martes, 15 de diciembre de 2009

El signo de la Estrella Fenicia

Posteado por: Oceanidas en: Agosto 1, 2009

Pablo Atoche declara que nunca ha dicho que el yacimiento de Teguise sea un poblado fenicio, sino un asentamiento


Mapa de las colonizaciones fenicias en el Mediterráneo y el Atlántico. MONTECRUZ

MARIANO DE SANTA ANA La pregunta por los hombres que primero pusieron pie en el Archipiélago reaparece de modo intermitente en el imaginario insular. A periodos de pasión desatada los siguen otros de silencio persistente. Estos días ha rebrotado un nuevo episodio pasional con ocasión de la irrupción en la palestra mediática de un yacimiento arqueológico en Teguise que apunta, según los responsables de la excavación, a la posible presencia de navegantes fenicios por aguas de Lanzarote a finales del siglo X antes de Cristo.

En una entrevista con LA PROVINCIA / DLP publicada el director de la excavación, Pablo Atoche, apuntaba la posibilidad de que el yacimiento tuviese vestigios fenicios, lo que tendría grandes repercusiones en la escritura de la historia de Canarias, pues retrasaría desde el siglo VIII a. C. hasta finales del X a. C. la presencia en el Atlántico de este pueblo de marinos comerciantes originarios de lo que hoy es el estado de Líbano.

Posteriormente este periódico solicitó su opinión sobre el asunto a cuatro destacados arqueólogos: Carmen Aranegui, catedrática de Arqueología de la Universidad de Valencia; Antonio Tejera Gaspar, catedrático de Arqueología de la Universidad de La Laguna; Jorge Onrubia, responsable científico de las investigaciones arqueológicas de la Cueva Pintada de Gáldar; y Carmen Gloria Gutiérrez, conservadora del Museo Parque Arqueológico de la Cueva Pintada de Gáldar.

Todos ellos, con distintos argumentos, rechazaron de plano la posibilidad de que el yacimiento lanzaroteño sea de origen fenicio, algo que, por otra parte, el director de la excavación, Pablo Atoche, afirma no haber dicho. En las líneas que siguen sale en defensa del responsable de la excavación de Teguise el director del Museo Arqueológico de Tenerife, Rafael González Antón, y el propio Atoche refuta a sus colegas.

González Antón rechaza entrar en la diatriba sobre si el yacimiento lanzaroteño es o no fenicio y señala: “Me molesta profundamente la falta de respeto científico que se le tiene a don Pablo Atoche, lo que, en mi opinión, sólo indica que no se conoce su literatura arqueológica”. El director del Museo Arqueológico de Tenerife se pregunta así mismo si “algunas de las personas que emiten estos juicios se ha puesto en contacto con Pablo Atoche” y añade que “la presencia de cerámica a torno en la isla de La Graciosa en el siglo X a. de C. está documentada y publicada recientemente”. Para concluir, González Antón señala: “Me gustaría transmitir mis respetos por los investigadores canarios en general y por don Pablo Atoche en particular”.

Pablo Atoche, profesor titular de Prehistoria en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y miembro de la Academia Canaria de la Historia, dirige desde 2005 al equipo de la excavación, un proyecto sufragado por la Dirección General de Universidades del Gobierno de Canarias. En la operación participan también un edafólogo, un geógrafo, un biólogo y dos historiadoras. En relación con la polémica, tal como ha discurrido en este periódico, Atoche declara: “Nosotros quisimos dar a conocer los resultados de estas excavaciones con una nota de prensa y alguna entrevista en las que se dan a conocer una serie de datos y a partir de ahí intervienen una serie de personas que ponen en mi boca afirmaciones que yo no he hecho”.

DATOS. En otro momento Atoche declara: “Algún interviniente incurre en una falta de ética profesional porque yo no voy poniendo en duda resultados de otras excavaciones, me limito a usar los datos que los arqueólogos proporcionan y a partir de ahí doy mi opinión”. El director de la excavación añade así mismo: “Se ha dicho que yo he afirmado que el yacimiento es un almacén fenicio y yo no he dicho tal cosa. Lo que yo he asegurado es que es un lugar que posee una serie de vasijas cerámicas contenedoras y que por tanto serviría para almacenar”.

El arqueólogo apunta en otro momento: “Tampoco he sostenido que se trate de un poblado fenicio, como se me atribuye”. Atoche aduce al respecto: “Se trata de un asentamiento constituido por una única estructura, por tanto no puede tratarse de un poblado. La publicación que estamos preparando dará a conocer esta estructura convenientemente”.


El profesor y académico subraya igualmente: “Se me achaca el hecho de que estoy intentando abogar por una identidad fenicia para los antiguos canarios. Nada más lejos de mi intención: sería algo así como sostener que los arqueólogos peninsulares que trabajan en el Norte de África lo estarían haciendo para abogar por la identidad musulmana de cualquiera de los yacimientos en los que operan”.

En otro momento de su conversación y en respuesta a los colegas contrarios a sus posiciones, declara además: “Se está hablando por boca de terceros, porque aquí no se ha publicado más que una nota de prensa y alguna declaración pero no una memoria descriptiva con los resultados finales de la excavación. Creo que no se trata de una guerra fenicia como ustedes han publicado [en referencia al titular del reportaje de LA PROVINCIA / DLP con las opiniones de los arqueólogos discrepantes], sino de disparidad de opiniones sobre un hecho”. Al respecto el arqueólogo apunta con énfasis: “Hasta que se publiquen los resultados, el único que dispone de la documentación completa sobre el yacimiento soy yo y en ese sentido me parece que quienes opinan deben ser más comedidos y esperar a disponer de toda la información”.

Atoche tiene en prensa en estos momentos dos artículos sobre el sitio arqueológico, uno sobre la primera de las cuatro campañas que se han hecho en el mismo y que verá la luz en unos meses en la revista Canarias Arqueológica, que edita el Museo Arqueológico de Tenerife, y otro sobre los aspectos sedimentológicos, botánicos y cronológicos de Lanzarote en general en el que se recogen 28 fechas de carbono 14 obtenidas a lo largo de este trabajo y que podrá leerse en Zephyrus, publicación de la Universidad de Salamanca.

A preguntas de este periódico, Atoche reitera que, de demostrarse su hipótesis, el principal hallazgo de la investigación es que “las navegaciones fenicias por el Atlántico pasarían del siglo VIII a. de C. a finales del X a. de C. Hasta ahora la fecha más remota que se daba es el siglo VIII en orden a lo investigado en los yacimientos de Lixus y Mogador [Marruecos]“. El arqueólogo aclara además que lo anterior “no es contradictorio con las fechas que tenemos del Estrecho de Gibraltar, porque las excavaciones en el entorno de Cádiz [que fue fundada por los fenicios] apuntan al siglo IX y las fuentes literarias señalan que la fundación de Cádiz se produjo en el 1100 a. C.”

Por lo que toca a la historia, o prehistoria, de Canarias, el profesor Atoche apunta que “si los fenicios están en Cádiz en ese siglo no es extraño que hubiesen arribado a Canarias, porque en esa época eran el único pueblo con capacidad para navegar en el océano”.

“En el yacimiento hay una serie de elementos cerámicos modelos a torno, un tipo de cerámica que por esa época es introducida por los fenicios en el Occidente mediterráneo”, aclara a este periódico el arqueólogo. “Pero son una pequeña muestra frente a un contexto amplio de otros elementos que no tienen procedencia fenicia”.

En relación con la posibilidad de que esos hipotéticos fenicios se encontraran a otros hombres en Lanzarote, Atoche declara: “No sabemos si la isla estaba deshabitada entonces pero si los que arribaron a ella eran fenicios y querían ponerla en explotación tuvieron que traer gente”.

Y sobre las posibilidades de arribada de los fenicios a un archipiélago oceánico que sólo se puede alcanzar con navegación oceánica, el responsable de la excavación aclara: “Los fenicios eran capaces de navegar a mar abierto, no sólo a cabotaje. Lo hicieron por el Mediterráneo y lo hicieron también hacia el Atlántico norte. Llegaron a los Casitérides [denominación griega que alude a unas islas entre Galicia y Gran Bretaña]. Se guiaban por la Estrella Polar y por eso los griegos la llamaban la Estrella Fenicia”.

Fuente: laprovincia.es

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