable for carrying raw materials has plunged even further, from close to £185,000 ($300,000) last summer to an incredible £6,100 ($10,000) earlier this year.

Business for bulk carriers has picked up slightly in recent months, largely because of China's rediscovered appetite for raw materials such as iron ore, says Huxley. But this is a small part of international trade, and the prospects for the container ships remain bleak.

Some experts believe the ratio of container ships sitting idle could rise to 25 per cent within two years in an extraordinary downturn that shipping giant Maersk has called a 'crisis of historic dimensions'. Last month the company reported its first half-year loss in its 105-year history.

Martin Stopford, managing director of Clarksons, London's biggest ship broker, says container shipping has been hit particularly hard: 'In 2006 and 2007 trade was growing at 11 per cent. In 2008 it slowed down by 4.7 per cent. This year we think it might go down by as much as eight per cent. If it costs £7,000 a day to put the ship to sea and if you only get £6,000 a day, than you have got a decision to make.

'Yet at the same time, the supply of container ships is growing. This year, supply could be up by around 12 per cent and demand is down by eight per cent. Twenty per cent spare is a lot of spare of anything - and it's come out of nowhere.'

These empty ships should be carrying Christmas over to the West. All retailers will have already ordered their stock for the festive season long ago. With more than 92 per cent of all goods coming into the UK by sea, much of it should be on its way here if it is going to make it to the shelves before Christmas.

Large ships off the coastline close to Sungai Rengit

Lights from the fleet of ships illuminate the night-time horizon

But retailers are running on very low stock levels, not only because they expect consumer spending to be down, but also because they simply do not have the same levels of credit that they had in the past and so are unable to keep big stockpiles.

Stopford explains: 'Globalisation and shipping go hand in hand. Worldwide, we ship about 8.2 billion tons of cargo a year. That's more than one ton per person and probably two to three tons for richer people like us in the West. If the total goes down by five per cent or so, that's a lot of cargo that isn't moving.'

The knock-on effect of so many ships sitting idle rather than moving consumer goods between Asia and Europe could become apparent in Britain in the months ahead.

'We will find out at Christmas whether there are enough PlayStations in the shops or not. There will certainly be fewer goods coming in to Britain during the run-up to Christmas.'

Three thousand miles north-east of the ghost fleet of Johor, the shipbuilding capital of the world rocks to an unpunctuated chorus of hammer-guns blasting rivets the size of dustbin lids into shining steel panels that are then lowered onto the decks of massive new vessels.

As the shipping industry teeters on the brink of collapse, the activity at boatyards like Mokpo and Ulsan in South Korea all looks like a sick joke. But the workers in these bustling shipyards, who teem around giant tankers and mega-vessels the length of several football pitches and capable of carrying 10,000 or more containers each, have no choice; they are trapped in a cruel time warp.

There have hardly been any new orders. In 2011 the shipyards will simply run out of ships to build

A decade ago, South Korean President Kim Dae-jung (who died last month) issued a decree to his industrial captains: he wished to make his nation the market leader in shipbuilding. He knew the market intimately. Before entering politics, he studied economics and worked for a Japanese-owned freight-shipping business. Within a few years he was heading his own business, starting out with a fleet of nine ships.

Thus, by 2004, Kim Dae-jung's presidential vision was made real. His country's low-cost yards were winning 40 per cent of world orders, with Japan second with 24 per cent and China way behind on 14 per cent.

But shipbuilding is a horrendously hard market to plan. There is a three-year lag between the placing of an order and the delivery of a ship. With contracts signed, down-payments made and work under way, stopping work on a new ship is the economic equivalent of trying to change direction in an ocean liner travelling at full speed towards an iceberg.

Thus the labours of today's Korean shipbuilders merely represent the completion of contracts ordered in the fat years of 2006 and 2007. Those ships will now sail out into a global economy that no longer wants them.

Maersk announced last week that it was renegotiating terms and prices with Asian shipyards for 39 ordered tankers and gas carriers. One of the company's executives, Kristian Morch, said the shipping industry was in uncharted waters.

As he told the global shipping newspaper Lloyd's List only last week: 'You have a contraction of oil demand, you have a falling world economy and you have a contraction of financing capabilities - and at the same time as a lot of new ships are being delivered.'

Demand peaked in 2005 when, with surplus tonnage worldwide standing at just 0.7 per cent, ship owners raced to order, fearing docks and berths at major shipyards would soon be fully booked. That spell of 'panic buying' has heightened today's alarming mismatch between supply and demand.

Keith Wallis, East Asia editor of Lloyd's List, says, 'There was an ordering frenzy on all types of vessel, particularly container ships, because of the booming trade between Asia and Europe and the United States. It was fuelled in particular by consumer demand in the UK, Europe and North America, as well as the demand for raw materials from China.'

Cranes at Singapore Dock stand idle, waiting for work

Cranes at Singapore Dock stand idle, waiting for work

Orders for most existing ships to be delivered within the next six to nine months would be honoured, he predicted, and the ships would go into service at the expense of older vessels in the fleet, which would be scrapped or end up anchored off places like southern Malaysia.

But, says Wallis, 'some ship owners won't be able to pay their final instalments when the vessels are completed. Normally, they pay ten per cent down when they order the ship and there are three or four stages of payment. But 50 to 60 per cent is paid on delivery.'

South Korean shipyard Hanjin Heavy Industries last week said it had been forced to put up for sale three container ships ordered at a cost of £60 million ($100 million) by the Iranian state shipping line after the Iranians said they could not pay the bill.

'The prospects for shipyards are bleak, particularly for the South Koreans, where they have a high proportion of foreign orders. Whole communities in places like Mokpo and Ulsan are involved in shipbuilding and there is a lot of sub-contracting to local companies,' Wallis says.

'So far the shipyards are continuing to work, but the problems will start to emerge next year and certainly in 2011, because that is when the current orders will have been delivered. There have hardly been any new orders in the past year. In 2011, the shipyards will simply run out of ships to build.'

Christopher Palsson, a senior consultant at London-based Lloyd's Register-Fairplay Research, believes the situation will worsen before it gets better.

'Some ships will be sold for demolition but the net balance will be even further pressure on the freight rates and the market itself. A lot of ship owners and operators are going to find themselves in a very difficult situation.'

The current downturn is the worst in living memory and more severe even than the slump of the early Eighties, Palsson believes.

'Back then the majority of the crash was for tankers carrying crude oil. Today we have almost every aspect of shipping affected - bulk carriers, tankers, container carriers... the lot.

'It is a much wider-spread situation that we have today. China was not a major player in the world economy at that time. Neither was India. We had the Soviet Union. We had shipbuilding in the United Kingdom and Europe.

'But then, back in those days the world was a very different place.'

el ‘Lejonvraket’, el último tesoro de la arqueología submarina

Youtube nos ofrece la posibilidad de descubrir los secretos del último gran descubrimiento de la arqueología marina, un galeón holandés del siglo XVII hallado el pasado mes de mayo a 45 metros de profundidad al norte de Värmö, una localidad turística sueca, y que ha sido llamado por los tres submarinistas que lo descubrieron como ‘Lejonvraket’, por el león que se conserva casi intacto en su mascarón de proa.

Se trata de uno de los mayores hallazgos de todos los tiempos, no solo por la dimensiones y características de la embarcación sino por el excelente estado de conservación de la misma. El mar Báltico y más concretamente las costas suecas se confirman de esta manera como la zona del planeta que presenta mejores pecios; hasta la fecha el último descubrimiento databa de hace dos años, un galeón de características que podrían ser muy similares a las del ‘Lejonvraket’.

Las autoridades suecas han prohibido cualquier expedición submarina o deporte náutico en la zona donde se ha encontrado el buque hundido hace 400 años, por lo que apenas circulan vídeos del ‘Lejonvraket’ por internet. Dos buenas maneras de profudizar en el tema son el vídeo que reproducimos de Youtube.com, y el artículo publicado en ABC sobre el descubrimiento.

youtube


INAH destina 1.5 mdp a investigación acuática


El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ejercerá este año poco más de millón y medio de pesos para continuar con los trabajos de investigación acuática que viene realizando, los cuales incluyen un inventario de barcos que naufragaron en los siglos XVI, XVII y XVIII, así como importantes descubrimientos en cavernas y cenotes de la entidad.
Su delegada, Adriana Velazco, recordó que desde hace poco más de un año, un grupo de especialistas realizan trabajos en poco más de 50 cenotes de zona del Banco Chinchorro, en donde se hizo uno de los descubrimientos más importantes de la última década, ya que se localizaron restos mayas más antiguos de América Latina.
"Aquí se localizaron estos restos de la época pre maya; este hallazgo es uno de los más importantes a nivel internacional y se obtuvo precisamente como parte de los trabajos de investigación que llevamos al cabo en los cenotes de la entidad", dijo.
Únicamente, comentó, se extrajeron las muestras de los restos para determinar si se trataba de un tradicional sacrificio de los mayas o bien los cuerpos simplemente fueron arrojados al mar.
La funcionaria indicó que para 2010, gracias al financiamiento que obtuvieron del Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología, podrán seguir trabajando en el inventario de cenotes, principalmente los que se localizan en Punta Laguna, las Bahía de la Ascensión, del Espíritu Santo y en Holbox, en donde ya se han realizado importantes descubrimientos.
Comentó que hasta ahora, especialistas del INAH han realizado investigaciones en cuanto menos 10 cavernas, aunque consideró que pasarán muchos años "para que esto concluya", en virtud de que en cada exploración submarina se descubren nuevos cenotes que se interconectan.
Por otra parte, dio a conocer que se tiene un gran avance en el inventario de barcos y naufragios de los siglos XV, XVI y XVII.
"Aquí lo que estamos determinando es la actividad comercial que realizaban con la entidad, el tipo de productos que podrían transportar, sobre todo maderas preciosas, por lo que en breve se darán a conocer los detalles".

Hallan en Alemania nave hundida en 1715


La nave de 47 metros de eslora se fue a pique el 25 de abril de 1715.
EL UNIVERSAL

Arqueólogos alemanes han descubierto, en la entrada de la bahía de Kiel, al norte del país y en aguas del Báltico, los restos del buque de guerra sueco "Prinsessan Hedvig Sophia", que se hundió a comienzos del siglo XVIII.
La nave de 47 metros de eslora se fue a pique el 25 de abril de 1715, durante la Gran Guerra del Norte, en una batalla naval entre suecos y daneses.
Ante la superioridad de las fuerzas marinas danesas, el almirante sueco ordenó a sus fuerzas hundir sus propios buques para evitar que cayeran en manos del enemigo.

Pese a todo, los daneses consiguieron abordar y conquistar la mayor parte de las naves suecas antes de que pudiesen ser hundidas, con la sola excepción del "Prinsessan Hedvig Sophia", el buque insignia, cuyo rescate fue imposible por los graves daños sufridos.

Los arqueólogos marinos de la Oficina de Arqueología del estado de Schleswig-Holstein consiguieron liberar la proa y popa de la nave, que se encontraban aprisionadas por el propio lastre del buque, informó hoy un portavoz de dicha institución.

Posteriormente fueron descubriendo otros restos que indicaban el origen del navío, como restos de armas y calzado, munición para mosquetes de plomo, balas de cañón de hierro y cristales de lámparas, ventanas y botellas.
Los restos del navío sueco de guerra se encuentran sumergidos a ocho metros de profundidad y las autoridades arqueológicas de Schleswig-Holstein tienen intención de seguir trabajando para sacar a la luz mas material del mismo.

Un tesoro fenicio en La Manga.....


Buceadores, durante una de las excavaciones arqueológicas en el Bajo de La Campana. :: LV

Los arqueólogos han hallado colmillos de hasta 1,50 metros de elefantes norteafricanos ya extinguidos. Es un ejemplo del comercio de marfil. :: LV

Sepultado bajo rocas y arena, respetado por temporales y naufragios, ajeno al desenfreno urbanístico desatado a pocos metros en las últimas décadas, y apenas maltrecho por la mano del expolio, un tesoro fenicio de valor incalculable ha permanecido sumergido durante siglos frente a la costa de La Manga. Ahora, más de 2.600 años después, arqueólogos de once países están sacando a la luz esas riquezas ocultas en la costa de la Región de Murcia. Y no dejan de asombrarse con las maravillas de esa civilización perdida que guarda el yacimiento del Bajo de la Campana: un barco comercial con una carga de colmillos de marfil de elefantes africanos, ámbar y cuantiosas piezas de cerámica.
Según ha sabido 'La Verdad', este importante hallazgo de arqueología submarina ha sido guardado en secreto durante los últimos tres años por el equipo dirigido por el investigador español Juan Pinedo Reyes y el estadounidense Mark Edward Polzer.
Su proyecto está financiado por la organización de divulgación científica National Geographic, a partir de un acuerdo de colaboración entre el Ministerio de Cultura de España y el Institute of Nautical Archaeology de la Universidad A&M de Texas (Estados Unidos).
Los arqueólogos tienen el apoyo del Gobierno a través del personal y las instalaciones del Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (Arqua) y de la Comunidad Autónoma de Murcia mediante los permisos de excavación de la Consejería de Cultura.
Las tareas en el entorno de Isla Grosa y la isla de El Farallón, que están protegidas por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y la Capitanía Marítima, se han llevado a cabo hasta ahora en tres fases durante los últimos tres veranos. En junio, julio y agosto, profesionales y estudiantes de España, Estados Unidos, Turquía, Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra, Grecia, Suecia, Francia, Holanda e Italia han extraído 1.400 piezas y fragmentos depositados en el fondo marino por el hundimiento del navío.
Además, en la última campaña de prospecciones los arqueólogos encontraron un fragmento significativo de la madera del casco de la nave, que datan del siglo VII Antes de Cristo (a. C.), en concreto entre el año 620 y el 600 a. C. Su objetivo es ponerlo al descubierto de forma íntegra el próximo verano para estabilizarlo y en su caso trasladarlo a tierra.
El doble de los de Mazarrón
La relevancia del hallazgo viene dada por el excepcional cargamento localizado ya y el que se espera extraer, así como por los cálculos sobre las dimensiones que puede tener el navío.
Así, frente a los ocho metros de longitud de los pecios fenicios de la misma época hallados en Mazarrón, el pecio de La Campana puede medir unos quince metros.
«Hemos documentado una parte mínima del yacimiento, por lo que las perspectivas para las siguientes campañas son inmejorables. Este yacimiento ya es de por sí uno de los mayores y más importantes hallazgos de la arqueología clásica en el Mediterráneo Occidental por la diversidad, riqueza y abundancia de los materiales que transportaba. Además, nos ofrece una visión única de las transacciones y del comercio marítimo fenicio», asegura el buzo y arqueólogo submarino Juan Pinedo.
En relación con la carga, el Museo Arqua custodia ya en sus almacenes tanto materias primas, como cerámica, elementos suntuarios (de lujo) y alimentos. Los arqueólogos tienen ya más de una decena de colmillos de marfil de 70 a 150 centímetros de longitud procedentes de elefantes del norte de África ya extinguidos, con inscripciones en alfabeto fenicio; y más de 200 lingotes de estaño, muchos lingotes de cobre y piedras de galena (plata y plomo).
National Geographic
Los expertos patrocinados por National Geographic tienen también ánforas con restos de pescado, platos, lucernas, cuencos, urnas, ungüentarios, peines, ámbar, un pedestal de piedra, un antebrazo de bronce de una cama, mangos de un cuchillo de marfil, agujas de bronce o piñones.
En cuanto al navío en sí, los expertos manejan como hipótesis que los marineros chocaron contra un frente de rocas. No lo vieron porque se eleva desde el lecho marino hasta poco menos de un metro y medio de la superficie.
El navío habría salido del importante puerto de Cádiz, adonde habría llegado la mercancía: el marfil desde el asentamiento norteafricano de Lixus, el ámbar desde la zona de Lituania o Polonia, el estaño de Orense por la Ruta de la Plata (por Extremadura) y las cerámicas desde Málaga y la propia Cádiz.
El destino del barco, al que nunca llegó, habría sido el poblado de La Fonteta (Guardamar, Alicante) para aprovisionar a un taller y algún príncipe local. Otras conjeturas apuntan a una misión comercial con puerto final en Cartago (en la actual Túnez) o Fenicia (Líbano).

Hallazgo. Casco de un navío comercial fenicio del siglo VII Antes de Cristo y parte de su carga.

Yacimiento. Bajo de La Campana, frente a La Manga. En el entorno de Isla Grosa y El Farallón.

Investigación. Acuerdo del Ministerio de Cultura y el Institute of Nautical Archaeology de la Universidad A&M de Texas. Patrocina National Geographic y apoya la Consejería de Cultura.

Responsables. Juan Pinedo Reyes y Mark Edward Polzer.

Sacrificios de niños en Cartago: el fin de un mito

Un equipo internacional de científicos, liderado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh, podría haber puesto punto y final a una controversia que dura ya más de 2.000 años: los supuestos sacrificios de niños como práctica habitual entre los antiguos cartagineses.
Desde las primeras referencias a estas supuestas prácticas que datan del siglo III a.C., numerosos autores han dado verosimilitud a dicha posibilidad. Ahora, un reciente estudio publicado en PLoS One parece descartar tales suposiciones. El trabajo, dirigido por Jeffrey H. Schwartz, profesor de antropología y presidente de la Academia Mundial de las Artes y las Ciencias, ha contado con la participación de otros expertos internacionales como Roberto Macchiarelli, del Museo Nacional de Historia Natural de París o Luca Bondioli, del Museo Nacional de Prehistoria y Etnografía en Roma. Juntos han examinado los restos de esqueletos conservados en 348 urnas descubiertas en tofets (lugares de enterramiento próximos a los cementerios cartagineses convencionales), y han llegado a la conclusión de que la mayoría de los niños fallecieron en su primer año de vida, y que el veinte por ciento corresponde a no natos.

"Nuestro estudio enfatiza que los científicos históricos deben considerar todas las evidencias cuando se pretende descifrar antiguos comportamientos sociales", señaló Schwartz. "La idea de sacrificios de niños de forma regular en Cartago no está basada en el análisis de restos incinerados, sino en casos de sacrificios humanos descritos por unos pocos cronistas antiguos, ambiguas inscripciónes cartaginesas y referencias en el Antiguo Testamento. Nuestros resultados muestran que algunos niños sí fueron sacrificados, pero contradicen la conclusión de que los cartaniseses fueron un pueblo brutal y despiadado que sacrificaban regularmente a sus propios niños", sentenció.

Planeta Sapiens

Guerra al expolio submarino


Una especialista del Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz trabaja en la restauración de un cañón. ::
ÓSCAR CHAMORRO


Era un secreto a voces. «Sólo en el Golfo de Cádiz hay más oro que en el Banco de España», dijo hace ya dos décadas el catedrático Manuel Martín Bueno. Lo sabían aventureros como Robert Max, el arqueólogo norteamericano que cuantificó el botín hundido en la desembocadura del Guadalquivir en 116.000 millones de euros. O el investigador Gonzalo Millán del Pozo, que estima que la cifra supera los 160.000 millones. Lo tenían claro especialistas del prestigio de Javier Nieto, pionero de las prospecciones subacuáticas en España, que denunció en los 70 que buceadores franceses venían de vacaciones a nuestro país y aprovechaban el vacío legal para saquear los fondos marinos. Y las 28 empresas que en Estados Unidos se dedican, oficialmente, a «localizar y rescatar pecios». Lo intuían los documentalistas del Archivo de Indias, los aficionados a las inmersiones superficiales que desde los 60 acumulan colecciones particulares dignas de cualquier museo, los tasadores, los compradores y los anticuarios. El litoral era un filón, inmenso y desprotegido. Se trataba de llegar, sondear las coordenadas, cargar la botella, 'pescar' las piezas y venderlas, a ser posible, dentro de nuestras fronteras. Algunos cazatesoros, hasta concedían entrevistas, y posaban tan tranquilos para la foto de primera, bronceados y con gesto intrépido, emulando a los viejos lobos de mar. Al circuito sólo le faltaban anuncios en prensa, vallas publicitarias y luces de neón. Reinaba la impunidad.
A mediados de los 80, el Gobierno dio los primeros y tímidos pasos para atajar el desavío, incluyendo los yacimientos submarinos en la Ley de Patrimonio Histórico. En los 90, los Centros de Arqueología Subacuática (Cataluña, Murcia, Andalucía) se convirtieron en las primeras entidades especializadas en la investigación histórica de los fondos. Contaban con el personal mínimo y los medios justos. Pero entonces llegó el 'Odyssey', amarró en Gibraltar, con las tripas llenas de oro, y España entera se enteró de lo sencillo que podía resultar saquear 500 millones de dólares en las mismas narices de las instituciones, mientras las imágenes de dos señores barbudos y felices, rodeados de brillantes monedas, como en la mismísima cueva de Alí Babá, daban la vuelta al mundo para escarnio nacional.
Ofensiva legal
Ninguna administración pública reconoce abiertamente que la vergonzosa resaca del 'caso Odyssey' ha espoleado la investigación y protección del patrimonio sumergido, pero los hechos no dejan lugar a dudas. La defensa de ese caudal enfangado en el légamo de 30 siglos de historia de la navegación se mueve en dos ámbitos distintos.
Mientras el Gobierno pelea en Tampa con la compleja jurisprudencia americana para ver si logra resarcirse del golpe económico y moral del 'Nuestra Señora de las Mercedes', en España se concretan nuevas leyes y se afinan otras viejas de cara a evitar que el desastre del 'Odyssey' se repita. Andalucía ha sido la primera comunidad autónoma en aplicar un régimen de protección jurídica a los enclaves arqueológicos subacuáticos, según el protocolo recomendado por la Unesco.
Son 56 'puntos calientes', a los que hay que sumar otros 42 considerados zonas de servidumbre, donde se presupone la existencia de pecios, aunque no haya evidencias científicas que lo confirmen. Su inclusión en 2009 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico obliga a obtener una autorización de la Consejería de Cultura para realizar cualquier tipo de obra o intervención (construcción de gaseoductos y puertos, dragados, parques eólicos) en los parajes afectados. Carmen García de Rivera, directora del Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz, calificaba la medida, en unas jornadas científicas celebradas en Málaga, como «un paso de gigante, fruto de muchos años de investigaciones y esfuerzos», cuya finalidad no es exclusivamente «proteger los yacimientos de asaltos premeditados, sino también de los daños que les pueden ocasionar actividades lícitas». No obstante, reconocía que hasta el momento «sólo se ha catalogado una mínima parte del patrimonio sumergido», porque su investigación, recuperación y protección está dejando ahora de ser la hermana menor de la arqueología terrestre.
Su homólogo catalán, Javier Nieto, admitía la importancia de una normativa que ayudará a «superar el retraso que, durante más de treinta años, hemos sufrido en este campo frente a países como Italia, que creó sus propias infraestructuras especializadas a finales de los 50».
Quedan, todavía, muchos vacíos por cubrir: en la cornisa cantábrica existen grupos de trabajo en Santander y San Sebastián, que quizá puedan ser embriones de otras realidades, y las comunidades autónomas insulares, como Canarias y Baleares, todavía carecen de centros gestionados por expertos.
Nieto también advertía de que «no podía resultar completamente efectivo aplicar los mismos criterios a los yacimientos acuáticos que a los terrestres, porque el patrimonio sumergido tiene sus propias particularidades». «De entrada, el cuerpo legal de las leyes del mar no es el mismo que el de las leyes del suelo, por no hablar de la problemática técnica añadida que tiene la excavación, vigilancia y protección de estos yacimientos».
De ahí la aprobación, en noviembre de 2007, de un Plan Nacional de Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático cuya consecuencia más mediática fue la reciente firma de un convenio entre Cultura y Defensa para que la Armada ponga a disposición de estos objetivos sus buques y unidades de buceo.
Localización y protección
La batalla entre expoliadores y defensores del patrimonio sumergido ha estado siempre condicionada por una clara descompensación de fuerzas. Cuando, en junio de 2006, la Guardia Civil presentó el material incautado en la 'Operación Bahía', quedó patente que muy poquito podía hacerse (salvo contadas excepciones) contra redes organizadas que utilizaban sofisticados equipos de sensores de barrido lateral, escáneres que emitían ondas acústicas sensibles a los relieves del fondo marino, magnetómetros que localizaban masas de hierro, detectores de metales de uso militar y hasta dispositivos portátiles capaces de distinguir, a distancia, el oro, la plata y el bronce.
Los especialistas del 'Odyssey', además de con un presupuesto que ya querrían para sí muchos proyectos oficiales de localización y documentación de pecios, contaban con un prototipo de robot ROV Hércules de 16 toneladas, capaz de remover por control remoto el fondo marino y dar la señal de alarma en cuanto se topara con los primeros restos de cualquier naufragio de cierta entidad. Frente a ellos, al margen de las pesquisas que en tierra pudieran realizar los investigadores de la Guardia Civil (sobre todo relacionadas con la falsificación de permisos oficiales de sondeo o de las autorizaciones necesarias para poder exportar las piezas), la mayoría de los Centros de Arqueología Subacuática no tenían (ni tienen) ni siquiera un barco propio.
Pero, ¿cómo se preservan los restos de un barco hundido una vez que se han localizado? La gran esperanza de los arqueólogos pasa por la aplicación de tecnología de vanguardia, como la que han desarrollado los investigadores gaditanos de Aula 3. El Proyecto Almenara, actualmente en fase de pruebas, pasa por ser el primer sistema global que permite «proteger cualquier pecio de bandera española, independientemente de dónde esté sumergido, de la acción de piratas o curiosos». Desde La Caleta, al Caribe. Se trata de un software específico que utiliza la comunicación satelital para «avisar a las autoridades pertinentes cada vez que alguien se acerca a una determinada distancia perimetral del yacimiento localizado», según explica Antonio Villalpando, uno de los padres de la idea.
Otra empresa pionera en la materia es la malagueña Nerea Arqueología Subacuática, dirigida por Javier Noriega, que ha cartografiado el fondo marino de ciudades como Ceuta para marcar la ubicación de pecios y que está embarcada, junto a Decasat, en un proyecto del Servicio Marítimo de la Guardia Civil: el Sistema de Vigilancia de Yacimientos Arqueológicos Subacuáticos Por Satélite. Noriega está convencido de que «durante los próximos años vamos a vivir una auténtica revolución en el sector, ya que las nuevas tecnologías nos ofrecen grandes posibilidades, y estamos ante un campo inexplorado».
Todo, en fin, para que la imagen de un país que vive de espaldas a la importancia de su patrimonio sumergido sea también pronto parte de la historia.
Ideal

Canarias insta al Estado a promover las cartas arqueológicas de los yacimientos subacuáticos de las islas.

La directora general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Aránzazu Gutiérrez, mantendrá en breve una reunión con su homóloga en el Ministerio de Cultura, María Ángeles Albert, con el fin de solicitarle que se pongan en marcha las cartas de patrimonio arqueológico subacuático en el archipiélago.
Gutiérrez, en declaraciones a Europa Press, explicó que en estos momentos Canarias no dispone de competencias sobre el mar y que ha de ser el Estado lleve adelante el proyecto, si bien "desde siempre" el Ejecutivo regional ha mostrado su disposición a cooperar en esta materia, así como a obtener las competencias sobre el mar.
Aránzazu Gutiérrez habló además de un encuentro anterior en Madrid en el que se habló de la firma de un acuerdo con la Armada para que esta pudiera sacar adelante el proyecto, sin embargo, "quedó pendiente". "Nuestra intención es que se pueda retomar este tema. Es un asunto que nos queda pendiente", concretó la responsable canaria de Patrimonio.
Hasta el momento, sólo el Cabildo de Gran Canaria ha logrado una subvención para la puesta en marcha de una de estas cartas, concretamente en la zona de Ingenio y el sur de la isla. También en 1997 se llevó a cabo en Santa Cruz de Tenerife una prospección arqueológica para tratar de localizar el pecio del Fox, vinculado a la armada del corsario británico Nelson.
Gutiérrez recordó además la importancia de este proyecto ya que de lo contrario las islas quedarán "fuera o atrás" en este tipo de investigaciones "porque no tenemos competencias". "Queremos ver el estado de conservación del patrimonio subacuático, hacer las catas oportunas y comprobar si hay yacimientos en riesgo", puntualizó la responsable de Patrimonio.
En este sentido indicó que buena parte de las autonomías de la Península ya ha puesto en marcha la elaboración de estas cartas, pero Canarias si no actúa el Estado, "se quedará atrás o fuera".
UN SONDEO PARA LAS OBRAS
Ante la pregunta de qué sucede con los proyectos portuarios de Canarias en donde se pueden ver afectados pecios de alto valor histórico —pues hay una amplia bibliografía sobre hundimientos de embarcaciones procedentes, entre otros lugares, de Inglaterra u Holanda—, la directora general de Patrimonio señaló que se obliga a hacer sondeos para no dañar algún barco hundido o algún 'tesoro' arqueológico marino.
De ahí la necesidad, de contar con las cartas arqueológicas. "Si hay zonas de riesgo o que haya algún pecio o yacimiento subacuático, debemos saberlo para actuar en consecuencia" e incluso planificar, argumentó la nacionalista.
Reconoció, sin embargo, las luchas entre las obras y la protección del patrimonio. "Normalmente el patrimonio se ve como un enemigo y una carga que impide otras cosas. Esa mentalidad hay que cambiarla", matizó Aránzazu Gutiérrez.

Europa Press

¿Fue Khambat la civilización más antigua del mundo?

Según la arqueología oficial, la civilización más antigua del mundo fue la de los Sumerios, que prosperó en el actual Irak hace 5000 años. La mayoría de arqueólogos e investigadores opina que las precedentes culturas neolíticas no alcanzaron un grado de evolución por el que se les pueda llamar "civilización", es decir, una sociedad organizada, jerárquica, basada en la agricultura, donde exista un sistema que haga respetar las reglas y donde algunos grupos de personas se dediquen a las artes, sean éstas plásticas, pictóricas o relacionadas con la cerámica.
Sin embargo, ciertos investigadores de todo el mundo sostienen que existieron varias civilizaciones antediluvianas que fueron destruidas por el repentino alzamiento de los mares, hace 11.500 años, justo en la ocasión del derretimiento de los glaciares (el diluvio universal, descrito en muchos libros, entre los cuales la Biblia, la epopeya de Gilgamesh y el Mahabarata).
En efecto, se hallaron en diversas partes de los océanos algunas extrañas estructuras sumergidas a una profundidad de 5 a 600 metros. Me refiero a los muros de Bimini (mar de las Bahamas), a las enigmáticas construcciones sumergidas a lo largo de la península de Guanahacabibes (Cuba), a los muros ciclópeos situados en el mar al frente de la isla de Yonaguni, en Japón, y a las edificaciones líticas descubiertas en el golfo de Khambat, en el estado de Gujarat, en India.
No obstante, de todas las citadas, sólo en las ubicadas a lo largo de la costa de Gujarat (incluido el sitio sumergido de Bet Dwarka), se encontraron varias evidencias arqueológicas, o bien objetos elaborados por el hombre.
En el 2000, el Instituto Nacional de Tecnología Marina de la India anunció haber hallado, en el lecho marino al frente de la costa del estado de Gujarat, a 40 metros de profundidad, estructuras megalíticas parecidas a una ciudad. El descubrimiento fue confirmado un año después por el ministro de Ciencia y Tecnología Murli Manohar Joshi, quien afirmó que las construcciones sumergidas son los restos de una ciudad que fue arrasada por una súbita inundación, y además, se dijo que las ruinas mostraban un fuerte parecido con las de Harappa y Mohenjo-Daro, antiguas ciudades que se remontan al 2700 a.C., pertenecientes a la antigua civilización del Indo.
La arqueología tradicional remonta estas antiguas civilizaciones hindúes a la cultura neolítica llamada Mehrgarh (10.000 a.C.), a la que le sigue, durante la edad del bronce, la cultura Zhob. Efectivamente, después de las excavaciones hechas en Queha se encontraron hermosas cerámicas que ilustraban animales estilizados, como dromedarios, y algunas estatuillas que representaban a la Diosa Madre, las cuales se pueden comparar con las de la civilización del Indo. Sin embargo, según algunos estudiosos, el origen de la civilización del Indo debe ser buscado en Khambat y en sus asombrosos hallazgos.
Hay dos hipótesis sobre el por qué se encuentra sumergida ahora la zona frente al golfo de Khambat.
La primera tesis se refiere justamente al derretimiento de los glaciares de todo el mundo, el cual causó un alzamiento repentino de los mares, de aproximadamente 120 metros. La segunda propuesta, desarrollada por algunos geólogos, sugiere que algunos movimientos tectónicos de escala extraordinaria causaron la sumersión de parte de la que fue costa del mar denominado hoy "Arábigo".
Durante el mes de noviembre de 2001 se efectuaron otras exploraciones subacuáticas. Se utilizaron sonares que localizaron el lecho de un río, ahora sumergido, de unos noventa kilómetros de longitud, además de extrañas estructuras perpendiculares y paralelas a más o menos 40 metros de profundidad, distantes unos 20 kilómetros de la actual línea de costa.
Durante aquellas búsquedas se recuperaron varios objetos de cerámica, madera tallada, algunos dientes humanos y varios objetos semi-preciosos, muchos de ellos perforados. Los pedazos de madera fueron sometidos a la prueba del carbono 14 y obtuvieron datación del 7500 a.C.
Según el estudioso Witzel, el hecho de haber encontrado madera con datación de hace 9500 años no es una prueba definitiva de que haya sido utilizada por el hombre exactamente en aquel lugar, puesto que pudo haber sido arrastrada hasta allí por las crecidas de ríos o por aluviones. Si se hubiera encontrado incrustada en un estrato geológico, hubiera podido ser datada con mayor certeza.
En el 2003 y en el 2004 se efectuaron otras exploraciones subacuáticas y se encontraron otros objetos de cerámica.
Los hallazgos fueron enviados a algunos laboratorios hindúes y europeos (Oxford y Hanover). y a través del método de la termoluminiscencia, obtuvieron datación de 13.000 a 31.270 años atrás. El geólogo hindú Shri Batrinarayan confirmó la autenticidad de los descubrimientos, sosteniendo que las reliquias fueron analizadas con la técnica de difracción de los rayos X. Según el estudioso, el material arcilloso utilizado en la terracota encontrada bajo el agua es típico de la zona y fue cocido a 700 grados para obtener la cerámica.
En base a estos descubrimientos, la ciudad sumergida de Khambat sería la más antigua del mundo, remontándose a 9,5 milenios atrás.
Hay que agregar que otros estudiosos, sin embargo, escépticos de las conclusiones del geólogo Batrinarayan, sostienen que los objetos sometidos al procedimiento de datación no son genuinas cerámicas producidas por el hombre, sino simple arcilla que se consolidó en el curso de los siglos. Hay un fuerte debate enfocado en algunos objetos de forma irregular que tienen algunas perforaciones en la parte central.
Respecto a esto, el doctor Asko Parpola, profesor de Historia antigua de India en la Universidad de Helsinki, considera que sería más adecuado llamar al lugar sumergido al frente de la costa de Khambat "pueblo neolítico", pero no civilización. Al menos, es prematuro llegar a conclusiones apresuradas sin poder contar con información más precisa y segura. Además, el doctor Parpola también opina que, como las corrientes submarinas son muy fuertes en esta zona, es muy probable que las estructuras líticas paralelas sean el producto de miles de años de erosión de la arena y no bloques de piedra artificiales erigidos por antiguos hombres del neolítico para construir su ciudad. Además, Parpola piensa que sería bueno que un arqueólogo subacuático hiciera un análisis, puesto que los responsables del NIOT (National Institute Marine Technology of India, Instituto Nacional de Tecnología Marina), que efectuaron las investigaciones, son geólogos y expertos en técnicas subacuáticas, pero no tienen una preparación arqueológica específica. Lamentablemente, como lo mencioné antes, la zona es peligrosa ya que a causa de las fuertes corrientes y el agua turbia no es que aconsejable que vayan buzos, por lo que obligatoriamente deben utilizarse robots para recuperar el material sumergido. Este método puede dañar los vestigios, pero tal como están las cosas ahora, se trata del único recurso posible.
Según Iravatham Mahadevan, uno de los más grandes expertos en antiguas escrituras védicas del mundo, hay que ser escépticos, pero no pesimistas: las estructuras paralelas y perpendiculares que se extienden por kilómetros, no pueden ser una simple broma de la naturaleza, sino que muy probablemente son estructuras megalíticas que se remontan al 7.500 a.C. Además, el estudioso Mahadevan también afirma que los sonar capturaron la imagen de una gran estructura rectangular que no puede ser una formación natural.
El doctor Mahadevan, que manifiesta un cauteloso optimismo, sostiene que los conocimientos actuales no están en capacidad de decir si los restos de Khambat representan el origen de la civilización del Indo, sino que más bien se puede hablar de pueblo megalítico que se sumergió luego de fuertes turbulencias tectónicas, probablemente repentinas.
Cuando se le preguntó al doctor Mahadevan si confiaba en las dataciones efectuadas con el método carbono 14, respondió que, según él, el pedazo de madera con datación de hace 9.500 años pudo haber sido transportado de otros lugares, mientras que lo que más indica la presencia del hombre son algunas piedras semi-preciosas, algunas de ellas perforadas, clara señal de actividad humana.
Otro sitio sumergido de gran importancia fue estudiado por el arqueólogo buzo S.R. Rao en Bet Dwaraka, en el Gujarat también, donde se encontraron ciclópeas estructuras sumergidas.
Bet Dwarka es un sitio arqueológico conocido desde 1930, pero sólo en 1983 el Instituto Nacional de Oceanografía comenzó a llevar a cabo investigaciones específicas y bien calculadas. Se comprobó que la ciudad sumergida se extiende en seis sectores distintos, a aproximadamente un kilómetro de la costa. La ciudad sumergida de Bet Dwarka se remonta al II milenio antes de Cristo, se recuperaron en efecto varios objetos de cerámica, los cuales, sometidos a la prueba de la termoluminiscencia, obtuvieron datación del 1528 a.C. Una de las cosas extrañas de Bet Dwaraka es que fueron halladas algunas ánforas que pueden estar relacionadas con la cultura romana. Algunos investigadores desarrollaron la hipótesis de que hubo un naufragio de un barco de Roma, mientras que otros sostienen que las ánforas en cuestión se obtuvieron por medio de algunos intercambios comerciales en la ruta de la seda.
Todo eso comprueba que el nivel de los mares era mucho más bajo (aproximadamente 120 metros), desde el fin de la última glaciación hasta el I milenio antes de Cristo, y los lugares sumergidos, que aún no han sido estudiados, son decenas en el mundo, si no cientos.
El problema de Khambat es que el sitio se encuentra a unos 40 metros de profundidad, las corrientes son fuertes y el agua extremadamente turbia, lo que dificulta mucho cualquier intento de enviar buzos y de tomar fotografías.
Por ahora el misterio de Khambat permanece tal cual, pero quizá en los años siguientes, cuando se perfeccionen las técnicas de recuperación de vestigios y arqueología subacuática incluso en lechos marinos de difícil acceso, podremos saber más sobre la antigua civilización del Indo y sobre sus probables orígenes, los cuales ahora se encuentran sumergidos.
Yuri Leveratto

Arqueólogos mexicanos hallan 120 esqueletos en cenote de Quintana Roo

Especialistas mexicanos hallaron 120 esqueletos con una antigüedad de hasta 1.885 años en un cenote maya, en el estado de Quintana Roo, en el caribe mexicano, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La fuente dijo que este cenote, llamado Las Calaveras, de 30 metros de diámetro,"podría ser el depósito funerario de la época prehispánica mejor conservado y el de mayor concentración de esqueletos humanos del área maya".
Hasta el momento, en su profundidad se han encontrado 120 osamentas, y se calcula que la cifra podría ascender a los 150, conforme avancen las investigaciones, agregó el INAH en un comunicado de prensa.
La arqueóloga subacuática Carmen Rojas informó que los esqueletos datan de los años 125 y 236 de nuestra era, superando al cenote Chichén Itzá, en el vecino estado de Yucatán.
Rojas dijo que hasta antes de este hallazgo el cenote en Yucatán representaba el de mayor número de osamentas depositadas en estas pozas que los antiguos mayas usaron como depósitos funerarios.
"Por las características del lugar y el número de esqueletos encontrados es probable que se encuentren por lo menos 30 más o incluso que haya hasta 200, con lo que rebasaría el número de restos humanos localizados en tierra en una de las ciudades mayas más grande del periodo Clásico (125-236 d.C.): Tikal, en Guatemala", dijo la experta.
Desde 2007 el INAH lleva a cabo el registro sistemático de las osamentas del cenote Las Calaveras, labor que cuenta con la participación de National Geographic. Este depósito natural de agua fue detectado en 2002, cuando un buzo alertó sobre la presencia de restos óseos.
Los restos en el cenote Las Calaveras están "en un perfecto estado de conservación, lo que permitirá el desarrollo de estudios de genética y antropológicos para conocer más a fondo a la antigua población maya que se asentó en esta región", comentó Rojas.
Explicó que estos espacios acuáticos tuvieron la función de cementerios, toda vez que algunas de las osamentas presentan tratamientos funerarios, al estar acompañadas de vasijas y animales como ofrendas.
Para los antiguos mayas los cenotes, al igual que las cuevas, representaban entradas al mundo de los muertos, llamado Xibalbá, por lo que eran usadas como cámaras funerarias naturales, agregó. Como parte de la investigación arqueológica en cuevas sumergidas de Quintana Roo, la arqueóloga comentó que desde hace más de una década el INAH estudia cuatro esqueletos con una antigüedad de entre 12.000 y 8.000 años, lo que los ubica en el periodo premaya o prehistórico.
El INAH dijo que hace 10.000 años estas cuevas naturales quedaron inundadas por un proceso de deshielo.


Hallazgo supera lo encontrado en el cenote Chichén Itzá

Especialistas mexicanos hallaron 120 esqueletos con una antigüedad de hasta mil 885 años en un cenote maya, en el Estado de Quintana Roo, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El cenote llamado Las Calaveras, de 30 metros de diámetro, "podría ser el depósito funerario de la época prehispánica mejor conservado y el de mayor concentración de esqueletos humanos del área maya", según el INAH.
Hasta el momento, en su profundidad se han encontrado 120 osamentas y se calcula que la cifra podría ascender a 150, conforme avancen las investigaciones.
La arqueóloga subacuática Carmen Rojas informó que los esqueletos datan de los años 125 y 236 de nuestra era, superando al cenote Chichén Itzá, en Estado de Yucatán.
Rojas dijo que hasta antes de este hallazgo el cenote en Yucatán representaba el de mayor número de osamentas depositadas en ese tipo de fosas que los antiguos mayas usaron como depósitos funerarios.
"Por las características del lugar y el número de esqueletos hallados es probable que se encuentren por lo menos 30 más o incluso que haya hasta 200, con lo que rebasaría el número de restos humanos localizados en tierra en Tikal (Guatemala), una de las ciudades mayas más grande del periodo Clásico (125-236 d.C.)", dijo la experta.
Desde 2007, el INAH lleva a cabo el registro sistemático de las osamentas del cenote Las Calaveras, labor que cuenta con la participación de National Geographic. Este depósito natural de agua fue detectado en 2002, cuando un buzo alertó sobre la presencia de restos óseos.
Los restos encontrados están "en un perfecto estado de conservación, lo que permitirá el desarrollo de estudios de genética y antropológicos para conocer más a fondo a la antigua población maya que se asentó en esta región", comentó Rojas.
Explicó que estos espacios acuáticos tuvieron la función de cementerios, toda vez que algunas de las osamentas presentan tratamientos funerarios, al estar acompañadas de vasijas y animales como ofrendas.
Como parte de la investigación arqueológica en cuevas sumergidas de Quintana Roo, la arqueóloga comentó que desde hace más de una década, el INAH estudia cuatro esqueletos con una antigüedad de entre ocho y 12 mil años, lo que los ubica en el periodo premaya o prehistórico.

Para saber

Para los antiguos mayas, los cenotes, al igual que las cuevas, representaban entradas al mundo de los muertos, llamado Xibalbá, por lo que eran usadas como cámaras funerarias naturales.

EFE / hEl Informador

jueves, 25 de febrero de 2010

Mas datos sobre Lomo Gordo

EL REPORTAJE DIGITAL

Fuente: http://www.pellagofio.com

El escaneado de las primeras 35 fosas que se excavan

en la necrópolis de Lomo de Maspalomas, aportando

imágenes 3D previas a la exhumación de los huesos,

añade unas imágenes en formato diferente a las

historias de dos de esas fosas y sus incógnitas, que aquí

detallamos.

Las incógnitas de las fosas 125 y 130

Un convenio entre el Gobierno de Canarias, el Cabildo de

Gran Canaria y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana

ha puesto en marcha, por fin, la excavación definitiva de la

necrópolis aborigen de Lomo de Maspalomas tras 20 años de

espera. Los trabajos se han iniciado en septiembre de 2009 y

, aprovechando el inicio de las labores arqueológicas que

financia el gobierno regional, el cabildo insular contrató una intervención extra: se procedió al escaneo 3D de los primeros

30 bloques abiertos, con unos 35 cuerpos en su interior.

Tras ello, el equipo de arqueólogos que dirige Verónica Alberto

por cuenta de la empresa encargada de las labores, Arqueocanaria,

inició la excavación propiamente dicha para sacar a la luz,

estudiar, documentar y clasificar los huesos de cada fosa.

Ello ha permitido obtener sorprendente información, como ya informaba PELLABLOG en su edición anterior (haga clic AQUÍ para acceder).

Dos fosas en imágenes 3D
PELLABLOG publica esta semana imágenes en 3D de dos de las fosas de ese primer lote de 35 que han sido escaneadas y después excavadas, para que nuestros lectores aprecien qué se ve en ellas, al tiempo que añadimos alguna luz (y también, sombras) tras las primeras observaciones de los arqueólogos al material excavado después.
Escenas virtuales con esqueletos reales
El escaneo, cuyas imágenes ofrecemos aquí en bruto (es decir, tal y como han sido grabadas por el escáner), podrán ser tratadas después por los especialistas para estudiar cada cuerpo en detalle, añadiéndole, por ejemplo, colores. El error de las imágenes respecto a sus medidas reales es apenas de unos pocos milímetros y, entre sus muchas posibilidades, están las expositivas en museo para ofrecer a los visitantes escenas virtuales de los enterramientos con esqueletos reales.
Dos mujeres de tres
Las dos fosas cuyas imágenes mostramos, por gentileza del Servicio de Património Histórico del Cabildo de Gran Canaria (que nos las ha hecho llegar), son, quizás, de los cuerpos que más han sorprendido a quienes trabajan en la excavación. En primer lugar, entre los 35 esqueletos de esta primera tanda excavatoria, sólo aparecen tres que fueron enterrados boca abajo y los tres son mujeres. ¿Por qué fueron colocados los cuerpos boca abajo? ¿Tiene algún significado que se trate sólo de mujeres? Son preguntas por ahora sin respuesta que, tal vez, tengan alguna explicación al final de la excavación, cuando se hayan abierto todas las fosas.
La mujer de la tumba 125
La fosa numerada como la 125 de la necrópolis de Lomo de Maspalomas está en un bloque que contiene otra fosa (nº 126). Dos tumbas independientes que algún día (de los 300 que este cementerio se estima estuvo activo, entre los siglos XI-XII aproximadamente) fueron utilizadas para dar sepultura a un varón (tumba 126) y a una mujer (tumba 125). Lo extraño, según explica la arqueóloga jefe de la excavación, Verónica Alberto, es que la mujer está boca abajo, algo insólito y nada habitual.
Sin cabeza
En la tumba 125 también se puede apreciar que al esqueleto le falta la cabeza, aunque se ve el hueco donde estaba. Esto se debe a que en 1988 se realizó una excavación de urgencia para localizar las fosas de la necrópolis, durante las obras de la autopista GC-1, y se extrajeron algunos cráneos para su estudio e identificación.
El extraño caso de la tumba 130
Pero si la tumba 125 sorprendió por la posición del esqueleto, la 130 aportó dos incógnitas a la vista de sus restos. En primer lugar, en el amplio espacio que abarca la fosa, hay un cuerpo de mujer que no ha sido colocado con esmero, ni bien dispuesto en ninguna posición en concreto. Se dejó allí “de modo descuidado, por decirlo de alguna manera”, dice Verónica Alberto. En segundo lugar, junto al esqueleto se ve el hueco en la tierra que deja un gran poste enterrado. ¿Cuáles son las incógnitas que guardan estas dos características de la fosa 130?
Una incógnita y una respuesta
A la primera incógnita (colocación descuidada de un cuerpo de mujer) no se le ha podido dar respuesta por ahora y, seguramente, será muy difícil encontrar un explicación. Para la segunda interrogante, en cambio, sí encuentran explicación los arqueólogos que estudian este cementerio aborigen de Maspalomas: a diferencia de otras necrópolis en la isla de Gran Canaria formadas por túmulos de piedra, ésta está organizada en fosas individuales que, en su día, tenía estructuras que permitían su techado, de ahí los huecos de postes encontrados en ésta y otras fosas. Se trataba de un cementerio bien organizado, con su estructura y lógica de funcionamiento, con zonas señalizadas con paredes de piedra y también espacios bajo techo.
Tumba 130. Detalle de la foto que encabeza el reportaje, con un cuerpo de mujer colocado boca abajo y de modo descuidado, el único caso de estas características encontrado hasta ahora en la necrópolis aborigen de Maspalomas. Además, se observa el agujero producido por un gran poste.


Tumbas 125 y 126. Dos fosas independientes

y contiguas. La que no tiene el cráneo (extraído

en excavación anterior de urgencia en 1988)

corresponde a una mujer colocada boca abajo.

Textos y fotografía al final del texto: Yuri Millares.
Imágenes 3D: cedidas por Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria.


Las fosas 125 y 126 en foto. Aquí apreciamos la diferencia de la imagen virtual
escaneada en 3D (más arriba) de la que ofrece una visión real tras su excava
ción, sobre estas líneas.