jueves, 13 de enero de 2011

Hallan posible naufragio de cuatro siglos

Soriano. Un hecho fortuito llevó a encontrar elementos que abren una nueva puerta a la historia

Aún no puede afirmarse fehacientemente, pero los científicos estudian los restos de un posible naufragio que, a su vez, podría dar pistas sobre una ciudad perdida.

Aldo Roque Difilippo l MERCEDES
Restos. Estas cadenas están siendo analizadas para datar su antigüedad.
Restos. Estas cadenas están siendo analizadas para datar su antigüedad.
Buceando. Por vía subacuática se encontraron los primeros restos y se sigue investigando.
Buceando. Por vía subacuática se encontraron los primeros restos y se sigue investigando.
 
Un hecho fortuito, la búsqueda de un cuchillo caído al agua, derivó en el hallazgo de lo que podría presumirse un naufragio de hace algunos cientos de años. Aunque todavía los elementos encontrados no permiten aventurar fehacientemente que las cerámicas, restos de botellas, clavos e incluso lastres de piedra y de metal correspondan a un barco que naufragó en esa zona, se abre para los técnicos, una posibilidad importante de investigación y de exploración.
El hallazgo se produjo en un lugar clave de Soriano, la desembocadura del arroyo Espinillo con el río San Salvador, donde en 1527 Sebastián Gaboto estableció un puerto o fuerte del San Salvador, primera incursión española en tierra firme. Un año después, en 1528, allí se realizó la primera plantación de trigo en América. Años más tarde por esa zona también estuvo la Ciudad Zaratina, de la cual se tienen solamente registros escritos pero ninguna referencia física.
La Comisión Nacional de Patrimonio dispuso que tres técnicos, especialistas en arqueología submarina, llegaran hasta el lugar y realizaran la exploración de la zona, acompañados de técnicos locales y de autoridades departamentales. En una primera exploración pudieron encontrarse restos de cerámica europea, botellas de vidrio soplado (lo que estaría dando una aproximación histórica del hallazgo), algunos clavos, cadenas y un par de lastres, lo que haría presumir que se trata de un naufragio.
Uno de esos lastres es un lingote de metal y el otro es un enorme granito que por su característica no corresponde a material geológico de la zona. Además se encontró una especie de polea o trozo mecánico que podría corresponder a una pieza de un barco de principios del siglo XX, por lo que los técnicos se encuentran abocados a clasificar y datar el material para poder determinar fehacientemente a qué etapa corresponde cada uno.
Paralelo a ello se iniciaron los trabajos de conservación del material encontrado, especialmente los hierros, para evitar su degradación al tomar contacto con el aire. En posteriores exploraciones en esa zona los buzos intentarán determinar si debajo del lastre encontrado existen vestigios de madera, lo que sería un indicio fehaciente de que se trata de un naufragio.
Aunque un comunicado emitido por la Intendencia de Soriano se aventuró a afirmar que se trata de "hallazgo de barcos históricos de fines del siglo XVII y principios del XVIII", el arqueólogo Aparicio Arcaus prefirió no fijar ninguna fecha hasta no continuar con los trabajos exploratorios de esa zona y de terminar de relevar y chequear el material recogido. Lo cierto es que se trata de un significativo hallazgo para esa zona del departamento, que pauta la presencia europea en los años de la conquista española.

El hallazgo

El arqueólogo Aparicio Arcaus del Museo Paleontológico Alejandro C. Berro de Mercedes comentó a LA REPUBLICA las características de este hallazgo y las perspectivas de investigación que se abren.

­¿Qué características tiene este hallazgo?
-Fue casual, por parte de dos buzos de Dolores, Alfonso Quian y José Luis Gómez, que buscando un cuchillo se tiraron a bucear en el arroyo Espinillo y después en el San Salvador, y realizaron un hallazgo interesante de material colonial, en general, que fue lo que derivó en nuestra presencia en toda la zona.

­Se encontraron metales, cerámica y algún indicio, ¿de que podría tratarse? ¿de un naufragio?
­Sí apareció cerámica, claramente de torno, que corresponde a la traída por los europeos; no es de aquí. También algunos restos de vidrio y de metales de elementos domésticos y de uso cotidiano. Después, probablemente, y subrayo esto, aparecieron algunos elementos que darían el indicio a un posible naufragio. Pero esto está en una etapa de evaluación superprimaria. No se puede ser concluyente.

­El Ministerio de Educación y Cultura mandó tres técnicos para trabajar en la zona. ¿Se va a recibir apoyo económico para seguir con la investigación?
­El Ministerio, sobre todo a través de la Comisión de Patrimonio, nos envió los técnicos. Entre las tres instituciones participantes, la Intendencia, Prefectura y la Comisión de Patrimonio, estamos desarrollando un plan de trabajo y viendo de dónde van a venir los recursos para continuar con la investigación.

­¿Cuál será el destino de estos materiales?
­La voluntad de las personas que lo encontraron es que queden en el Museo Lacan- Guazú de Dolores. A partir de eso desde el Museo Berro y desde la Comisión de Patrimonio se les va a brindar el asesoramiento técnico en cuanto a catalogación, inventario, conservación y exhibición de los materiales.

­Hay un viejo proyecto en Dolores de dar con un indicio de lo que fue la Ciudad Zaratina. ¿Esta podría ser una de las puntas para llegar a ubicarla?
­Hay una iniciativa de gente vinculada a la historia de hacer una puesta en valor de lo que fue el fuerte San Salvador y la Ciudad Zaratina. Hay que recordar que por el año 1986 u 87, ese lugar fue objeto de excavaciones realizadas por el arqueólogo Arturo Toscano, que recabó materiales y realizó una publicación que refieren a la posible ubicación del fuerte San Salvador. Es un lugar que tiene mucha historia, con un potencial enorme si se lograra profundizar un poco más en las investigaciones, porque sería el primer asentamiento español en nuestra zona. Nuestra intención es integrar todo el proyecto en ese plan de trabajo: lo del fuerte San Salvador con la arqueología subacuática.

­Por el movimiento del río en el correr de los años, ¿podría aventurarse que este descubrimiento corresponda a un asentamiento humano?
­Justamente, las etapas posteriores que estamos iniciando ahora son el estudio de la evolución del paisaje, lo que nos va a permitir ver ese tipo de cosas. No es de descartar que las costas se muevan, más en un río tan meándrico como el San Salvador. No es de descartar que eso en algún momento haya estado seco. Pero esos temas se resuelven con aproximaciones de fotografía aérea y estudios de aproximación del paisaje, que es lo que estamos encarando ahora.

-Alguno de los materiales encontrados serían del siglo XX.
­Sí, en el sitio tenemos lo que se llama un palimpsesto, una mezcla de materiales de distintas cronologías, que por la dinámica del propio sitio es muy factible que se hayan mezclado. Lo que vamos a intentar en las próximas intervenciones es acotar cronológicamente cada uno de los materiales.

­En un hallazgo de estas características, es decir menores a 500 años, ¿qué margen de error puede llegar a tener la datación de estos materiales?
­El Carbono 14, que es la técnica que se utiliza más comúnmente en fechas tan recientes, tiene un margen de error importante, porque no llega a medir bien los materiales históricos, pero hay otras técnicas como la dendrocronología, en el caso de que apareciera alguna madera, con que se puede estudiar la edad. La cerámica también se puede datar mediante otras técnicas.

Fuente: http://www.larepublica.com.uy/comunidad/437769-hallan-posible-naufragio-de-cuatro-siglos

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