Una inmersión seminocturna , entramos sobre las 7 de la tarde en el mes de marzo , un día que parecía bueno y el tiempo acompañaba, llegamos tarde y nada más bajar nos encontramos a la manta que suele rondar , ente el prisma y el muelle.Hicimos el recorrido tradicional , hacia la derecha pasando por los restos del muelle que vigilan el paso de todos los buceadores, unos restos , que aunque de época actual evocan lo que era el viejo muelle de Sardina en siglos anteriores, y las sorpresas que puede deparar esta bahía cuando se comience las propecciones para la Carta Arqueológica subacuática de Gran Canaria , concedida a la empresa Mediterránea .
La verdad es que bucear en Sardina es un verdadero lujo y placer para los que vivimos en la isla y nos gusta este deporte, invito a todo el mundo , nacional o extranjero , a que visite nuestros fondos.
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