martes, 3 de agosto de 2010

El eslabón encontrado de la cadena fenicia

29.07.10 - 00:42 -

Extraen parte del cargamento del pecio de Isla Grosa para mostrarlo en un centro de interpretación que abrirá en La Manga

Hace más de 2.600 años, los fenicios navegaron por lo que ahora se conoce como La Manga del Mar Menor. La mayoría de los barcos que fondearon en esas aguas eran comerciales que se dirigían a puerto con un gran cargamento de pescado y objetos varios con los que hacer negocio. Seguro que más de un navío se perdería en el Mediterráneo antes de llegar a su destino. Pero hay uno en concreto, el más grande que hasta ahora se ha hallado, que se hundió cerca de Isla Grosa, en el Bajo de la Campana, en San Javier. Siglos después, un grupo de arqueólogos está consiguiendo unir los eslabones que faltaban para cerrar la cadena histórica fenicia.
 
Los expertos que trabajan en Isla Grosa proceden de once países diferentes. Éste es el cuarto año que bucean en esa zona del Mediterráneo para recuperar las partes del pecio fenicio del siglo VII antes de Cristo, que está sepultado en la arena del yacimiento del Bajo de la Campana. Los restos que los arqueólogos están sacando del fondo marino se expondrán al público en un centro de interpretación en La Manga.
Las excavaciones fueron visitadas ayer por la mañana por los expertos, la alcaldesa de San Javier, Pepa García, y el delegado del Gobierno en la Región, Rafael González Tovar. En Isla Grosa, la alcaldesa de San Javier confirmó que durante lo que queda de verano la galería Flamenco, situada detrás del Zoco, en La Manga, se convertirá en un pequeño centro de interpretación en donde se mostrará al visitante lo que los arqueólogos subacuáticos han encontrado. «Esto es más que nada para concienciar a la gente de la importancia que tiene este yacimiento», explicó Pepa García.
 
La relevancia del hallazgo viene dada por el excepcional cargamento localizado y del que ya se han extraído varias piezas. A varios metros de profundidad, los buceadores han encontrado más de mil piezas fenicias. Entre ellas, abundan los colmillos de elefantes africanos. «Asombrosamente, hay muchos que se han conservado muy bien y están enteros», asegura el director español de la campaña, Juan Pinedo. El experto arqueólogo admitió también que hasta ahora el pecio fenicio contiene el mayor cargamento de marfil que se ha encontrado en un barco de estas características.
 
Sepultados en el yacimiento el Bajo de la Campana también había elementos suntuarios que se portaban para comerciar con la elite del momento. «Hemos sacado un pedestal de piedra decorado que debía soportar una estatua de proporciones bastante considerables, varias piedras de bronce de una posible cama de marfil, un mango de cuchillo del mismo material y mucho más que seguro que hay ahí abajo. Por eso esperamos seguir excavando», apuntó Pinedo.
 Comían piñones 
 
El pecio de Isla Grosa es el más grande que hasta ahora se ha localizado en el Mediterráneo. Los investigadores indicaron que el navío mide veinte metros de eslora, el doble que los que se encontraron en Mazarrón. Asimismo, al acercarse al lugar donde el grupo de buceadores extranjeros se sumerge para continuar con su tarea, al director de la expedición se le iluminaba la cara de pensar en el tesoro submarino hallado. «Es un cargamento muy especial porque nos informa de las relaciones comerciales que se mantenían en la época fenicia».
 
Aparte de eso, les ha permitido unir eslabones de la cadena histórica de la civilización fenicia. Ya tienen datos de cómo vivían los marinos del siglo 600 A. C. «Lo que sabemos por ahora es que iban pescando y que comían piñones», comentó el buceador y arqueólogo Juan Pinedo. Les queda un mes de trabajo pero ahora los arqueólogos submarinos se afanan en su tarea para descubrir más secretos de la civilización fenicia.
 
 

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