lunes, 21 de septiembre de 2009

Aparecen 16 cañones del baluarte defensivo del Caballero Zuazo.

El hallazgo se produjo en la tarde del lunes cuando las máquinas trabajaban en el acceso paralelo al Puente.


La historia resurge entre las aguas del caño Sancti Petri, la historia reaparece como un tesoro que ha permanecido escondido durante años. La actuación del tranvía en la construcción del acceso paralelo al Puente Zuazo se ha encargado de ello. Fue el lunes por la tarde cuando se produjo el hallazgo. Oculto entre el lodazal que se acumula a los pies de esta construcción, comenzaron a aparecer hasta un total de 16 cañones de gran tamaño, con un calibre de entre 24 y 26 centímetros, los cuales fueron depositados, uno a uno, justo en la orilla.

El descubrimiento interrumpió bruscamente la tarde de trabajo y activó el protocolo de actuación del equipo de vigilancia arqueológica de la obra, comandado por María Luisa Lavado, quien trasladó cada uno de ellos al solar cedido a la adjudicataria de la obra, donde fueron debidamente protegidos con lonas a la espera de un estudio pormenorizado. Fueron responsables del Centro de Arqueología Subacuática (CAS), situado en Cádiz, los que se encargaron de realizar el primer análisis de los cañones en la jornada de ayer, razón por la cual acudieron a este solar a primera hora de la mañana.

Estos cañones, en principio, pertenecen al baluarte defensivo del Caballero Zuazo, levantado en uno de los extremos del puente en el siglo XVIII, una construcción pentagonal que suponía el principal núcleo defensivo del que era principal acceso a las localidades de San Fernando y Cádiz. En torno a él, se dispondría este conjunto de cañones como primer elemento de defensa.

Pero será en la jornada de hoy, con la visita de las autoridades pertinentes, cuando se desvelen más detalles de este importante descubrimiento, sobre su pasado, pero también sobre su futuro. Porque esta aparición supone la recuperación de alguno de los elementos que desaparecieron con la destrucción de la mitad de este baluarte, que se consideró clave en un momento de la historia en el que fue necesario defenderse del asedio de los franceses, en un momento en el que las fortificaciones defensivas de antaño -como el Castillo de San Romualdo- quedaban obsoletas y daban paso a un nuevo concepto de protección y ataque.


De Bernardo pide a Cultura el depósito de los cañones

El alcalde isleño se puso en contacto con Yolanda Peinado solicitando el depósito de los 16 cañones hallados junto al puente Zuazo


El alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo (PA), ha enviado una carta a la delegada provincial de Cultura de la Junta en Cádiz, Yolanda Peinado, en la que le solicita el depósito de los 16 cañones hallados junto al puente Zuazo, lo cual supondría de gran interés y enriquecimiento para la conmemoración de los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en el año 1810 en la ciudad.

En la carta, recogida por Europa Press, el alcalde isleño recuerda que además de la trascendencia de los acontecimientos históricos de la celebración de las Cortes de 1810 en la ciudad, cuyo bicentenario se celebrará el próximo año, San Fernando «jugó un papel fundamental en la defensa del territorio español durante la invasión napoleónica y prueba de ello fue la inexpugnabilidad del territorio ante las tropas invasoras, por ello el suelo isleño está jalonado de multitud de baluartes defensivos».

Asimismo, señala que tras el hallazgo se inicia un complejo proceso de consolidación, restauración y estudio que permitirán la conservación y el conocimiento sobre el origen y destino de estas armas, en el cual no pretende interferir con la solicitud de depósito. No obstante, a su juicio, «es importante que el destino final sea el entorno geográfico e histórico en los que ha tenido lugar su descubrimiento, lo cual ayudaría en gran manera a su contextualización y comprensión por parte de los ciudadanos».

En este sentido, De Bernardo indicó que ya que próximamente se va a proceder a la restauración del puente Zuazo y sus defensas, «sería el marco ideal para exponer con carácter permanente estos cañones, que posiblemente tuvieron su función primordial en la defensa de este importante sitio histórico, que va a convertirse, tras su musealización, en un gran referente turístico-cultural».

Para ello, según indica el alcalde en su escrito, las piezas contaran con la permanente supervisión y control de los técnicos especialistas del museo municipal, con el fin de asegurar su correcta conservación y exposición.




Historia al pie del cañón

Autoridades provinciales y locales recorrieron ayer el punto de las obras del tranvía donde se ha producido el descubrimiento · Los arqueológos no descartan la aparición de más ejemplares en esa zona


Representantes políticos a los pies de los cañones resguardados en el solar cedido a la adjudicataria de las obras del tranvía.


Los 16 cañones que surgieron el lunes del caño de Sancti Petri a los pies del Puente Zuazo pudieron estar en funcionamiento tanto en el baluarte del Caballero Zuazo como a bordo de un buque en alta mar. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, pero aún no se ha concretado la fecha exacta. Es incluso posible que no fueran construidos todos a la vez, ya que en algunos de ellos se adivinan escritos unos números de serie. Tienen todos un tamaño parecido, entre los 2,8 y los tres metros de longitud. Y un peso que oscila alrededor de los 2.500 kilos. El calibre también varía entre los 24 y los 30 centímetros.

Ayer yacían en el solar que tiene reservada la adjudicataria del tranvía junto a la jefatura de la Policía Local. Se descubrían, por fin, ante los ojos de las decenas de curiosos que componían la comitiva de la visita de los delegados provinciales de Obras Públicas y Cultura, Pablo Lorenzo y Yolanda Peinado, respectivamente. Como anfitrión, el alcalde, Manuel de Bernardo. In situ pudieron conocer todos los asistentes los pormenores del hallazgo, que relató con detalle la arqueológa responsable de la vigilancia de la obra del tranvía, María Luisa Lavado. Se trata, según sus explicaciones, de un hallazgo de segunda deposición, lo cual quiere decir que estos cañones estuvieron primero en un punto y alguien los movió, apilándolos incluso, hasta el punto exacto de la aparición. La teoría de Lavado a este respecto es que aparecieron en la construcción del primer colector que se realizó en la zona y que los responsables de la obra retiraron unos metros.

Ahí, escondidos, perdidos en el lodo, han permanecido durante años, hasta que fueron descubiertos el lunes. El equipo de vigilancia arqueológica no descarta que aparezca incluso alguno más y, de hecho, la visita de las autoridades se detuvo previamente en la zona de trabajo, donde una grúa estuvo removiendo tierra a ojos de todos los asistentes con el objeto de que, en vivo y en directo, saliera a la luz algún ejemplar más. Minutos de suspense pero al fin, nada de nada.

A los 16 cañones que ya están fuera lo que ahora le esperan son meses de cuidado. Los primeros se los realizaban técnicos del Centro de Arqueología Subacuática ( CAS) en la mañana del martes. Sobre los cañones, unas mantas especiales para tratarles la humedad. Ahora y por el momento, los 16 y cuantos aparezcan tendrán que ser trasladados precisamente al CAS, tantos años entre lodo les ha hecho mucho daño. "Por eso pedimos paciencia", insistía Peinado

Fuente: Diario de Cádiz.

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