Canarias7 ; Sociedad 21/07/2009
Los primeros pobladores llegaron a Canarias mil años antes de lo que se creía
EFE
Las Palmas de Gran Canaria
Hasta ahora, la teoría más extendida fijaba en el siglo I de nuestra era la presencia de los primeros ocupantes de las islas atlánticas y señalaba como tales habitantes a los romanos y a sus esclavos norteafricanos.
Sin embargo, tras más de cuatro años de trabajos arqueológicos en Teguise y otras zonas de Lanzarote, un equipo interdisciplinar de investigadores canarios ha dado con la prueba de que fueron otros los que llegaron primero y, sobre todo, mucho tiempo antes.
El principal hallazgo de los investigadores ha consistido en una estructura habitable de unos cien metros cuadrados, con distintas estancias, en la que se han encontrado restos de cerámicas, objetos de adorno personal y una estela pétrea con grabados, así como un recipiente de un centímetro de alto.
Según ha explicado a EFE el arqueólogo Pablo Atoche Peña, director del equipo y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, "la construcción podría tratarse de un almacén donde se depositarían distintos elementos para la exportación".
Aunque no se ha revelado el lugar concreto del yacimiento arqueológico, para evitar su saqueo, el lugar se encuentra en una finca de Tiagua, en Teguise, a seis kilómetros de la costa "y en un lugar de imposible detección desde el mar".
Las dataciones del carbono 14, realizadas en unos laboratorios de Florida (EE.UU.), sitúan el yacimiento en el siglo X antes de Cristo, lo que la convierte en la construcción más antigua al aire libre localizada hasta ahora en el archipiélago canario.
De ese siglo, más o menos, data también una pequeña cueva de Icod de los Vinos, en Tenerife, donde se han encontrado resto de actividad humana, pero la diferencia del hallazgo de Lanzarote es que se trata de una edificación al aire libre.
Los investigadores, que integran arqueólogos, historiadores, biólogos y edafólogos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, de La Laguna y el Jardín Botánico de La Orotava, todos ellos dirigidos por Pablo Atoche Peña, manejan varias hipótesis sobre los constructores del almacén de Tiagua: o fueron tartesios o fenicios.
Aunque no descartan todavía que pobladores del mítico pueblo andaluz navegaran desde el sur de la Península hasta las Canarias, el profesor Atoche se inclina más por la posibilidad de que fueran fenicios, quienes por el siglo X a.C. dominaban los mares del Mediterráneo.
Pero los hallazgos del equipo no se han limitado sólo a cambiar la historia de Canarias, al situar a sus primeros pobladores diez siglos antes de lo que hasta ahora se creía, sino que también han arrojado datos sobre el cambio registrado por Lanzarote desde entonces.
Según el estudio de sedimentos y pólenes recuperados en ese y otros yacimientos estudiados de Lanzarote, se cree que la actual isla de los volcanes fue hace tres mil años un paraje en el que reinaba el pino canario y había abundante vegetación.
Aunque ahora parece un paisaje lunar, entonces la isla vendría a ser lo que ahora son las medianías de Gran Canaria.
Esta riqueza natural confirmaría la descripción que el historiador Plutarco hizo hacia el año 83-82 a.C. al referirse a la estancia del general romano Sertonio.
La Provincia
Guerra fenicia en Teguise
La tesis que sostiene el arqueólogo Pablo Atoche de que los fenicios se instalaron en Lanzarote en el siglo X antes de Cristo no convence unánimemente a la comunidad científica. Y, según el muestreo realizado por este periódico entre cuatro destacados arqueólogos canarios y peninsulares, podría pensarse que más bien tenga una rotunda contestación en contra.
MARIANO DE SANTA ANA - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Fenicios los primeros pobladores canarios? Pablo Atoche, profesor de Arqueología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, defiende que la estructura al aire libre de Teguise, cuya excavación dirige, es una construcción fenicia del siglo X antes de Cristo. A su juicio, el hallazgo de Teguise no sólo cambiará los estudios sobre el poblamiento prehispánico del Archipiélago, sino también la perspectiva sobre la cultura fenicia. La opinión de Atoche no encuentra apoyos en sus colegas. Cuatro arqueólogos consultados ayer coincidieron en rechazar que el yacimiento lanzaroteño sea fenicio. La batalla científica está abierta.
Carmen Aranegui, catedrática de Arqueología de la Universidad de Valencia, experta en colonizaciones de la Península Ibérica, apunta que "la indicación de la cronología no viene apoyada por datos fidedignos porque no sabemos qué método de datación se ha empleado, ni si existe una serie de muestras datadas". Aranegui, codirectora de la excavación del yacimiento fenicio de Lixus (Marruecos), añade que "el edificio se interpreta como un almacén fenicio pero los almacenes fenicios están en ciudades o puertos y no tienen una planta absidiada sino tripartita". "Se habla de la aparición de fauna domesticada como bóvidos o cerdos", continuó la arqueóloga, "pero desde el Neolítico todo grupo humano tiene un contexto de fauna doméstica, la presencia de un buey o un cerdo no es en sí cultural". Y concluyó Aranegui: "Parece que hay interés en reavivar la polémica sobre el poblamiento de Canarias y que hay una aspiración a que el origen sea fenicio. No es bueno argumentar la identidad con datos falsos. Debemos ser honestos: no es mejor ser fenicio, bereber o guanche. No estamos predeterminados por el pasado".
Jorge Onrubia, profesor titular de Prehistoria en la Universidad de Castilla-La Mancha y responsable científico de las investigaciones arqueológicas en la Cueva Pintada de Gáldar, también duda de la huella fenicia. "No me cuesta creer que hubiese población en Canarias hace tres mil años. Es algo que he defendido por escrito", explica Onrubia. "Otra cosa es que entonces hubiese fenicios en las Islas porque no los había en ningún punto del Mediterráneo occidental. Sería una novedad mundial. Lo que no cabe es deducir por presuntas analogías formales que los restos hallados son fenicios".
Carmen Gloria Rodríguez, conservadora del Museo Parque Arqueológico de la Cueva Pintada y arqueoictióloga -experta en el estudio de los restos de peces en yacimientos arqueológicos-, declaraba ayer que "entre estos investigadores, la causa que impulsa a los fenicios a alcanzar las costas del Archipiélago es la búsqueda de la riqueza pesquera, fundamentalmente de atunes y pequeños escómbridos como la caballa para el desarrollo de la industria de salazones". Carmen Gloria Rodríguez señaló que "después de analizar los restos de peces recuperados en yacimientos arqueológicos del Archipiélago, hasta el día de hoy no ha aparecido ninguna de estas especies, y sí otras muchas vinculadas a la pesca realizada desde la costa: viejas, sargos, abadejos, salemas, morenas..."
La arqueóloga rehúsa detenerse en "el enorme problema de la navegación y el retorno de estos barcos", aunque, afirma que "pudieran transitar por estos mares sin ningún género de duda", pero sí hace hincapié "en que el desarrollo de esta industria de salazón a gran escala exige también factorías, salinas y centros de producción de ánforas que permitan preparar contenedores en los que exportar estos productos y nada de esto ha aparecido en las Islas".
La arqueóloga afirma que "después de trabajar con restos ícticos recuperados en yacimientos como Lixus, Cerro del Villar (Málaga) o más recientemente Pompeya, en donde la producción, distribución y consumo de productos derivados de las industrias de salazón es evidente y los contextos claros, sólo puedo insistir en que estas teorías carecen de fundamento científico alguno".
"La recientemente clausurada exposición Los guanches y el mar, producida por el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife, sólo sigue insistiendo en estas hipótesis carentes de un sustento arqueológico mínimo", remata Rodríguez. "En ella resultaba especialmente llamativo que los únicos restos de peces exhibidos (y, dicho sea de paso, mal orientados, con presentaciones erróneas y sin ningún género de cartela) eran de vieja, abadejo y pejeperro".
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