lunes, 28 de diciembre de 2009

Las fotos de Odyssey, a los ojos de un arqueólogo subacuático.


Las fotos de Odyssey, a los ojos de un arqueólogo subacuático

ABC Los cañones del pecio de «La Mercedes» se han conservado perfectamente a gran profundidad

Una vez que los arqueólogos subacuáticos han podido ver las fotografías del pecio de «La Mercedes» entregadas por Odyssey a España por mandato judicial, ABC ha pedido la opinión de expertos a la vista de estos nuevos materiales. Y se temen lo peor. La remoción de un yacimiento sin los protocolos arqueológicos puede destruir el conocimiento que aporta el pecio como documento histórico.
Según Javier Noriega, de la empresa malagueña Nerea Arqueología, «el material arqueológico que aflora en la documentación gráfica que muestra Odyssey es la típica evidencia en superficie de un yacimiento arqueológico submarino. Por la existencia de artillería nos indica que se trataba de un buque artillado militar».
Pero a partir de ahí, todo se enturbia. ¿Qué ha sido de todo el material que tiene que haber salido durante la extracción, necesario para la correcta identificación? «Sin una excavación científica no se catalogan, documentan e inventarían la estructura del maderamen, la artillería y un sinfín de objetos que pertenecían a ese microcosmos, esa máquina tan compleja que es la fragata de guerra de la época». Por tanto, primera conclusión: sí que debe haber pecio. Y segunda: el yacimiento estará probablemente destruido, con la información histórica perdida, y no existe un precedente arqueológico riguroso a nivel mundial que tenga como objeto la extracción de 600.000 monedas en unas pocas semanas.

¿Dónde está lo que falta?

Lo más importante, para Noriega es «conocer cómo han extraído las 17 toneladas de la carga, puesto que han tenido que remover todo el pecio del fondo marino. En dicha remoción de arena salen cientos de elementos arqueológicos que deben ser documentados meticulosamente en el momento y en el «estrato». Es lo normal de una excavación científica, pero en este asunto nada es normal».
El arqueólogo malagueño incide también, de acuerdo con la tesis defendida por España, que «por supuesto hablamos de un buque de Estado en misión militar. En aquella época, la Institución de la Real Armada Española era una de las primeras potencias navales del orbe. Sus buques enarbolaban pabellón de la Armada y un sinfín de objetos que representaban al Rey y a España en los mares». El Estado lo está demostrando jurídica y documentalmente.
¿Pero dónde está lo que falta?, se pregunta. «Desde trabucos de infantería de marina Española del XVIII, guarniciones y puños de sable de abordaje (como los del «Fougueaux»), pistolas reglamentarias de la Armada (en «La Mercedes» debían ir a bordo el modelo 1802), que por ejemplo en su punzón con la leyenda R.A (de Real Armada), así como una artillería con cañones de más porte que el de 3 libras -que era artillería ligera de borda-) en la que claramente se establecería nuestras libreas hispanas. Odyssey no lo muestra en las fotos, pero todo eso ha de estar en algún lugar».
«Es fácil establecer la titularidad de la fragata cuando se realiza un estudio detallado de la misma mediante una excavación rigurosa -asevera Noriega-, se verán hasta los escudos de los cañones. ¡Eso es arqueología¡. Esta es la prueba fundamental en el caso, para ponernos en vanguardia de la protección de nuestra historia. Si no fuese así, sería una derrota de la ciencia, de la arqueología y de la historia de España que compartimos». Lo importante es que en el futuro la «arqueología, la legalidad y la aplicación de la ley tutele el patrimonio histórico submarino español, el más importante del mundo».

Fuente: ABC

No hay comentarios:

Publicar un comentario