En México, el registro de los sitios sumergidos ha sido uno prioridad. INAH.GOB
- Curso organizado por el INAH
Esta problemática involucra la presión por parte de buscadores de tesoros, la escasez de expertos en arqueología subacuática, así como de una legislación con huecos en la materia
CAMPECHE, 27/SEP/2010).- Por vez primera países latinoamericanos comparten sus experiencias en la defensa y estudio de sus bienes culturales sumergidos, tanto en aguas continentales como marítimas, en un curso organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (
INAH).
Esta problemática involucra la presión por parte de buscadores de tesoros, la escasez de expertos en arqueología subacuática, así como de una legislación con "huecos" en la materia, señaló en un comunicado el
INAH.
Explicó que en el Fuerte de San Francisco, de la ciudad de Campeche, cerca de 30 jóvenes profesionales que proceden de 14 países hispanoparlantes de América Latina y el Caribe, interesados en este tema participarán durante dos semanas en el curso.
La actividad académica parte del apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a fin de que en la región se forme un frente común para la protección de este legado.
Con tres décadas recién cumplidas de tradición en arqueología subacuática, México es el país sede del encuentro, por lo que destaca la participación de investigadores adscritos a la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, entre ellos su titular, Pilar Luna Erreguerena.
También participan la doctora Dolores Elkin, del Programa de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (PROAS-INAPL), de Argentina, y el arqueólogo Chris Underwood, de la Sociedad de Arqueología Náutica, de Gran Bretaña, así como del Centro INAH-Campeche.
Previo al inicio de los trabajos del curso Investigación y Gestión en Arqueología Subacuática y Marítima, Dolores Elkin dio en entrevista un breve balance de las condiciones de esta disciplina en Latinoamérica.
Apuntó que el curso implica aquellas naciones que están partiendo de cero como El Salvador, Ecuador, Colombia y Panamá, por mencionar algunos; hasta aquellas como México, Argentina, Chile, Uruguay y Brasil, que tienen un camino recorrido, más o menos breve.
Tales condiciones, refiere la investigadora del PROAS, "no son tanto externas, en comparación con las que los profesionales deben estar dispuestos a enfrentar y a superar. Lo importante es la decisión de empezar a dedicarse a un aspecto del patrimonio cultural, en este caso aquel que se encuentra completamente bajo el agua".
"Uno de los obstáculos más grandes es la creencia general de que sólo si un barco tiene tesoros vale la pena ser rescatado, razón por la que nuestra lucha es contra la explotación comercial, y la falta de legislación o de una legislación adversa a la protección, no obstante hay que superar estos problemas. No hay que darse por vencido", agregó.
Salvo Paraguay y Bolivia, el resto de los países latinoamericanos tienen costas hacia los océanos Atlántico o Pacífico, o bien a ambos, en cuyo fondo pueden encontrarse desde restos de naufragios producto de la llamada Carrera de Indias, hasta del propio siglo XXI.
Mención aparte merecen los vestigios prehistóricos y precolombinos que pueden localizarse en ríos, lagos, manantiales, cenotes, cuevas sumergidas, etcétera.
"Todos ellos son tesoros de conocimiento. Uno de mis objetivos -continuó- es lograr que la gente de otros países latinoamericanos que participe de este curso, pueda irse con la convicción de que no hace falta tener muchos dólares, ni empresas que vengan del extranjero para llevarse el patrimonio, sino que el potencial está en nosotros".
Al respecto, Pilar Luna destacó que no obstante ser de los países con mayor trayectoria en arqueología subacuática, México con 30 años y Argentina con 15, ambos han enfocado sus investigaciones en distintos órdenes.
Mientras en México, el registro de los sitios sumergidos ha sido uno prioridad, Argentina tiene un mayor avance en la excavación de los mismos.
Dolores Elkin habló de manera particular del Proyecto Arqueológico Swift, "enfocado en desentrañar la historia de un naufragio inglés, el pecio H.M.S Swift.
Esta iniciativa de investigación comenzó hace 13 años y aunque se trata de una escuadra naval inglesa que se hundió en el siglo XVIII, es parte de la historia argentina por más que haya venido de otro lugar.
'Estas embarcaciones inundadas en las costas de mi país tienen que ver con el comercio, con la política y demás aspectos", preciso.
En el caso de México, aunque todavía no se ubican los restos materiales de Nuestra Señora del Juncal (nave almiranta de una flota que naufragó en el siglo XVII) en la Sonda de Campeche, ha sido posible reconstruir la historia de esta tragedia vía la búsqueda en archivos históricos.
Pilar Luna concluyó que a través del curso Investigación y Gestión en Arqueología Subacuática y Marítima, sus participantes conocerán sitios "en el mar, en aguas frías y cálidas, de diferentes dataciones, en aguas continentales, sitios subacuáticos localizados en alta montaña.
Fuente:
http://www.informador.com.mx/