martes, 8 de junio de 2010

NAUFRAGIOS DE BARCOS DE CABOTAJE EN EL PUERTO DE SARDINA II

El hundimiento del pailebot El Remedios en el año de 1872 

En el año de 1872, en pleno ciclo económico de exportación de la cochinilla, insecto utilizado como tinte en la industria textil, en la costa del Noroeste de Gran Canaria, junto al Puerto de Sardina (Gáldar), poco después de zarpar de él, se hundía el pailebot El Remedios, también llamado Pagano.

Estos barcos de cabotaje eran esenciales en la economía de Canarias, transportando a los distintos puertos naturales del Archipiélago los productos que se consumían en los mercados insulares o para su trasbordo y exportación a Europa, sin descartar el continente americano y africano.

En el sumario que se abrió en el Juzgado de Primera Instancia de la ciudad de Santa María de Guía (Gran Canaria), jurisdicción judicial que asumió el juicio sobre las responsabilidades que podían asociarse al hundimiento del pailebot, podemos apreciar e interpretar diversas informaciones que se reflejan en los autos abiertos en enero de 1873.

Los marineros, desde siempre, hablan de la mar, en femenino, en gran medida por una concepción machista que hace alusión a su gran belleza y, al mismo tiempo, era la gran desconocida, que no podían perderle el respeto, que podía sorprender en cualquier momento. Bueno, cosas de la moral y el lenguaje.

En el Puerto de Sardina los arrieros contratados iban acumulando, en cada viaje desde la casa deposito, cuatro sacos de cochinilla, hasta un total de trescientos, que sumados a los cien que traía desde el Puerto de las Palmas, hacían un total de cuatrocientos sacos de aquel insecto seco, listo para su exportación, también llamado grana.

Con esta transacción, el capitán de la guarnición de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, don Gregorio Urquía y Verdugo, familiar del Obispo don Manuel Verdugo, se cobraba la deuda que tenían contraída con él distintos propietarios agrícolas de la comarca del Noroeste de Gran Canaria, especialmente de Santa maría de Guía.

El militar nacido en Gran Canaria, que contrae matrimonio en Tenerife, complementaba su actividad profesional con actividades comerciales, importando guano, abono de excremento de aves de gran importancia para el suelo agrícola, muy solicitado para incrementar la producción de los nopales o tuneras donde se desarrollaban y se desarrollan las cochinillas.

El pago en especie del guano comprado manifiesta, en cierta forma, el ciclo decadente de la producción de la cochinilla, que en la década de los ochenta del siglo XIX, se buscarán distintas alternativas, entre ellas la reintroducción de la caña de azúcar. Con el final de siglo e inicio del XX se instaura el ciclo del plátano y tomates, que perviven, aunque mermados por las actividades turísticas y de servicios.

Apéndice documental
Preguntas a los testigos en Guía

Primeramente serán preguntados por las generales de la ley.
Segundo. Si es cierto que en el año próximo pasado varios propietarios y la labradores de la ciudad de Guía y su término municipal cedieron al capitán don Gregorio Urquía y Verdugo varias partidas de cochinilla seca, en pago del guano que les había anticipado para el abono de sus tierras.

Tercero: Si es cierto que dicha cochinilla recibida en pago ascendiendo a cuatrocientos quintales se depositó en casa de don Diego Ruiz, el cual la distribuyó en trescientos sacos.

Cuarto: Si es cierto que don Gregorio Urquía y Verdugo, a consecuencia de no querer abonar los deudores por guano otros gastos de conducción que los fletes que devengase el buque cuyo capitán mejores proporciones hiciera, determinó embarcar dicha grana en el pailebot Remedios de esta matrícula, cuyo patrón hizo las proposiciones más ventajosas.

Quinta: Si es cierto que los trescientos sacos de cochinilla conducidos al muelle de Sardina desde la casa de don Diego Ruiz se trasbordaron al pailebot Remedios.

Sexta y última. Si es cierto que es público y notorio, y real y efectivo que el mencionado pailebot remedios se fue a pique a poco de su salida de puerto, perdiéndose totalmente y con él la cochinilla que conducía a su bordo.
Fuente: AHPLP. Escribano Rafael Velázquez, legajo 3286, año de 1872.
Felipe Enrique Martín Santiago en : http://www.infonortedigital.com/index.php?id=54269&seccion=15
  

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